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LA RAMPA

Después de dieciocho años en silla de ruedas ya me voy conociendo y tengo que deciros que he conseguido hacer cosas fuera del alcance de los individuos que, como yo, tuvieron un ictus el mismo día de su jubilación. He conseguido mover mi brazo derecho y mi pierna derecha lo suficiente para valerme en muchas cosas, he conseguido escribir con la mano izquierda y he conseguido sobrevivir sin perder las ganas de reír. He conseguido más cosas, pero todo, por supuesto, de la mano de mi mujer, especialmente mantener la alegría de vivir. Hay una cosa que se me resiste: la rampa para subir mi silla hasta el ascensor, en el portal de mi comunidad. Dieciocho años de broncas con los vecinos, de entrevistas con todos y cada uno de los presidentes de la escalera, de movilizar apoyos de asociaciones de diversos funcionales, de invocar leyes o normas o conciencias. Pues no he conseguido nada. En la primera votación, a propuesta de mi mujer, que es quien ha de manejar mi silla para salvar los cuatro escalones, un par de vecinos se negaron. Ya sabéis que, si no hay unanimidad, en las escaleras no se aprueba nada. Y así un año y otro, cada vez todos más envenenados, nosotros y los vecinos que nos apoyaban de un lado, y los que se oponían por el otro, y haciendo campaña. Un presidente, entre tanto, nos proporcionó por su cuenta y riesgo una minirrampa plegable que por lo menos permite que mi mujer no se deslome cada mañana y cada tarde, al sacarme de casa y devolverme a ella, aunque los lumbagos la acompañan siempre. El último presidente también nos da la razón. Ha dicho en una asamblea que es una vergüenza lo que está ocurriendo con el asunto de la rampa. Y a mi mujer le ha asegurado que él se va a encargar de todo. Esperamos que no acabe el año y su mandato también en blanco.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Pero continúan ocurriendo estas cosas?

Anónimo dijo...

Me gusta tu sonrisa.
El aprender a ver el lado bueno de las cosas, o por lo menos ver con mas humor la realidad.
Tienes amor, amistad, y personas generosas a tu alrededor.
Y, por otro lado existe la mezquindad,el egocentrismo, la envidia... esa es la condición humana, que se le va a hacer.

Anónimo dijo...

Los Gerifaltos tienen transporte oficial y no les cierran el metro como me sucedio ami y menos mal que la solidaridad de la hijs
de una dependiente ssigue sigue luchando yo te apoyo pero quiza sea porq en tu portal solo hay un cojitranco si fueran 2 era mas fuerza unete a los mas vejetesse mueven peor