204

¿Descalzos?

Ella, descalza,
Y yo con zapatos de piel,
Su mirada altiva mirando al frente,
Mi mirada al suelo,
Mirando sus desnudos pies,
Sobre una tierra rota por zapatos.

La piel negra curtida, pero suave, embadurnada en aceites de olores nada europeos,
Unos ojos oscuros de una profundidad interminable,
Una sonrisa que resplandece en la noche de su piel.

Ella llevaba en la cabeza una vasija inmensa llena de cosas,
Ropa, pan, agua, telas, comida
Su cuello erguido luchando contra el peso del cielo,
El paso largo que busca pisar la cola a un destino que se escapa.

Un accidente entre el alocado tráfico,
Hace que ella tropiece y caiga,
Vuelan las telas enmarañando su pelo de caracoles,
Ruedan por la carretera las cuadradas rebanadas de pan.

No dio tiempo al tiempo de que corriera el agua, porque ella ingrávida,
Luchó contra la fuerza de la tierra y afirmó sus blancas plantas de los pies en el suelo,
Para empezar a recoger sus tesoros casi sin haber terminado de caer.

La ayudé y en sus ojos, podía ver las lágrimas de rabia tras su fúnebre iris,
Pero no perdió su gesto de orgullosa mujer que no se deja matar ni por la muerte,
La dignidad, la fortaleza, no se habían caído de su vasija,
En un momento rocé su mano y ella me la estrechó con una leve sonrisa,
Entonces me miré los pies…y estaba descalza.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encantó