tag:blogger.com,1999:blog-76649106061410276302023-11-16T12:21:23.646+01:00escribiradredeUnknownnoreply@blogger.comBlogger1530125tag:blogger.com,1999:blog-7664910606141027630.post-16947741573277159672014-04-21T07:00:00.001+02:002014-04-21T07:00:00.417+02:00La última sentada<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4EfhM17ZuFwYNzaxDS-ZGoahKepwof-SUtq5QLQ9O7nDkWQxQHEED47ooKXGmK35Gz9w23eEVFu_DTWiXYiPtXnTZxE3Q41FXcRm8dy_KQBd8rmJp4jT5jA_zcL-GHXb0FwyXX6T-RNE/s1600/2014-04-21-01.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4EfhM17ZuFwYNzaxDS-ZGoahKepwof-SUtq5QLQ9O7nDkWQxQHEED47ooKXGmK35Gz9w23eEVFu_DTWiXYiPtXnTZxE3Q41FXcRm8dy_KQBd8rmJp4jT5jA_zcL-GHXb0FwyXX6T-RNE/s1600/2014-04-21-01.jpg" height="400" width="277" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="http://issuu.com/revistaproposiciones/docs/proposiciones_n___18/16?e=0" target="_blank"><em>Proposiciones</em> nº18, pág.16</a></td></tr>
</tbody></table>
<span style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span><br />
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">NOS DISUELVEN A LOS ADREDISTAS</span></span></b><br />
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Después de tantos años alimentando de cuentos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Escribiradrede</i>, los adredistas nos creíamos inmortales. Este mito de la inmortalidad, que fue siempre la ambición de los genios, nos tenía envenenados: a nosotros, que con creaciones colectivas tratábamos de terminar con los<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> genios</i>. Pues sí, los adredistas hemos sido fusilados o cagados por las palomas, si no ambas cosas, como cualquier genio. <o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Ha venido a disolver esta manifestación, la bella aventura del adredismo, uno de esos tópicos personajes iletrados que tanto bajan la media en comprensión lectora de los informes PISA: el director del CAMF de Leganés, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">don José Luis Sánchez Serra</i>. Ese mismo personaje que no hace muchos días fue ferozmente zarandeado por Mercedes Milá en aquella película rodada en el centro que él dirige y más digna de concursar como ficción en el festival de cine de Sitges, aunque estuviera mal dirigida, peor montada y filmada de aquella manera, que de ser emitida por <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cuatro</i> como programa informativo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Teníamos que haber sospechado ya de las capacidades de este señor aquel día, al contemplar en la tele cómo <a href="https://www.youtube.com/watch?v=fEqywSvnRqM#t=1668" target="_blank">balbucía respondiendo a la ladina periodista</a>. Cuando le hubiera tocado defender la independencia, dignidad e inteligencia de los residentes diversos funcionales que no se prestaron al programa, el señor director se dedicaba al asombro, como cualquier buen aficionado a las pelis de terror de serie B, ¡cualquier cosa menos el asombro en esa circunstancia!, o defender por ejemplo la profesionalidad y buen nombre de la inmensa mayoría de los trabajadores a su cargo y que en la residencia desenvuelven su actividad, o apoyar a los numerosos voluntarios que de una u otra manera comprometemos nuestro tiempo asistiendo a estos residentes cuya independencia él ni concibe.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Pero no sospechamos nada entonces. Y hasta aplaudíamos su gesto de participar como actor en la puesta en escena de “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Aquí no paga nadie</i>” por la compañía de teatro del CAMF, e incluso lo reseñábamos en la nota publicada en la última página del último número de la revista <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Proposiciones</i> –otro éxito alimentado por los adredistas y que se va a disolver. Eso sí, la nota fue escrita con la ironía que nos permitía el hecho de haberle ya felicitado personalmente por su transmutación en obrero sindicalista, domesticado por la pluma siempre inteligente de Darío Fo, ¡dónde vas a parar!<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Pues bien, esta reseña en la contraportada de la revista, y que titulamos “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Otro gran momento</i>” para que se oyera desde la primera palabra nuestro aplauso incondicional, ha sido deconstruida por el director del CAMF como ofensa hacia su persona. Una deconstrucción que armó su brazo como del rayo de Zeus –los dioses supremos suelen tener todos muy mala base en semiótica y no causan más que desastres– , rayo que ha lanzado contra todas y cada una de las actividades de los adredistas en el CAMF, el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Taller de Escritura Creativa</i>, <a href="http://ecoleganes.org/4021-escribiradrede.html" target="_blank">el programa de radio <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Escribiradrede</i></a> en coordinación con la emisora comunitaria EcoLeganés, <a href="http://issuu.com/revistaproposiciones" target="_blank">la revista <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Proposiciones</i></a> y, por supuesto, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">este blog</i>, que ya no tiene sentido si no lo abastece la producción común del grupo de los adredistas. <o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">El director nos ha dispersado con la porra de su rayo, y expulsado del CAMF a todos los voluntarios asistentes de escritura. El último día hasta nos negó la llave del taller.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Así ha fulminado una experiencia pionera, sublime para todos los que tuvimos la fortuna de vivirla, esta historia de creación colectiva que ha ampliado los horizontes de tantos residentes, unos escritores invisibles hasta ayer que por fin han sido oídos y aplaudidos en escenarios tan diversos y estimulantes como <st1:personname productid="la FNAC" w:st="on"><a href="http://www.youtube.com/watch?v=aTsrbtlDjqk" target="_blank">la FNAC</a></st1:personname> o <a href="http://www.elmundo.es/elmundo/2012/12/14/ocio/1355504923.html" target="_blank">las Naves del Matadero de Madrid</a>, o que se han paseado por <st1:personname productid="la Biblioteca Nacional" w:st="on"><a href="http://issuu.com/revistaproposiciones/docs/proposiciones_n__9/9?e=0" target="_blank">la Biblioteca Nacional</a></st1:personname>, <a href="http://issuu.com/revistaproposiciones/docs/proposiciones_n__10_web/9?e=0" target="_blank">el Círculo de Bellas Artes</a>, <a href="http://issuu.com/revistaproposiciones/docs/proposiciones_n__14/9?e=0" target="_blank">el Teatro Real</a> o muy recientemente <a href="http://issuu.com/revistaproposiciones/docs/proposiciones_n___18/7?e=0" target="_blank"><st1:personname productid="la Residencia" w:st="on">la Residencia</st1:personname> de Estudiantes</a>, tuteando a los que les concedían las entrevistas…<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Pero es que esta experiencia de integración ha hecho también visibles a los adredistas en escenarios todavía más estimulantes, como son los de la periferia de nuestra sociedad. Se han escuchado sus cuentos en los andenes de MetroSur, en <a href="http://issuu.com/revistaproposiciones/docs/proposiciones_n_13/16?e=0" target="_blank">las aceras de Zarzaquemada</a>, en las Ferias de Leganés o en <a href="http://issuu.com/revistaproposiciones/docs/proposiciones_4/3?e=0" target="_blank">el despacho de su alcalde</a> y en tantos otros, testigos todos de sus gestas creativas, sobre todo en literatura, pero también en periodismo y diseño, sin olvidar la locución de sus cuentos en las ondas generosas de EcoLeganés.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Todo, en fin, se ha ido al garete, repito, por el ya apuntado colmo del escritor: tropezar con un lector con tan deficiente formación semiótica.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y por supuesto, firmo con mi nombre la presente nota (en este blog, que ha defendido desde su fundación la autoría colectiva como método y <st1:personname productid="la Creative Commons" w:st="on"><st1:personname productid="la Creative" w:st="on">la Creative</st1:personname> Commons</st1:personname> como ley) por razones obvias de responsabilidad. Ocurre que el señor director ha ordenado a algunos trabajadores –creo que no le van a hacer mucho caso, pero así se las gasta él– que envíen a su despacho a todos los residentes que hablen de los adredistas o mencionen mi nombre a partir de ahora. Muy peligrosa esta conducta y una semejante directriz, que amenaza a personas que están a su cargo y tan vulnerables a este tipo de abusos. <o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">¡Para qué decir más!<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: right;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Andrés Mencía, Adredista 0<o:p></o:p></span></span></i></b></div>
<span style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"></span></o:p></span><br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsal1jBEX2ciGun7R5jjs08lAxi8N_dTtWSIlP0F_COvxhpJV_JoCj2F-TR4mprkmd3-c3je-iI3FPhAuCEbPF0yOePj7BI_1uqp5pYCYi3iU6tBjfv3B2UZeQvdfZ03reA9T5-LK_wG0/s1600/2014-04-21-02.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsal1jBEX2ciGun7R5jjs08lAxi8N_dTtWSIlP0F_COvxhpJV_JoCj2F-TR4mprkmd3-c3je-iI3FPhAuCEbPF0yOePj7BI_1uqp5pYCYi3iU6tBjfv3B2UZeQvdfZ03reA9T5-LK_wG0/s1600/2014-04-21-02.jpg" height="380" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="http://issuu.com/revistaproposiciones/docs/proposiciones_n___18/16?e=0" target="_blank"><em>Proposiciones</em> nº18, pág.16</a></td></tr>
</tbody></table>
<span style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span><br />
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">AL TRASTE CON UNA EXPERIENCIA PIONERA<o:p></o:p></span></span></b><br />
<span style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span><br />
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Ayer, lunes, 7 de abril, fue un día de despedidas en el CAMF de Leganés. El director del centro nos negó la llave para acceder al <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Taller de los Adredistas</i> y nos vimos obligados a suspender actividades después de 18 años de producir cuentos y reproducir vida. En la actualidad nadie del grupo de los voluntarios mantenía relación contractual alguna con el IMSERSO. Se nos podía dar la patada sin más costes que la falta de elegancia. No cuento, por supuesto, el sufrimiento de los residentes y la tristeza de los voluntarios.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">No perdimos el tiempo, sin embargo. Además de la despedida, batallitas y algunas lágrimas, pudimos hablar con compañeros residentes y compañeros trabajadores que se acercaban a expresarnos sus condolencias, aunque no hubieran participado de nuestras actividades, y que nos regalaron críticas como esta: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Vosotros</i> (se refería a los voluntarios que hacemos de asistentes de escritura de los adredistas) <i style="mso-bidi-font-style: normal;">habéis hecho escritores a residentes que no lo son, y lo peor es que todos han terminado creyéndoselo</i>”.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Semejante opinión, que nuestro compañero consideraba demoledora crítica, es sin duda el mejor resumen que se me pueda ocurrir del esfuerzo de creación y producción de los adredistas, acompañados siempre por el entusiasmo de las decenas de voluntarios que han ido participando en un proyecto que nos hemos inventado de año en año. Y el hecho de haberlo finalizado con los adredistas convertidos en escritores/productores ante los ojos asombrados e incrédulos de sus propios compañeros de residencia es la mejor prueba de sus aciertos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Porque cuando el primer grupo de voluntarios propusimos este proyecto en el CAMF de Leganés el muy lejano año 1997 y discutíamos del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">mito del genio</i> o de la creación grupal en un campo de expresión tan contaminado como la escritura, lo único que teníamos claro de verdad, la idea fuerza que nos juntaba era nuestra convicción de que íbamos a compartir vida y capacidades con personas igualmente capaces, por más que su recorrido por la literatura, la escritura y la vida no hubiera sido el nuestro.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Precisamente era la diversidad el mayor estímulo para todos nosotros, escritores de Leganés que iniciábamos la aventura. Pero antes de continuar con la historia, quiero hacer un paréntesis sobre esto de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">creación colectiva</i>, o más exactamente, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">grupal</i>. No oímos hablar con frecuencia de estas formas de creación y producción artística en colaboración, a pesar de haber existido desde siempre, porque ponen en jaque el actual “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">sistema del arte</i>” económico-productivo, eso del genio/estilo/firma/precio. El individuo es controlable, pero un colectivo entusiasmado puede oponer la más fuerte resistencia al sistema.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">La construcción histórica del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">mito del genio</i> ha desviado la atención de lo importante, el fracaso del sistema de producción del arte y sus precarias estructuras culturales, artísticas y educativas. El <i style="mso-bidi-font-style: normal;">mito del genio</i> es una construcción ideológica basada en ese cierto misterio que envolvió durante siglos el proceso creativo, la creencia de que la creación es una cualidad extraordinaria propia de los dioses y, por supuesto, el virus de la competencia. Este mito perpetúa precisamente el orden jerarquizado, siempre dañino, pero destructivo en sistemas sociales cerrados como pueda ser precisamente el CAMF o cualquier residencia de similares características. No viene al caso rastrear los orígenes o evolución histórica del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">mito del genio</i>, pero sí constatar que la creación colectiva es un proceso de desmitificación del mismo y de des-jerarquización, con redefinición de los conceptos tradicionales de creatividad, trabajo colectivo y producción. Desde W. Benjamin y M. Foucault y Frank Popper se ha escrito mucho sobre esto.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Suele definirse la creación colectiva como el conjunto de procesos que permiten realizar una actividad creativa a individuos diferentes que comparten motivaciones, y alcanzar un objetivo común, con independencia de la organización o relación que se establezca entre ellos. Pues bien, entre nosotros, los adredistas, la relación ha sido de grupo y el proceso creativo era más grupal que exactamente colectivo. Nuestra cohesión, o esa cierta unidad en los escenarios de las narraciones o en las formas de expresión del adredismo, ha venido dada más por la invisibilidad de personas sistemáticamente discriminadas y por su necesidad de información liberadora, esa que solo circula en los márgenes del poder, que por relaciones jerarquizadas. O sea, lo mismito que ocurriera con el origen y la unidad de creaciones grupales como el flamenco o el jazz o los grafiteros.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Pues de estas cosas discutíamos cuando comenzábamos lo que al principio no fue sino un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Taller de Escritura Creativa </i>con dos, con tres, con cinco residentes. Continuábamos discutiendo y en tres meses ya eran diez, y con ellos comenzábamos a hablar de la escritura como acto comunitario. Y los voluntarios escribíamos con ellos, haciendo a la vez de asistentes de escritura de los que no podían escribir solos, y ellos escribían con nosotros. Juntos discutíamos lo que hacíamos allí, pero también lo escrito.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y muy pronto se nos brindó la oportunidad de publicar los textos del taller en antologías participadas por hasta cincuenta y sesenta autores del pueblo, o sea, escritores pepineros. Títulos como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Algarada al fin</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cuentos periféricos y otras especies en peligro</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nómadas contraSentados</i> u <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Otra nube de vagos</i> son algunos de los títulos donde muchos adredistas del CAMF comenzaron a publicar, amén de en alguna revista del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Colectivo Patrañas</i>.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">A la par, en el Taller íbamos preparando relatos para participar en <a href="https://www.youtube.com/watch?v=04vImAz2rok" target="_blank">concursos literarios</a> que los compañeros se encargaban de ganar, algunas veces, o de perder, muchas más. O sea, la vida misma. Se acumulaba la producción escrita y comenzamos con la <a href="http://escribiradrede.blogspot.com.es/search/label/libros" target="_blank">publicación de libros</a>, financiándonos con las primeras asignaciones del IMSERSO para el taller. El primero, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">De vuelta en Palestina</i>, una novela que trascendió nuestro círculo del CAMF por dos razones, una, porque hablaba de los conceptos fuerza de la vida independiente en el colectivo de la diversidad funcional y cayó en mano de los activistas que iniciaban el proyecto de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Foro de Vida Independiente</i> y que hicieron bandera de ella, y la otra porque <a href="http://photos1.blogger.com/blogger/4779/1388/1600/rosamontero.jpg" target="_blank">fue reseñada en el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">País Semanal</i> por Rosa Montero</a>. Después vio la luz <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="http://www.forovidaindependiente.org/files/documentos/pdf/ningunrinconprohibido.pdf" target="_blank">Ningún rincón prohibido</a></i>, un libro de relatos deliciosos. Más tarde, la biografía <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="http://poesiaabierta.blogspot.com.es/2008/05/presentacin-de-jaula-de-oro-de-alfonso.html" target="_blank">Jaula de oro</a></i>, que provocó nuestro primer encontronazo serio con la dirección del centro, si bien conseguimos conjurar la amenaza y eludir el cierre del Taller por primera vez (todo hay que decirlo, fue la directora de entonces quien supo encontrar los argumentos para no provocar una debacle). Y más recientemente <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="http://www.rtve.es/alacarta/audios/carne-cruda/carne-cruda-latigazo-vida-14-09-11/1197084/" target="_blank">Manifiesto saltamontes</a></i>, otra biografía, pero esta vez de una hija de maestros, paradigma de toda una generación de paralíticos cerebrales españoles, sistemáticamente marginados y por lo mismo mal socializados y peor equipados para tomar las decisiones que conlleva la vida independiente, la generación de los que hoy cumplen entre 50 y 65 años.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Los adredistas también íbamos cumpliendo años, las creaciones se multiplicaron e iniciamos una etapa de diversificación en la difusión de tanta producción. El día <a href="http://escribiradrede.blogspot.com.es/2008/06/sentada-del-5-de-junio-de-2008.html" target="_blank">5 de junio de 2008</a> subimos la primera sentada en <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="http://escribiradrede.blogspot.com.es/" target="_blank">http://escribiradrede.blogspot.com.es/</a></i>, los tres primeros cuentos semanales, que no han faltado ni un solo jueves durante estos 7 años. Hasta hoy mismo, que con esta reseña damos por cancelado el blog.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">El blog de los adredistas es la isla del tesoro, con infinitos mapas para seguir la pista. A los que tengáis tiempo y os guste la literatura, os recomiendo que pinchéis en cualquiera de la lista de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Autores</i> más veteranos, lo mismo da <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Peva</i> que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">HeavyMetal</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Isabel</i> o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Conchi</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Carmen</i> o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Víctor</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ramón</i> o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Rafa</i> o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">César</i> o<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> Sebas</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fernando</i> o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Estrella</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Laura</i> o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">MaryMar</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Rosalía</i> o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Iñaki</i>… La producción de cada uno por separado es siempre irregular, la vida misma otra vez, pero lo que más abunda son las genialidades, no las mediocridades. Y el caso de Iñaki es más que un tesoro, sus <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Miniaturas </i>son un diamante de mucho peso, la poesía de la emoción secuestrada y dada a la fuga, versos imposibles de olvidar: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“En el abismo de la soledad / se escucha el silencio / de las voces calladas: / se escucha el abismo”.</i> O estos: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Escondes la rabia, / perpetúas la rabia / y la rabia destruye tu voluntad”</i>. <span style="color: black;">No hay mucha poesía en el blog, no se puede tener todo, pero <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Miniaturas</i> son parte fundamental de la historia de los adredistas y parte también de la historia de la poesía en castellano.<o:p></o:p></span></span></span></div>
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="color: black; font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">No me hagáis perder más tiempo. Pinchad de una vez en el blog, en la columna de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Autores</i>, y leed unos cuantos relatos. Descubriréis otro mundo a vuestro lado, la historia de otros seres humanos hasta hoy invisibles, contada por sensibilidades también mudas hasta hoy, que se expresan con una inteligencia y una solvencia que os enseñará incluso a escribir.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="color: black; font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Repito, el mundo que han creado los adredistas no es un mundo posible: está aquí, entre nosotros. Este blog es testigo. La de hoy, esta última sentada de escritura, hace la número 305. Hemos colgado ya cerca de mil textos, entre relatos, poemas y ensayos, y todos están a vuestra disposición. Añadid a ello todos y cada uno de los artículos escritos para la revista <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Proposiciones</i> –no tenéis más que pinchar en el icono–, y cuyo último número, el nº 18, con su última página, la pág. 16, provocó el cortocircuito que ha dejado a oscuras la cabeza del director del CAMF.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="color: black; font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Esta fue por desgracia la última página que hemos escrito los adredistas, pero que nadie piense que lo hicimos a propósito: nunca imaginamos que nuestra escritura tuviese un efecto tan contradictorio: en vez de iluminar, obnubilar siquiera una sola cabeza. De haberlo sabido, hubiésemos sido más ladinos, como suelen serlo los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">genios</i>, más acostumbrados al comercio.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="color: black; font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Lo raro, desde luego, es que el grupo haya durado tantos poemas, tantísimos relatos, tantos libros, tantas revistas y tantos programas de radio. Mención destacada merecen también el grupo de la revista y los locutores de la radio. El grupo de los redactores y colaboradores de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Proposiciones</i> han creado una revista que se ha hecho santo y seña en la sede del IMSERSO o en sus residencias por la calidad del diseño, la pluralidad de sus contenidos y su bajo coste: 500 € por número desembolsaba el IMSERSO, lo que nos cobra la imprenta, y que a veces alguien tenía que adelantar, que esa es otra. Ellos fueron capaces de sacar cuatro números anuales, hasta el aciago nº 18, y no se habían cansado. Nunca unos redactores aprovecharon mejor un taller de periodismo impartido, eso sí, por una profesional de primer nivel, también voluntaria, y un taller de fotografía, que nos amenizara otro profesional de éxito para completar su formación.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="color: black; font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y qué decir de los 95 podcast de cada uno de los programas de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Escribiradrede</i> que emitimos por EcoLeganés y la red de Radios Comunitarias de Madrid desde hace siete años y que también podéis encontrar colgados en el blog. Los propios adredistas han sido los locutores de sus cuentos, una hora de radio en cada podcast realizada por las voces más originales de la radiodifusión mundial. Los que no tengáis prisa por malvivir escuchando discursos repetidos, pararos un rato a escuchar estas voces de los adredistas y oiréis cómo suena la vida de verdad, la vida que no se puede desperdiciar porque no sobra, la vida gota a gota, dicha y respirada muy despacio. Ningún programa de radio que hayáis oído jamás se puede comparar al que hacen ellos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="color: black; font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Dos, tres, cinco, diez fueron los residentes que abrieron la brecha, el siglo pasado, por la que se ha colado todo esto de lo que hablo. Pues bien, en el último informe de evaluación entregado a la dirección del centro, del 25 de marzo de 2014, y haciendo balance de los residentes que participaban a día de hoy de las actividades de los adredistas, sin contar los que por una u otra razón han ido causando baja en este tiempo, nombré 45 personas, entre residentes y de media pensión.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="color: black; font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Ha sido con esta abultadísima participación que hemos desmontado muchos mitos. El principal, quizá, ese mito de las infinitas “minusvalías” que proclaman los que no ven (o no miran) a los compañeros del colectivo de la diversidad funcional. Son los que se empeñan en airear discapacidades y disciudadanías, desde sus consultas de médicos, donde no hay sino diversidad y, por supuesto, tanta inteligencia o más que en sus recetas. No existen las minusvalías en el colectivo de la diversidad: lo que sí existe es discriminación disfrazada de paternalismo y medicalización, solo eso, que perdura enquistada como una garrapata en algunas cabezas y hace tanto daño.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="color: black; font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Pero sobre todo hemos desmontado la estúpida leyenda, otro mito desvergonzadamente voceado por algún médico, de la desmotivación en unos individuos acostumbrados a la pura supervivencia, como si sobrevivir en sus condiciones pudiera ser conjugado con semejante perífrasis. Los adredistas jamás hemos pronunciado esa palabra y siempre hemos desconfiado de los que, como este director del CAMF, son ciegos a sus ganas de hacer, de crear, de producir. La desmotivación, si acaso, es el estado de ánimo que inoculan personas autoritarias con su paternalismo, sus amenazas y sus represiones. Porque lo cierto es que todo lo que no es libertad es desmotivación, no hay más misterio.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="color: black; font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">En fin, cuesta mucho crear espacios de libertad y muy poco terminar con ellos. La experiencia creativa de los adredistas, que tanta libertad y tanta energía y tanta felicidad ha generado en este CAMF, energía que estaba alcanzando a los propios trabajadores, que cada vez han colaborado más y mejor con nuestras actividades, ha sido barrida por esta fiebre autoritaria de un cerebro que fue cortocircuitado por la última página de la última revista. Los voluntarios nos vamos, pero da pánico tener que quedarse a vivir o trabajar en un lugar dirigido por este individuo, con un semejante comportamiento reiterado.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="color: black; font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">No me quiero dejar llevar por la rabia o el pesimismo, pero es inaudito que todo esto pueda ocurrir en una institución como el IMSERSO, con su experiencia en gestión, y en un centro del IMSERSO, me refiero a laminar esta experiencia pionera de creación e integración, pero también a ningunear a un numerosísimo grupo de personas que voluntariamente asistíamos en la escritura o en la radio a estos 45 residentes.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="color: black; font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">¡Y menuda motivación, esta patada, para seguir gastando bromas! Confío sin embargo en los compañeros adredistas para sobrevivir a tanto desastre, otro más en su vida y también inmerecido. Pero ellos ya no se desmotivarán jamás, conocen el camino de la colaboración y la libertad. Y conocen dónde lleva, por encima de estos cortocircuitos y otros tales.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: right;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black; font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Andrés Mencía, Adredista 0<o:p></o:p></span></span></i></b></div>
Unknownnoreply@blogger.com12tag:blogger.com,1999:blog-7664910606141027630.post-30021270621127518362014-04-03T00:08:00.000+02:002014-04-03T00:08:00.160+02:00Sentada del 3 de abril de 2014<div style="text-indent: 0cm;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"></span></b><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"></span></o:p></span> </div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">CUADERNO AZUL / 19<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div style="text-align: right; text-indent: 0cm;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;">Carmen</span></i></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><o:p></o:p></span></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8_KWZiFW1PH5pS5dUS4mvZy-DgEI5gqhQhc9mqc6ya9a3eFvbIXdQoAXpSfJCMGBB4sNUrcCbNqQXlw-fDM0swlCvK6jO74Cov-CmfPX5o8t1ZxjboGcGQIh36neRH6ajt4ImKlL4Uko/s1600/2014-04-03-01.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8_KWZiFW1PH5pS5dUS4mvZy-DgEI5gqhQhc9mqc6ya9a3eFvbIXdQoAXpSfJCMGBB4sNUrcCbNqQXlw-fDM0swlCvK6jO74Cov-CmfPX5o8t1ZxjboGcGQIh36neRH6ajt4ImKlL4Uko/s1600/2014-04-03-01.jpg" height="139" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;">Puerta</span></b><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"> cerrada, la de los manicomios, que tantos hombres brillantes encierran. Hay muchos allí que no merecen semejante maltrato. Yo tuve un tío encerrado durante 30 años. Puerta de dolor, incluso de malos tratos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;">Puerta</span></b><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"> abierta, puerta de la cultura, la de la escuela, que nos acerca al saber, a aprender, a desenvolvernos, a conocer todo lo que ha sido y a prever lo que será. La puerta de la escritura.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;">Puerta</span></b><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"> de la vergüenza, la puerta de los orfelinatos, un pararrayos para lavar la conciencia de la sociedad, la vergüenza de los niños abandonados, de los niños que nunca nunca estarán integrados.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;">Laura</span></b><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"> quería amar y decidió operarse de abductores y entró en el hospital de <st1:personname productid="La Paz. All■" w:st="on">La Paz. Allí</st1:personname> conoció a Carlos, su fisioterapeuta, moreno, alto, pelo negro rizado, un verdadero ángel, o sea, un demonio, como nos gustan a las mujeres. Pero discutió con Carlos y le dijo que nunca podría hacerle feliz. “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Eres boba</i>, le respondió el ángel, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tú tienes todo lo que a mí me falta, inteligencia, constancia, bondad. Yo te ayudaré con mis manos a estar en forma y tú me lo agradecerás con tu amor”</i>.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;">Pared</span></b><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"> de nuestras limitaciones: nadie hay para asistir al minusválido a bajar las escaleras que le impiden acceder al mundo y vivir una vida independiente. La pared de alambradas de los campos de refugiados o la pared de ladrillo de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), que evidencian que un ciudadano no puede ser libre en su propio país o en el país que desee. Pared muy visible de la xenofobia, que impide que un migrante pueda trabajar con dignidad, la pared de los visados o de los permisos de trabajo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;">El</span></b><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"> Sultán estaba enamorado perdidamente de su favorita</span><span lang="ES" style="font-family: Garamond; mso-bidi-font-family: Arial;"> al-Zahrá</span><span lang="ES" style="font-family: Garamond;">. Era tan hermosa y tanto era su amor, que el Sultán le prometió construir una ciudad solo comparable a su belleza. Y para ello mandó utilizar los más valiosos materiales: </span><span lang="ES" style="font-family: Garamond; mso-bidi-font-family: Arial;">ébano, mármol, marfil y piedras preciosas. Pero</span><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"> tardaron tantos años en construirla que la dama fue perdiendo belleza y el Sultán entusiasmo. Y abandonó por fin su construcción y la gente se ha ido llevando las piedras, una a una, de </span><span lang="ES" style="font-family: Garamond; mso-bidi-font-family: Arial;">Madinat al-Zahrá, <st1:personname productid="la Ciudad" w:st="on">la Ciudad</st1:personname> de Azahara, la ciudad brillante, la ciudad de la flor.</span><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;">En</span></b><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"> un lugar de Soria, entre los poblachos de Fraguas y Navafría, cerca del monasterio, entre montes de pinos y encinas, encontramos la ermita de <st1:personname productid="la Virgen" w:st="on">la Virgen</st1:personname> de Inodejo. Unos pastores hallaron por allí la imagen de una virgen y les pareció tan hermosa que quisieron llevársela al pueblo y construirle una iglesia. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¡Ay, qué bonita!</i>, dijeron, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">la llevaremos al pueblo y la pondremos en la iglesia</i>. Pero les gritó la imagen: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¿Y si no dejo?</i> Al punto entendieron el mensaje.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;">–Está</span></b><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"> usted detenida. Tenemos que inmovilizarla. / –¿Cómo? Si yo no he hecho nada. Yo sólo estaba paseando. Yo no hice nada. Tiene que haber un error. / –Lo sentimos, estamos buscando a una minusválida que ha atracado un banco y debemos comprobar sus datos. / –Pues siento no poder ayudarles, pues yo no soy menos válida que ustedes, solamente soy coja y me desplazo en silla de ruedas, pero soy tan válida como cualquiera de ustedes, y no declaro más.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">FURIOSA<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div style="text-align: right; text-indent: 0cm;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;">Peva<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhk-vrJF-j0n1R-zXhSdXaSiQ2TN6eCBDdI0qnhmBUFl-L2qwW11l5eEb3RngmeKPRQb9hsIVc5-45wTZ-rUgYojVnQLKP7DBUSE1FUtvbddcvGw2o26D7nFeFxf7YV3UipPafEBvAeggM/s1600/2014-04-03-02.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhk-vrJF-j0n1R-zXhSdXaSiQ2TN6eCBDdI0qnhmBUFl-L2qwW11l5eEb3RngmeKPRQb9hsIVc5-45wTZ-rUgYojVnQLKP7DBUSE1FUtvbddcvGw2o26D7nFeFxf7YV3UipPafEBvAeggM/s1600/2014-04-03-02.jpg" height="192" width="200" /></a><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Yo en esta puta casa he escarmentado, pero de qué manera.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">No te puedes fiar del que se mueve a tu espalda, lo mismo da quien sea, pues lo más seguro es que te clave con un cuchillo a cualquier pared del centro. Y ni reparamos en el mal efecto: las paredes llenas de sangre y la gente colgada como de pinchos pasillo adelante y medio moribunda hace un efecto deplorable.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Imaginaos que viene una visita para ver a cualquier familiar, o talmente una periodista. Lo más normal es que salgan despavoridos y no vuelvan en una década. Esas personas quedan tocadas para toda su vida, y totalmente escarmentadas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Porque esto es lo que pasa aquí, que o escarmientas o te las dan todas en el mismo carrillo. Da lo mismo que no te metas con nadie, da lo mismo que pases de todos como de comer mierda: aquí todo el mundo te conoce –como yo les conozco a ellos– y lo primero que aprenden es a buscar tu lado más débil para joderte.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y también muchas de las personas que trabajan aquí están muy amargadas con la vida que les ha tocado vivir, pues se van haciendo mayores y se encuentran, al volver a casa, con unos maridos que en su día han querido con toda su alma, pero que ahora están calvos y feos. Y qué le vamos a hacer, es lo que pasa en las mejores familias, pero es duro. En estas circunstancias cuesta mucho pensar en positivo, pensar por ejemplo que tienes un trabajo cómodo, una verdadera lotería en estos días de tantísimo paro.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">En fin, que esta vida que llevamos es para estar en un estado de furia permanente. Desde que te levantas, alguien se encargará de meterte el dedo por el ojo izquierdo con el único propósito de joderte el día y que termines en un estado catatónico. Como para pensar en disfrutar. No hay manera, siempre viene alguien a jodértelo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y eso que yo voy a mi bola. Pero no hay manera de pasar desapercibido. No paran hasta que te enfureces, y cuanto más, mejor. Además, como todos te conocen bien, saben como conseguirlo. “Ah, lo siento, no lo sabía”, esta es la disculpa después del desastre. Ya les vale.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Por eso que yo voy a todas partes por libre. Es más, cada vez que quedo con cierta gente, los más fiables, lo paso hasta mal. Para mí que me estoy volviendo autista. Ya no aguanto a nadie. Como los autistas, mi mundo es otro, ya no soy de este mundo y me manejo con otras capacidades completamente diferentes a las habituales. Y como los autistas, no me hace ninguna gracia que me lo digan otros y que me den coña con ello.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Pues para evitarlo y no estar furiosa todo el día, lo mejor, huir, como sea.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">NUEVAS TECNOLOGÍAS<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div style="text-align: right; text-indent: 0cm;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;">HeavyMetal<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj14rjiVSolbQoJAQfg9kqlBJovzkrC9rqPjllpuk8pLUbhysQ-OvBAjIoa_uWqomodz20WnEGjEVDAO8VFpKvKnLB4iYbhtVTYLCAEZhRU71FFZcKLEtUTpyZItB4QY-eJQ6TkUZKLK2E/s1600/2014-04-03-03.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj14rjiVSolbQoJAQfg9kqlBJovzkrC9rqPjllpuk8pLUbhysQ-OvBAjIoa_uWqomodz20WnEGjEVDAO8VFpKvKnLB4iYbhtVTYLCAEZhRU71FFZcKLEtUTpyZItB4QY-eJQ6TkUZKLK2E/s1600/2014-04-03-03.jpg" height="96" width="200" /></a><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Qué manía le estoy cogiendo a las nuevas tecnologías.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Lo bonito que era recibir cartas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Desde que llegaron los ordenadores no hay ilusión por ponerte a escribir una carta. Qué hermoso era.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Ahora con eso de apretar un botón no hay amor.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Esas máquinas y los teléfonos móviles han estropeado el mundo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Escribías una carta y estabas esperando cinco o seis meses la contestación.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Esos aparatos han echado el mundo a perder.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Son buenos para los peces gordos, para darse recados, pero son malos para todo lo demás.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Para nosotros son lastimosos, no se hacen amigos con esto.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Te lo hacen todo ya, no hay alegría, una máquina te lo hace todo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Aprietas un botón y te sale un montón de información que vale muy poco. Para mí no vale nada.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Es una pena, me pone nervioso.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Con lo bonito que era buscarlo todo en el diccionario y las enciclopedias.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Cuántos sentimientos cabían en una carta. Podías decir un sinfín de cosas y siempre quedaba algo en el tintero.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Ya nadie conoce los buzones de correos. A nadie se le ha ocurrido, sin embargo, hacerle un homenaje a las cartas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Hay monumentos al palomar, a la noria, pero a nadie se le ocurre un monumento a la carta o al buzón de correos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Qué bonito era recibir una carta, me ponía el vello de punta.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Yo sigo utilizando las cartas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Las nuevas tecnologías me hacen sufrir.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Era un mundo que molaba, el de los carteros. Molaba y se pensaba, que ahora es una lástima tanto botón.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Qué bonito era poner una conferencia, o cuando la televisión tenía dos canales.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Este es un manuscrito muy serio para mí, para que luego venga el colega hablando de los americanos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">A mí qué me importa que fueran los americanos o su ejército quien inventara Internet.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y eso que casi todas las semanas subo un escrito al blog de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Escribiradrede</i>, que sé de lo que hablo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">El día que se caiga Internet, que se caerá seguro algún día, ese día será la catástrofe. Pero yo sobreviviré.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">PROHIBICIONES<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div style="text-align: right; text-indent: 0cm;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;">Conchi<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4RMHWdATEBeHIGJVVctKax4NJwAID8vN6OhEKfrYr6iIn7dZiBJcKiDYeieltMPe0omFu7SOlh05WhoyOrNQHYAMcusMa_SPw-UyPMFg_aaH6WqEo153cW6xvwuwbXxJIdIpf7EoWzuc/s1600/2014-04-03-04.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4RMHWdATEBeHIGJVVctKax4NJwAID8vN6OhEKfrYr6iIn7dZiBJcKiDYeieltMPe0omFu7SOlh05WhoyOrNQHYAMcusMa_SPw-UyPMFg_aaH6WqEo153cW6xvwuwbXxJIdIpf7EoWzuc/s1600/2014-04-03-04.jpg" height="197" width="200" /></a><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Las prohibiciones, es lo más fácil. A mi madre le dijeron que el otro día iba por la carretera y casi me pilla un coche. A nadie se le ocurrió explicarle por qué iba por la carretera o por qué el ayuntamiento mantiene unos bordillos tan altos que no te puedes subir a las aceras o bajar de ellas, si es que te habías podido subir. De eso, nada dijeron. Solo que casi me pilla un coche. Y fue verdad. Lo que más me molesta, sin embargo, es que la cuidadora le tenga que decir a mi madre que casi me pilla el coche. Está para trabajar, no para cotillear, y menos para chivárselo a mi madre.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y, claro, mi madre se cabreó conmigo. Y empezó a chillar: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“¿Pero es que no puedes ir por la acera?”</i>. Yo se lo expliqué, que si quería cruzar la calle tenía que ir un tramo por la calzada, pero que pedía ayuda a la gente... Pero es mentira, no pido ayuda porque hay gente que te ayuda, pero hay gente que pasa de ti como de comer mierda. Se deben de creer que somos tontos porque nos ven así, tan originales, y no nos conocen, o por falta de información y de sensibilidad... Yo no quiero que me ayuden cuando puedo sola, pero otras veces me veo muy apurada. Pero, aunque ya la gente se va concienciando más al vernos callejear en las sillas, pues a veces se creen que estamos o bebidas o drogadas y no nos echan una mano por nada del mundo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">De otra cosa me acuerdo ahora, que las prohibiciones nunca vienen solas, como las desgracias. Cuando yo tenía siete años y mi hermano ocho, nos prohibieron entrar con la silla en un cine de Madrid. Dijo el acomodador que dejáramos la silla de ruedas fuera, que era de cadete y manual, porque se podía producir un incendio y obstaculizar el pasillo de emergencia. No podía mi hermano conmigo en brazos hasta la butaca, y llamamos a mi madre. Pero entonces mi madre oyó aquello y cogió miedo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">El acomodador era muy grosero y le hizo a mi madre dejar la silla fuera y sentarme en una butaca. No volvimos a ese cine. Mi hermano se quedó alucinado y se había cabreado mucho con el acomodador. A eso no hay derecho, porque yo iba con una silla manual que no pesaba nada, y mi madre, para que mi hermano se quedase tranquilo, me tuvo que quitar de la silla y ponerme en la butaca. Desde entonces, cuando íbamos al cine con mi tía en <st1:personname productid="la Gran V■a" w:st="on">la Gran Vía</st1:personname>, me cogían en brazos para no discutir con el acomodador. ¡Qué manía que con la silla no se podía entrar porque se podía obstaculizar la salida en caso de incendio!<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y también cuando ahora vamos en grupo los compañeros del centro a tomar algo nos han echado de casi todos los bares de ParqueSur. Íbamos a las cafeterías y nos ponían mala cara, porque a uno se le caía la baba, a otro había que dárselo en botella, al otro la pajita... Ya hemos dejado de ir. Compramos alcohol y coca-cola y hacemos botellón. Yo no deseo el mal a nadie, pero algunos jefes de cafeterías se tenían que quedar unas cuantas horas en una silla de ruedas. Porque yo al fin y al cabo me considero una tía que no doy problemas a nadie, pero no veo justo que cuando vayamos un grupito de cojos nos digan: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Fuera, no os servimos”</i>. Incluso a uno de mis compañeros le dijeron que ojalá se muriera. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Ojalá se muera usted”</i>, contesté yo, por supuesto.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">MUCHAS HISTORIAS EN UNA HISTORIA<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div style="text-align: right; text-indent: 0cm;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;">Laura<o:p></o:p></span></i></b></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuyAkOA5Al8inszxPDZ9nMbPU5ddFmm8htri3aSIQLKwK-JB-jNHGyd6Ks1JOVSYsPLVw2frIXmThi_eA58lJgFSd8Lm1Tw7mVPur_5qAfB_Avioz9pZTMnxT4N1v_Mo6_Nz-_7q80ob8/s1600/2014-04-03-05.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuyAkOA5Al8inszxPDZ9nMbPU5ddFmm8htri3aSIQLKwK-JB-jNHGyd6Ks1JOVSYsPLVw2frIXmThi_eA58lJgFSd8Lm1Tw7mVPur_5qAfB_Avioz9pZTMnxT4N1v_Mo6_Nz-_7q80ob8/s1600/2014-04-03-05.jpg" height="200" width="131" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">blogs.20minutos.es</td></tr>
</tbody></table>
<span lang="ES" style="font-family: Garamond; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-size: large;">Allá vamos: Cerca de Corcubión estuve viviendo cuando era joven, sencillamente porque quise cambiar de aires y salir de la monotonía del centro de Madrid. Así me metí en el verde de Galicia y fracasé totalmente porque aquel ambiente era demasiado húmedo y el hombre que había elegido de compañero, un desastre.<o:p></o:p></span></span><br />
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-size: large;">Se me ha olvidado totalmente el nombre de mi compañero. Sí recuerdo que era el médico del pueblo y yo estaba enamorada, si no yo no hubiera hecho esa locura. Contaré una de tantas peripecias que me sucedieron.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-size: large;">Tuvimos que visitar a una mujer enferma que vivía unos kilómetros más al norte. El coche del médico era normalito, de tamaño medio y color gris, como eran allí las nubes y los días. Se nos paró sin saber el porqué.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-size: large;">A un galleguiño que venía montado en su burro, mi compañero le pidió ayuda, y le dijo que tenía que atender a una señora que estaba enferma, de nombre Felisa. El galleguiño nos dijo que la conocía y que le siguiéramos andando pues vivía a poco más de un kilómetro. Pero se dio cuenta que yo no tenía la ropa apropiada para caminar fuera del coche y me ofreció su capota y se empeñó en montarme en su burro. Jamás había montado yo en burro, pero resultó apasionante, no sé donde me agarraba para sujetarme, sobre todo al principio, que luego logré estabilizarme. <o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-size: large;">Han pasado muchos años y apenas me acuerdo de mi compañero el médico, ni del galleguiño, sólo que era muy amable. Pero sí me acuerdo del burro y lo dura que estaba la albarda.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-size: large;">Ahora caigo: mi compañero el médico se llamaba Jacobo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><st1:personname productid="LA PROMESA" w:st="on"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;">LA PROMESA</span></b></st1:personname><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><o:p></o:p></span></b></span></div>
<div style="text-align: right; text-indent: 0cm;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;">MaryMar<o:p></o:p></span></i></b></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihYpGiSzBe7p7zvP9g4Y1nqVbYenJ7Kp5xZY2Ni2NC53SI7BwYPS981iCctiCGmHeoMLGhMz_EAWx1fnti5bhCVTfcEyHt-APEsNJUU6p9sdZBxFAXultDx-ZpczBxRqkf1XTm-26IFZo/s1600/2014-04-03-06.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihYpGiSzBe7p7zvP9g4Y1nqVbYenJ7Kp5xZY2Ni2NC53SI7BwYPS981iCctiCGmHeoMLGhMz_EAWx1fnti5bhCVTfcEyHt-APEsNJUU6p9sdZBxFAXultDx-ZpczBxRqkf1XTm-26IFZo/s1600/2014-04-03-06.jpg" height="200" width="86" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">www.museoreinasofia.es</td></tr>
</tbody></table>
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Cuando tenía ocho años me hice muy amiga de una chavala de mi edad, Pepa. Estábamos internas en un colegio. Íbamos a la misma clase, nuestras camas estaban juntas y comíamos en la misma mesa. En las horas de descanso también nos juntábamos y nos gustaba jugar a la pelota.<o:p></o:p></span></span><br />
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">También había otro juego que nos gustaba: improvisar obras de teatro. Nos reuníamos varios compañeros y ensayábamos las obritas que habíamos inventado. Las representábamos en un salón del colegio. Venían a vernos todos los niños y niñas del cole. A veces nuestros padres y amigos. A todo el mundo les gustaban mucho nuestras obras.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Las fiestas del cumpleaños de Pepa eran memorables. Tenía una enorme mansión muy bonita. En su fiesta había de todo, según ella contaba: comida, música, baile, disfraces…Siempre invitaba a muchísima gente. Me daba mucha envidia y aquel año le pedí que me invitase y ella dijo “¿Por qué no?”. Desde aquel momento, estuve esperando que llegase el día, pero la invitación nunca llegó. <o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Me enfadé mucho con ella. Hablé con la dirección para que me cambiase de cama en el dormitorio y me colocasen en otra mesa. En las clases era más difícil, pues hacíamos el mismo curso y teníamos que ir juntas, pero yo no estaba dispuesta. Para solucionarlo hablé con un enfermero amigo de la familia y le pedí que me ayudase a fingir que me había roto la pierna. Me puso una escayola, habló con el médico y este me dio una baja por un mes, que pasaría en la primera fila de pupitres de la clase con la pata estirada.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Cuando pasó ese tiempo llegaron las vacaciones y nos fuimos cada mochuelo a su olivo. Pedí cambio de colegio para el año próximo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">EL OLVIDO<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div style="text-align: right; text-indent: 0cm;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;">Isabel<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjD-MkDl9Y0eURYQ5eRyM_hVg4HEdoGQtYu8k2gnJuoC7T7iEAeTSRneOxnIJJrcC7FJPMqS5zfEZTvm2VNPzIemSWTk8WKnFh1VFfzetwLlMDOUs9zdBedWnlzB9eAPASkExge7Q_7Rxw/s1600/2014-04-03-07.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjD-MkDl9Y0eURYQ5eRyM_hVg4HEdoGQtYu8k2gnJuoC7T7iEAeTSRneOxnIJJrcC7FJPMqS5zfEZTvm2VNPzIemSWTk8WKnFh1VFfzetwLlMDOUs9zdBedWnlzB9eAPASkExge7Q_7Rxw/s1600/2014-04-03-07.jpg" height="146" width="200" /></a><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Se me olvidan muchas cosas, pero no se me va de la cabeza mi primer amor. Antonio era muy bueno, me cuidaba como una madre y me lavaba el cuerpo y la cabeza en su casa. Vivía de alquiler porque no se fiaba de su padre, que era un mujeriego que abusaba de las personas débiles.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Su padre era cocinero y puso un restaurante con una chica joven, Carmen, que ya tenía un hijo de una pareja anterior, que murió a los tres años de casados.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Antonio venía a verme al CAMF del Ferrol, donde yo estaba ingresada. Él tenía veintiocho años por aquel entonces y yo treinta y uno. Decía que la edad no importaba y que la diferencia era poca. <span style="mso-tab-count: 1;"> </span><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Nos conocimos el 10 de octubre y estuvimos viéndonos casi todos los días durante muchos años. Hasta que se tuvo que ir a trabajar a Benidorm, como camarero, que allí se ganaba mucho dinero por aquel entonces con el turismo, en verano y en invierno.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Desde que lo dejamos ya no siento nada por ningún hombre, no se me olvida Antonio.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Tengo una fotografía en la que estamos los dos, en un marco, –las tengo puestas al alcance de mi vista, en la habitación– y otra en la que estamos bailando muy juntos en el salón de actos. Yo todavía podía andar sin la silla de ruedas, pero él para más seguridad me tocaba el culo, para que no me cayera.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">También tengo otras muchas en un álbum: se nos ve juntos y risueños, sobre todo en las fiestas de Navidad, en los cumpleaños, en el comedor del CAMF…</span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">En Sanxenxo, donde estuvimos diez días, en verano, hacía mucho calor, me pidió en matrimonio y yo le dije que no.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Al ver que mi determinación era total, me preguntó Antonio:<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;"> –¿Y por qué me dices esto?<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y yo le contesté:<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Yo te quiero mucho, pero no te voy a condenar a que trabajes toda la vida para mantenerme.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y continuábamos yendo a bailar algunas veces a las discotecas y Antonio me regaló un perro, que criábamos juntos, hasta que se fue a Benidorm.<o:p></o:p></span></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7664910606141027630.post-74862135348404666442014-04-03T00:07:00.000+02:002014-04-03T00:07:00.171+02:00Cuaderno azul / 19<div style="text-indent: 0cm;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;"><o:p></o:p></span></span></b> </div>
<div style="text-align: right; text-indent: 0cm;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;">Carmen</span></i></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><o:p></o:p></span></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8_KWZiFW1PH5pS5dUS4mvZy-DgEI5gqhQhc9mqc6ya9a3eFvbIXdQoAXpSfJCMGBB4sNUrcCbNqQXlw-fDM0swlCvK6jO74Cov-CmfPX5o8t1ZxjboGcGQIh36neRH6ajt4ImKlL4Uko/s1600/2014-04-03-01.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8_KWZiFW1PH5pS5dUS4mvZy-DgEI5gqhQhc9mqc6ya9a3eFvbIXdQoAXpSfJCMGBB4sNUrcCbNqQXlw-fDM0swlCvK6jO74Cov-CmfPX5o8t1ZxjboGcGQIh36neRH6ajt4ImKlL4Uko/s1600/2014-04-03-01.jpg" height="139" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;">Puerta</span></b><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"> cerrada, la de los manicomios, que tantos hombres brillantes encierran. Hay muchos allí que no merecen semejante maltrato. Yo tuve un tío encerrado durante 30 años. Puerta de dolor, incluso de malos tratos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;">Puerta</span></b><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"> abierta, puerta de la cultura, la de la escuela, que nos acerca al saber, a aprender, a desenvolvernos, a conocer todo lo que ha sido y a prever lo que será. La puerta de la escritura.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;">Puerta</span></b><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"> de la vergüenza, la puerta de los orfelinatos, un pararrayos para lavar la conciencia de la sociedad, la vergüenza de los niños abandonados, de los niños que nunca nunca estarán integrados.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;">Laura</span></b><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"> quería amar y decidió operarse de abductores y entró en el hospital de <st1:personname productid="La Paz. All■" w:st="on">La Paz. Allí</st1:personname> conoció a Carlos, su fisioterapeuta, moreno, alto, pelo negro rizado, un verdadero ángel, o sea, un demonio, como nos gustan a las mujeres. Pero discutió con Carlos y le dijo que nunca podría hacerle feliz. “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Eres boba</i>, le respondió el ángel, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tú tienes todo lo que a mí me falta, inteligencia, constancia, bondad. Yo te ayudaré con mis manos a estar en forma y tú me lo agradecerás con tu amor”</i>.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;">Pared</span></b><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"> de nuestras limitaciones: nadie hay para asistir al minusválido a bajar las escaleras que le impiden acceder al mundo y vivir una vida independiente. La pared de alambradas de los campos de refugiados o la pared de ladrillo de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), que evidencian que un ciudadano no puede ser libre en su propio país o en el país que desee. Pared muy visible de la xenofobia, que impide que un migrante pueda trabajar con dignidad, la pared de los visados o de los permisos de trabajo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;">El</span></b><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"> Sultán estaba enamorado perdidamente de su favorita</span><span lang="ES" style="font-family: Garamond; mso-bidi-font-family: Arial;"> al-Zahrá</span><span lang="ES" style="font-family: Garamond;">. Era tan hermosa y tanto era su amor, que el Sultán le prometió construir una ciudad solo comparable a su belleza. Y para ello mandó utilizar los más valiosos materiales: </span><span lang="ES" style="font-family: Garamond; mso-bidi-font-family: Arial;">ébano, mármol, marfil y piedras preciosas. Pero</span><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"> tardaron tantos años en construirla que la dama fue perdiendo belleza y el Sultán entusiasmo. Y abandonó por fin su construcción y la gente se ha ido llevando las piedras, una a una, de </span><span lang="ES" style="font-family: Garamond; mso-bidi-font-family: Arial;">Madinat al-Zahrá, <st1:personname productid="la Ciudad" w:st="on">la Ciudad</st1:personname> de Azahara, la ciudad brillante, la ciudad de la flor.</span><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;">En</span></b><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"> un lugar de Soria, entre los poblachos de Fraguas y Navafría, cerca del monasterio, entre montes de pinos y encinas, encontramos la ermita de <st1:personname productid="la Virgen" w:st="on">la Virgen</st1:personname> de Inodejo. Unos pastores hallaron por allí la imagen de una virgen y les pareció tan hermosa que quisieron llevársela al pueblo y construirle una iglesia. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¡Ay, qué bonita!</i>, dijeron, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">la llevaremos al pueblo y la pondremos en la iglesia</i>. Pero les gritó la imagen: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¿Y si no dejo?</i> Al punto entendieron el mensaje.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;">–Está</span></b><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"> usted detenida. Tenemos que inmovilizarla. / –¿Cómo? Si yo no he hecho nada. Yo sólo estaba paseando. Yo no hice nada. Tiene que haber un error. / –Lo sentimos, estamos buscando a una minusválida que ha atracado un banco y debemos comprobar sus datos. / –Pues siento no poder ayudarles, pues yo no soy menos válida que ustedes, solamente soy coja y me desplazo en silla de ruedas, pero soy tan válida como cualquiera de ustedes, y no declaro más.</span></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7664910606141027630.post-2157958005262738602014-04-03T00:06:00.000+02:002014-04-03T00:06:00.107+02:00Furiosa<div style="text-indent: 0cm;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;"><o:p></o:p></span></span></b> </div>
<div style="text-align: right; text-indent: 0cm;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;">Peva<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhk-vrJF-j0n1R-zXhSdXaSiQ2TN6eCBDdI0qnhmBUFl-L2qwW11l5eEb3RngmeKPRQb9hsIVc5-45wTZ-rUgYojVnQLKP7DBUSE1FUtvbddcvGw2o26D7nFeFxf7YV3UipPafEBvAeggM/s1600/2014-04-03-02.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhk-vrJF-j0n1R-zXhSdXaSiQ2TN6eCBDdI0qnhmBUFl-L2qwW11l5eEb3RngmeKPRQb9hsIVc5-45wTZ-rUgYojVnQLKP7DBUSE1FUtvbddcvGw2o26D7nFeFxf7YV3UipPafEBvAeggM/s1600/2014-04-03-02.jpg" height="192" width="200" /></a><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Yo en esta puta casa he escarmentado, pero de qué manera.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">No te puedes fiar del que se mueve a tu espalda, lo mismo da quien sea, pues lo más seguro es que te clave con un cuchillo a cualquier pared del centro. Y ni reparamos en el mal efecto: las paredes llenas de sangre y la gente colgada como de pinchos pasillo adelante y medio moribunda hace un efecto deplorable.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Imaginaos que viene una visita para ver a cualquier familiar, o talmente una periodista. Lo más normal es que salgan despavoridos y no vuelvan en una década. Esas personas quedan tocadas para toda su vida, y totalmente escarmentadas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Porque esto es lo que pasa aquí, que o escarmientas o te las dan todas en el mismo carrillo. Da lo mismo que no te metas con nadie, da lo mismo que pases de todos como de comer mierda: aquí todo el mundo te conoce –como yo les conozco a ellos– y lo primero que aprenden es a buscar tu lado más débil para joderte.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y también muchas de las personas que trabajan aquí están muy amargadas con la vida que les ha tocado vivir, pues se van haciendo mayores y se encuentran, al volver a casa, con unos maridos que en su día han querido con toda su alma, pero que ahora están calvos y feos. Y qué le vamos a hacer, es lo que pasa en las mejores familias, pero es duro. En estas circunstancias cuesta mucho pensar en positivo, pensar por ejemplo que tienes un trabajo cómodo, una verdadera lotería en estos días de tantísimo paro.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">En fin, que esta vida que llevamos es para estar en un estado de furia permanente. Desde que te levantas, alguien se encargará de meterte el dedo por el ojo izquierdo con el único propósito de joderte el día y que termines en un estado catatónico. Como para pensar en disfrutar. No hay manera, siempre viene alguien a jodértelo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y eso que yo voy a mi bola. Pero no hay manera de pasar desapercibido. No paran hasta que te enfureces, y cuanto más, mejor. Además, como todos te conocen bien, saben como conseguirlo. “Ah, lo siento, no lo sabía”, esta es la disculpa después del desastre. Ya les vale.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Por eso que yo voy a todas partes por libre. Es más, cada vez que quedo con cierta gente, los más fiables, lo paso hasta mal. Para mí que me estoy volviendo autista. Ya no aguanto a nadie. Como los autistas, mi mundo es otro, ya no soy de este mundo y me manejo con otras capacidades completamente diferentes a las habituales. Y como los autistas, no me hace ninguna gracia que me lo digan otros y que me den coña con ello.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Pues para evitarlo y no estar furiosa todo el día, lo mejor, huir, como sea.</span></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7664910606141027630.post-11980159518172675562014-04-03T00:05:00.000+02:002014-04-03T00:05:00.076+02:00Nuevas tecnologías<div style="text-indent: 0cm;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;"><o:p></o:p></span></span></b> </div>
<div style="text-align: right; text-indent: 0cm;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;">HeavyMetal<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj14rjiVSolbQoJAQfg9kqlBJovzkrC9rqPjllpuk8pLUbhysQ-OvBAjIoa_uWqomodz20WnEGjEVDAO8VFpKvKnLB4iYbhtVTYLCAEZhRU71FFZcKLEtUTpyZItB4QY-eJQ6TkUZKLK2E/s1600/2014-04-03-03.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj14rjiVSolbQoJAQfg9kqlBJovzkrC9rqPjllpuk8pLUbhysQ-OvBAjIoa_uWqomodz20WnEGjEVDAO8VFpKvKnLB4iYbhtVTYLCAEZhRU71FFZcKLEtUTpyZItB4QY-eJQ6TkUZKLK2E/s1600/2014-04-03-03.jpg" height="96" width="200" /></a><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Qué manía le estoy cogiendo a las nuevas tecnologías.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Lo bonito que era recibir cartas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Desde que llegaron los ordenadores no hay ilusión por ponerte a escribir una carta. Qué hermoso era.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Ahora con eso de apretar un botón no hay amor.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Esas máquinas y los teléfonos móviles han estropeado el mundo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Escribías una carta y estabas esperando cinco o seis meses la contestación.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Esos aparatos han echado el mundo a perder.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Son buenos para los peces gordos, para darse recados, pero son malos para todo lo demás.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Para nosotros son lastimosos, no se hacen amigos con esto.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Te lo hacen todo ya, no hay alegría, una máquina te lo hace todo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Aprietas un botón y te sale un montón de información que vale muy poco. Para mí no vale nada.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Es una pena, me pone nervioso.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Con lo bonito que era buscarlo todo en el diccionario y las enciclopedias.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Cuántos sentimientos cabían en una carta. Podías decir un sinfín de cosas y siempre quedaba algo en el tintero.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Ya nadie conoce los buzones de correos. A nadie se le ha ocurrido, sin embargo, hacerle un homenaje a las cartas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Hay monumentos al palomar, a la noria, pero a nadie se le ocurre un monumento a la carta o al buzón de correos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Qué bonito era recibir una carta, me ponía el vello de punta.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Yo sigo utilizando las cartas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Las nuevas tecnologías me hacen sufrir.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Era un mundo que molaba, el de los carteros. Molaba y se pensaba, que ahora es una lástima tanto botón.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Qué bonito era poner una conferencia, o cuando la televisión tenía dos canales.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Este es un manuscrito muy serio para mí, para que luego venga el colega hablando de los americanos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">A mí qué me importa que fueran los americanos o su ejército quien inventara Internet.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y eso que casi todas las semanas subo un escrito al blog de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Escribiradrede</i>, que sé de lo que hablo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">El día que se caiga Internet, que se caerá seguro algún día, ese día será la catástrofe. Pero yo sobreviviré.</span></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7664910606141027630.post-51699827347689396632014-04-03T00:04:00.000+02:002014-04-03T00:04:00.076+02:00Prohibiciones<div style="text-indent: 0cm;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;"><o:p></o:p></span></span></b> </div>
<div style="text-align: right; text-indent: 0cm;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;">Conchi<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4RMHWdATEBeHIGJVVctKax4NJwAID8vN6OhEKfrYr6iIn7dZiBJcKiDYeieltMPe0omFu7SOlh05WhoyOrNQHYAMcusMa_SPw-UyPMFg_aaH6WqEo153cW6xvwuwbXxJIdIpf7EoWzuc/s1600/2014-04-03-04.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4RMHWdATEBeHIGJVVctKax4NJwAID8vN6OhEKfrYr6iIn7dZiBJcKiDYeieltMPe0omFu7SOlh05WhoyOrNQHYAMcusMa_SPw-UyPMFg_aaH6WqEo153cW6xvwuwbXxJIdIpf7EoWzuc/s1600/2014-04-03-04.jpg" height="197" width="200" /></a><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Las prohibiciones, es lo más fácil. A mi madre le dijeron que el otro día iba por la carretera y casi me pilla un coche. A nadie se le ocurrió explicarle por qué iba por la carretera o por qué el ayuntamiento mantiene unos bordillos tan altos que no te puedes subir a las aceras o bajar de ellas, si es que te habías podido subir. De eso, nada dijeron. Solo que casi me pilla un coche. Y fue verdad. Lo que más me molesta, sin embargo, es que la cuidadora le tenga que decir a mi madre que casi me pilla el coche. Está para trabajar, no para cotillear, y menos para chivárselo a mi madre.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y, claro, mi madre se cabreó conmigo. Y empezó a chillar: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“¿Pero es que no puedes ir por la acera?”</i>. Yo se lo expliqué, que si quería cruzar la calle tenía que ir un tramo por la calzada, pero que pedía ayuda a la gente... Pero es mentira, no pido ayuda porque hay gente que te ayuda, pero hay gente que pasa de ti como de comer mierda. Se deben de creer que somos tontos porque nos ven así, tan originales, y no nos conocen, o por falta de información y de sensibilidad... Yo no quiero que me ayuden cuando puedo sola, pero otras veces me veo muy apurada. Pero, aunque ya la gente se va concienciando más al vernos callejear en las sillas, pues a veces se creen que estamos o bebidas o drogadas y no nos echan una mano por nada del mundo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">De otra cosa me acuerdo ahora, que las prohibiciones nunca vienen solas, como las desgracias. Cuando yo tenía siete años y mi hermano ocho, nos prohibieron entrar con la silla en un cine de Madrid. Dijo el acomodador que dejáramos la silla de ruedas fuera, que era de cadete y manual, porque se podía producir un incendio y obstaculizar el pasillo de emergencia. No podía mi hermano conmigo en brazos hasta la butaca, y llamamos a mi madre. Pero entonces mi madre oyó aquello y cogió miedo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">El acomodador era muy grosero y le hizo a mi madre dejar la silla fuera y sentarme en una butaca. No volvimos a ese cine. Mi hermano se quedó alucinado y se había cabreado mucho con el acomodador. A eso no hay derecho, porque yo iba con una silla manual que no pesaba nada, y mi madre, para que mi hermano se quedase tranquilo, me tuvo que quitar de la silla y ponerme en la butaca. Desde entonces, cuando íbamos al cine con mi tía en <st1:personname productid="la Gran V■a" w:st="on">la Gran Vía</st1:personname>, me cogían en brazos para no discutir con el acomodador. ¡Qué manía que con la silla no se podía entrar porque se podía obstaculizar la salida en caso de incendio!<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y también cuando ahora vamos en grupo los compañeros del centro a tomar algo nos han echado de casi todos los bares de ParqueSur. Íbamos a las cafeterías y nos ponían mala cara, porque a uno se le caía la baba, a otro había que dárselo en botella, al otro la pajita... Ya hemos dejado de ir. Compramos alcohol y coca-cola y hacemos botellón. Yo no deseo el mal a nadie, pero algunos jefes de cafeterías se tenían que quedar unas cuantas horas en una silla de ruedas. Porque yo al fin y al cabo me considero una tía que no doy problemas a nadie, pero no veo justo que cuando vayamos un grupito de cojos nos digan: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Fuera, no os servimos”</i>. Incluso a uno de mis compañeros le dijeron que ojalá se muriera. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Ojalá se muera usted”</i>, contesté yo, por supuesto.</span></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7664910606141027630.post-6072676167315845672014-04-03T00:03:00.000+02:002014-04-03T00:03:00.845+02:00Muchas historias en una historia<div style="text-indent: 0cm;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;"><o:p></o:p></span></span></b> </div>
<div style="text-align: right; text-indent: 0cm;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;">Laura<o:p></o:p></span></i></b></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuyAkOA5Al8inszxPDZ9nMbPU5ddFmm8htri3aSIQLKwK-JB-jNHGyd6Ks1JOVSYsPLVw2frIXmThi_eA58lJgFSd8Lm1Tw7mVPur_5qAfB_Avioz9pZTMnxT4N1v_Mo6_Nz-_7q80ob8/s1600/2014-04-03-05.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuyAkOA5Al8inszxPDZ9nMbPU5ddFmm8htri3aSIQLKwK-JB-jNHGyd6Ks1JOVSYsPLVw2frIXmThi_eA58lJgFSd8Lm1Tw7mVPur_5qAfB_Avioz9pZTMnxT4N1v_Mo6_Nz-_7q80ob8/s1600/2014-04-03-05.jpg" height="200" width="131" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">blogs.20minutos.es</td></tr>
</tbody></table>
<span lang="ES" style="font-family: Garamond; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-size: large;">Allá vamos: Cerca de Corcubión estuve viviendo cuando era joven, sencillamente porque quise cambiar de aires y salir de la monotonía del centro de Madrid. Así me metí en el verde de Galicia y fracasé totalmente porque aquel ambiente era demasiado húmedo y el hombre que había elegido de compañero, un desastre.<o:p></o:p></span></span><br />
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-size: large;">Se me ha olvidado totalmente el nombre de mi compañero. Sí recuerdo que era el médico del pueblo y yo estaba enamorada, si no yo no hubiera hecho esa locura. Contaré una de tantas peripecias que me sucedieron.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-size: large;">Tuvimos que visitar a una mujer enferma que vivía unos kilómetros más al norte. El coche del médico era normalito, de tamaño medio y color gris, como eran allí las nubes y los días. Se nos paró sin saber el porqué.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-size: large;">A un galleguiño que venía montado en su burro, mi compañero le pidió ayuda, y le dijo que tenía que atender a una señora que estaba enferma, de nombre Felisa. El galleguiño nos dijo que la conocía y que le siguiéramos andando pues vivía a poco más de un kilómetro. Pero se dio cuenta que yo no tenía la ropa apropiada para caminar fuera del coche y me ofreció su capota y se empeñó en montarme en su burro. Jamás había montado yo en burro, pero resultó apasionante, no sé donde me agarraba para sujetarme, sobre todo al principio, que luego logré estabilizarme. <o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-size: large;">Han pasado muchos años y apenas me acuerdo de mi compañero el médico, ni del galleguiño, sólo que era muy amable. Pero sí me acuerdo del burro y lo dura que estaba la albarda.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-size: large;">Ahora caigo: mi compañero el médico se llamaba Jacobo.</span></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7664910606141027630.post-61540087391352630912014-04-03T00:02:00.000+02:002014-04-03T00:02:00.921+02:00La promesa<div style="text-indent: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><st1:personname productid="LA PROMESA" w:st="on"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"></span></b></st1:personname><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><o:p></o:p></span></b></span> </div>
<div style="text-align: right; text-indent: 0cm;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;">MaryMar<o:p></o:p></span></i></b></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihYpGiSzBe7p7zvP9g4Y1nqVbYenJ7Kp5xZY2Ni2NC53SI7BwYPS981iCctiCGmHeoMLGhMz_EAWx1fnti5bhCVTfcEyHt-APEsNJUU6p9sdZBxFAXultDx-ZpczBxRqkf1XTm-26IFZo/s1600/2014-04-03-06.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihYpGiSzBe7p7zvP9g4Y1nqVbYenJ7Kp5xZY2Ni2NC53SI7BwYPS981iCctiCGmHeoMLGhMz_EAWx1fnti5bhCVTfcEyHt-APEsNJUU6p9sdZBxFAXultDx-ZpczBxRqkf1XTm-26IFZo/s1600/2014-04-03-06.jpg" height="200" width="86" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">www.museoreinasofia.es</td></tr>
</tbody></table>
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Cuando tenía ocho años me hice muy amiga de una chavala de mi edad, Pepa. Estábamos internas en un colegio. Íbamos a la misma clase, nuestras camas estaban juntas y comíamos en la misma mesa. En las horas de descanso también nos juntábamos y nos gustaba jugar a la pelota.<o:p></o:p></span></span><br />
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">También había otro juego que nos gustaba: improvisar obras de teatro. Nos reuníamos varios compañeros y ensayábamos las obritas que habíamos inventado. Las representábamos en un salón del colegio. Venían a vernos todos los niños y niñas del cole. A veces nuestros padres y amigos. A todo el mundo les gustaban mucho nuestras obras.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Las fiestas del cumpleaños de Pepa eran memorables. Tenía una enorme mansión muy bonita. En su fiesta había de todo, según ella contaba: comida, música, baile, disfraces…Siempre invitaba a muchísima gente. Me daba mucha envidia y aquel año le pedí que me invitase y ella dijo “¿Por qué no?”. Desde aquel momento, estuve esperando que llegase el día, pero la invitación nunca llegó. <o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Me enfadé mucho con ella. Hablé con la dirección para que me cambiase de cama en el dormitorio y me colocasen en otra mesa. En las clases era más difícil, pues hacíamos el mismo curso y teníamos que ir juntas, pero yo no estaba dispuesta. Para solucionarlo hablé con un enfermero amigo de la familia y le pedí que me ayudase a fingir que me había roto la pierna. Me puso una escayola, habló con el médico y este me dio una baja por un mes, que pasaría en la primera fila de pupitres de la clase con la pata estirada.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Cuando pasó ese tiempo llegaron las vacaciones y nos fuimos cada mochuelo a su olivo. Pedí cambio de colegio para el año próximo.</span></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7664910606141027630.post-49563084617741301492014-04-03T00:01:00.000+02:002014-04-03T00:01:00.442+02:00El olvido<div style="text-indent: 0cm;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;"><o:p></o:p></span></span></b> </div>
<div style="text-align: right; text-indent: 0cm;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Garamond;">Isabel<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjD-MkDl9Y0eURYQ5eRyM_hVg4HEdoGQtYu8k2gnJuoC7T7iEAeTSRneOxnIJJrcC7FJPMqS5zfEZTvm2VNPzIemSWTk8WKnFh1VFfzetwLlMDOUs9zdBedWnlzB9eAPASkExge7Q_7Rxw/s1600/2014-04-03-07.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjD-MkDl9Y0eURYQ5eRyM_hVg4HEdoGQtYu8k2gnJuoC7T7iEAeTSRneOxnIJJrcC7FJPMqS5zfEZTvm2VNPzIemSWTk8WKnFh1VFfzetwLlMDOUs9zdBedWnlzB9eAPASkExge7Q_7Rxw/s1600/2014-04-03-07.jpg" height="146" width="200" /></a><span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Se me olvidan muchas cosas, pero no se me va de la cabeza mi primer amor. Antonio era muy bueno, me cuidaba como una madre y me lavaba el cuerpo y la cabeza en su casa. Vivía de alquiler porque no se fiaba de su padre, que era un mujeriego que abusaba de las personas débiles.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Su padre era cocinero y puso un restaurante con una chica joven, Carmen, que ya tenía un hijo de una pareja anterior, que murió a los tres años de casados.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Antonio venía a verme al CAMF del Ferrol, donde yo estaba ingresada. Él tenía veintiocho años por aquel entonces y yo treinta y uno. Decía que la edad no importaba y que la diferencia era poca. <span style="mso-tab-count: 1;"> </span><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Nos conocimos el 10 de octubre y estuvimos viéndonos casi todos los días durante muchos años. Hasta que se tuvo que ir a trabajar a Benidorm, como camarero, que allí se ganaba mucho dinero por aquel entonces con el turismo, en verano y en invierno.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Desde que lo dejamos ya no siento nada por ningún hombre, no se me olvida Antonio.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Tengo una fotografía en la que estamos los dos, en un marco, –las tengo puestas al alcance de mi vista, en la habitación– y otra en la que estamos bailando muy juntos en el salón de actos. Yo todavía podía andar sin la silla de ruedas, pero él para más seguridad me tocaba el culo, para que no me cayera.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">También tengo otras muchas en un álbum: se nos ve juntos y risueños, sobre todo en las fiestas de Navidad, en los cumpleaños, en el comedor del CAMF…</span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">En Sanxenxo, donde estuvimos diez días, en verano, hacía mucho calor, me pidió en matrimonio y yo le dije que no.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Al ver que mi determinación era total, me preguntó Antonio:<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;"> –¿Y por qué me dices esto?<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y yo le contesté:<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Yo te quiero mucho, pero no te voy a condenar a que trabajes toda la vida para mantenerme.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y continuábamos yendo a bailar algunas veces a las discotecas y Antonio me regaló un perro, que criábamos juntos, hasta que se fue a Benidorm.<o:p></o:p></span></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7664910606141027630.post-60246419929071421662014-03-27T00:03:00.000+01:002014-03-27T00:03:00.200+01:00Sentada del 27 de marzo de 2014<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"></span></b><span style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"></span></o:p></span><br />
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">UNA HISTORIA DE AMOR<o:p></o:p></span></span></b><br />
<div style="text-align: right;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Mercedes<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQa_EY25TxgYv0tAfQfV5g1mF-IfVlTsmZTP5cGGHdCyxBQt75qt9IRjlNSNRMIQ2XFP9sKR-4xDrGEGQAgHzMIPvQqCFzaqKxzfZw3hIyanA2AnGaEakczanoe61zGU2UkB27egxlGF0/s1600/2014-03-27-01.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQa_EY25TxgYv0tAfQfV5g1mF-IfVlTsmZTP5cGGHdCyxBQt75qt9IRjlNSNRMIQ2XFP9sKR-4xDrGEGQAgHzMIPvQqCFzaqKxzfZw3hIyanA2AnGaEakczanoe61zGU2UkB27egxlGF0/s1600/2014-03-27-01.jpg" /></a><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Había una vez, en una ciudad a la que todavía no había llegado el ferrocarril, una mujer tan hermosa y tan triste que llamaba la atención de todos los hombres. Su familia era muy rica, pero ella parecía muy infeliz. Todo el mundo conocía a su padre y no había más que rumores en la ciudad sobre lo que podía ocurrir en aquella casa.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Todas las tardes, a la misma hora, la chica pasaba por delante de la taberna y las lenguas de los clientes se desataban. Quien nunca decía nada era el tabernero, Matías. Miraba a Rebeca, sabía su nombre desde la primera vez que la vio pasar, y permanecía en silencio, suspirando con disimulo para que nadie lo advirtiera. Lo cierto es que se había enamorado y sabía también que era un amor imposible, pues él era pobre.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Un día que Rebeca no pasó por delante de la taberna a su hora y que, sin poder evitarlo, Matías bebió y bebió del tonel hasta no poder más, se lo confesó todo a la madre al llegar a su casa.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Madre, tengo que confesarle mi estupidez: me he ido a enamorar de una niña que no es de nuestra clase y que nunca me aceptará. Estoy cada día más loco y más desesperado. Me tengo miedo. Es hermosa como una mañana de verano.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–¿De quién hablas, hijo mío? –preguntó muy asustada ella.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–De Rebeca, la hija del Capitán Chuletas –le llamaban así por algo que había ocurrido en la guerra de Cuba.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Perdió el color la madre y a punto estuvo de perder también el conocimiento.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Tengo que decirte algo muy grave, hijo mío: Yo trabajé, para mi desgracia, en la casa del Capitán Chuletas. Mis padres no tenían para comer y me mandaron a servir. El Capitán ya bebía mucho por entonces, más incluso que ahora. Una noche, yo le había oído llegar dando voces y borracho como un cosaco, se abrió la puerta de mi habitación de criada y allí estaba él. Lo que ocurrió aquella noche me ha avergonzado siempre: si no hubiera sido por ti, me habría matado. Porque tú eres hijo de aquella violación y fuiste mi consuelo desde el primer momento. Me echaron a la calle cuando se supo que estaba embarazada y no han vuelto a dirigirme la palabra desde entonces, ni yo a ellos.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">A oír esta confesión el pobre muchacho quiso morirse. Si ya estaba medio loco de amor, ahora se estaba volviendo loco de rabia, de confusión, de odio, de pena.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">La desesperación le iluminó el camino y pidió votos en el convento de los Dominicos de la ciudad, Stª María de las Gracias. Allí aprendió a cocinar, encargándose también de la bodega. Un día que el prior estaba de viaje, se había ido al capítulo provincial con otros frailes, le tocó al padre Matías entrar en el confesionario. A oscuras como estaba, y con los ojos cerrados, la primera voz que oyó tras la rejilla le asustó de tal manera que creyó enloquecer. No podía ser de otra mujer aquella voz que de Rebeca, una mujer ahora en plena madurez.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Lo que oyó después le produjo tal conmoción que creyó desmayar.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Padre, no soy virgen, mi propio padre me ha violado repetidamente. No me atrevía a decírselo a nadie, pero ya no puedo vivir con esta culpa.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">La mujer se calló, el fraile tampoco podía pronunciar palabra, hasta que, en un momento, ella creyó oír unos sollozos mientras escuchaba <span style="mso-bidi-font-style: italic;">el<i> ego te absolvo</i></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> a peccatis tuis</i> de labios del confesor.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">De lo que ocurrió aquella noche, lo único que trascendió ha sido el cadáver del Capitán Chuletas. Había sido asesinado con su propia pistola, en su propia casa. Alguien pareció haber visto salir de la casa a un fraile dominico con la capa cubriéndole el rostro, pero preguntada la hija por esta circunstancia, afirmó a la policía que nadie los había visitado aquella noche.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Eran tantos los enemigos del Capitán Chuletas que la policía no terminó nunca de hacer pesquisas.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Lo que sí es cierto es que su hija Rebeca nunca cambió ya de confesor, después de aquella primera vez que tanto le costara sincerarse con el P. Matías.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span><br />
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">MI ELEFANTE<o:p></o:p></span></span></b><br />
<div style="text-align: right;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Rosa<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_kaPN7zslSQYwpPNcg0lVHLUdNMpS8O0y1pWadilEjnMeSMeLBYgwHBfdKkuLQK6Ekm0yMLd0-IQZRkOVk8PazCKbRQ-1S-XGqa4I-HFrYlYoB_RCjmAoBVInouPjwd9dJku1hH-40aQ/s1600/2014-03-27-02.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_kaPN7zslSQYwpPNcg0lVHLUdNMpS8O0y1pWadilEjnMeSMeLBYgwHBfdKkuLQK6Ekm0yMLd0-IQZRkOVk8PazCKbRQ-1S-XGqa4I-HFrYlYoB_RCjmAoBVInouPjwd9dJku1hH-40aQ/s1600/2014-03-27-02.jpg" height="200" width="170" /></a><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Yo sueño más despierta que dormida. En la penumbra, aparcada mi silla en medio del vestíbulo –me dicen que sonrío y lloro a veces– me voy con mi elefante a la selva.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">El elefante que sueño, que es rosa y muy tierno, grande y pacífico como un lago, suele estar muy triste porque le gusta la compañía. Los suyos no le hacen mucho caso porque es feo.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Un elefante rosa en medio de una manada de serios y grandotes elefantes pardos es un poco ridículo y por eso él se aparta y come solo por ahí.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Un día soñé que tenía que arreglar esto y, en vez de irme sola a la selva, me fui con una excursión de niños. Encontramos al elefante rosa al borde de la depresión, de tan solo como se sentía. Pero fue vernos y se puso a dar saltos de alegría. Era graciosísimo, lo veías saltar y no te lo podías creer.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">El elefante ya no podía separarse de nosotros. ¿Qué pasó? Que la excursión era una excursión de colegio y yo tenía que devolver por la tarde a los niños a sus casas si no quería tener problemas con los padres.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Pero el elefante se negaba a quedarse solo. Decía que nosotros éramos su manada, todos tan diferentes, y quería que le prestásemos un jersey y unos pantalones vaqueros para ponerse bonito. Pero, como era una excursión para un día, no llevábamos ropa de repuesto.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">¿Qué hacer, entonces? No le podíamos dejar solo allí, sus lágrimas estaban inundando la selva. Lo subimos al autobús y lo vestimos en el Corte Inglés de El Bercial para no escandalizar y le buscamos habitación en Trabenco, en el colegio, de guarda, que así estaría acompañado todo el día por los niños y tranquilo durante la noche.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y yo, por supuesto, para soñar con mi elefante rosa, ya no tendría que darme esas palizas yendo hasta la selva. Ahora sería mi vecino. Quedó contento mi elefante con el cambio y yo también. Además, en la selva hay muchos leones y otros animales con púas que hacen los sueños muy incómodos.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y mi elefante, si echa de menos a los suyos, que yo sé lo que es eso, podrá visitarlos cuando quiera. No tiene más que coger el autobús.<o:p></o:p></span></span>Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7664910606141027630.post-16326274439404214522014-03-27T00:02:00.000+01:002014-03-27T00:02:00.489+01:00Una historia de amor<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
<div style="text-align: right;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Mercedes<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQa_EY25TxgYv0tAfQfV5g1mF-IfVlTsmZTP5cGGHdCyxBQt75qt9IRjlNSNRMIQ2XFP9sKR-4xDrGEGQAgHzMIPvQqCFzaqKxzfZw3hIyanA2AnGaEakczanoe61zGU2UkB27egxlGF0/s1600/2014-03-27-01.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQa_EY25TxgYv0tAfQfV5g1mF-IfVlTsmZTP5cGGHdCyxBQt75qt9IRjlNSNRMIQ2XFP9sKR-4xDrGEGQAgHzMIPvQqCFzaqKxzfZw3hIyanA2AnGaEakczanoe61zGU2UkB27egxlGF0/s1600/2014-03-27-01.jpg" /></a><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Había una vez, en una ciudad a la que todavía no había llegado el ferrocarril, una mujer tan hermosa y tan triste que llamaba la atención de todos los hombres. Su familia era muy rica, pero ella parecía muy infeliz. Todo el mundo conocía a su padre y no había más que rumores en la ciudad sobre lo que podía ocurrir en aquella casa.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Todas las tardes, a la misma hora, la chica pasaba por delante de la taberna y las lenguas de los clientes se desataban. Quien nunca decía nada era el tabernero, Matías. Miraba a Rebeca, sabía su nombre desde la primera vez que la vio pasar, y permanecía en silencio, suspirando con disimulo para que nadie lo advirtiera. Lo cierto es que se había enamorado y sabía también que era un amor imposible, pues él era pobre.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Un día que Rebeca no pasó por delante de la taberna a su hora y que, sin poder evitarlo, Matías bebió y bebió del tonel hasta no poder más, se lo confesó todo a la madre al llegar a su casa.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Madre, tengo que confesarle mi estupidez: me he ido a enamorar de una niña que no es de nuestra clase y que nunca me aceptará. Estoy cada día más loco y más desesperado. Me tengo miedo. Es hermosa como una mañana de verano.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–¿De quién hablas, hijo mío? –preguntó muy asustada ella.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–De Rebeca, la hija del Capitán Chuletas –le llamaban así por algo que había ocurrido en la guerra de Cuba.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Perdió el color la madre y a punto estuvo de perder también el conocimiento.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Tengo que decirte algo muy grave, hijo mío: Yo trabajé, para mi desgracia, en la casa del Capitán Chuletas. Mis padres no tenían para comer y me mandaron a servir. El Capitán ya bebía mucho por entonces, más incluso que ahora. Una noche, yo le había oído llegar dando voces y borracho como un cosaco, se abrió la puerta de mi habitación de criada y allí estaba él. Lo que ocurrió aquella noche me ha avergonzado siempre: si no hubiera sido por ti, me habría matado. Porque tú eres hijo de aquella violación y fuiste mi consuelo desde el primer momento. Me echaron a la calle cuando se supo que estaba embarazada y no han vuelto a dirigirme la palabra desde entonces, ni yo a ellos.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">A oír esta confesión el pobre muchacho quiso morirse. Si ya estaba medio loco de amor, ahora se estaba volviendo loco de rabia, de confusión, de odio, de pena.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">La desesperación le iluminó el camino y pidió votos en el convento de los Dominicos de la ciudad, Stª María de las Gracias. Allí aprendió a cocinar, encargándose también de la bodega. Un día que el prior estaba de viaje, se había ido al capítulo provincial con otros frailes, le tocó al padre Matías entrar en el confesionario. A oscuras como estaba, y con los ojos cerrados, la primera voz que oyó tras la rejilla le asustó de tal manera que creyó enloquecer. No podía ser de otra mujer aquella voz que de Rebeca, una mujer ahora en plena madurez.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Lo que oyó después le produjo tal conmoción que creyó desmayar.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Padre, no soy virgen, mi propio padre me ha violado repetidamente. No me atrevía a decírselo a nadie, pero ya no puedo vivir con esta culpa.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">La mujer se calló, el fraile tampoco podía pronunciar palabra, hasta que, en un momento, ella creyó oír unos sollozos mientras escuchaba <span style="mso-bidi-font-style: italic;">el<i> ego te absolvo</i></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> a peccatis tuis</i> de labios del confesor.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">De lo que ocurrió aquella noche, lo único que trascendió ha sido el cadáver del Capitán Chuletas. Había sido asesinado con su propia pistola, en su propia casa. Alguien pareció haber visto salir de la casa a un fraile dominico con la capa cubriéndole el rostro, pero preguntada la hija por esta circunstancia, afirmó a la policía que nadie los había visitado aquella noche.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Eran tantos los enemigos del Capitán Chuletas que la policía no terminó nunca de hacer pesquisas.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Lo que sí es cierto es que su hija Rebeca nunca cambió ya de confesor, después de aquella primera vez que tanto le costara sincerarse con el P. Matías.</span></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7664910606141027630.post-52128370833960400652014-03-27T00:01:00.000+01:002014-03-27T00:01:00.116+01:00Mi elefante<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
<div style="text-align: right;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Rosa<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_kaPN7zslSQYwpPNcg0lVHLUdNMpS8O0y1pWadilEjnMeSMeLBYgwHBfdKkuLQK6Ekm0yMLd0-IQZRkOVk8PazCKbRQ-1S-XGqa4I-HFrYlYoB_RCjmAoBVInouPjwd9dJku1hH-40aQ/s1600/2014-03-27-02.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_kaPN7zslSQYwpPNcg0lVHLUdNMpS8O0y1pWadilEjnMeSMeLBYgwHBfdKkuLQK6Ekm0yMLd0-IQZRkOVk8PazCKbRQ-1S-XGqa4I-HFrYlYoB_RCjmAoBVInouPjwd9dJku1hH-40aQ/s1600/2014-03-27-02.jpg" height="200" width="170" /></a><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Yo sueño más despierta que dormida. En la penumbra, aparcada mi silla en medio del vestíbulo –me dicen que sonrío y lloro a veces– me voy con mi elefante a la selva.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">El elefante que sueño, que es rosa y muy tierno, grande y pacífico como un lago, suele estar muy triste porque le gusta la compañía. Los suyos no le hacen mucho caso porque es feo.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Un elefante rosa en medio de una manada de serios y grandotes elefantes pardos es un poco ridículo y por eso él se aparta y come solo por ahí.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Un día soñé que tenía que arreglar esto y, en vez de irme sola a la selva, me fui con una excursión de niños. Encontramos al elefante rosa al borde de la depresión, de tan solo como se sentía. Pero fue vernos y se puso a dar saltos de alegría. Era graciosísimo, lo veías saltar y no te lo podías creer.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">El elefante ya no podía separarse de nosotros. ¿Qué pasó? Que la excursión era una excursión de colegio y yo tenía que devolver por la tarde a los niños a sus casas si no quería tener problemas con los padres.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Pero el elefante se negaba a quedarse solo. Decía que nosotros éramos su manada, todos tan diferentes, y quería que le prestásemos un jersey y unos pantalones vaqueros para ponerse bonito. Pero, como era una excursión para un día, no llevábamos ropa de repuesto.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">¿Qué hacer, entonces? No le podíamos dejar solo allí, sus lágrimas estaban inundando la selva. Lo subimos al autobús y lo vestimos en el Corte Inglés de El Bercial para no escandalizar y le buscamos habitación en Trabenco, en el colegio, de guarda, que así estaría acompañado todo el día por los niños y tranquilo durante la noche.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y yo, por supuesto, para soñar con mi elefante rosa, ya no tendría que darme esas palizas yendo hasta la selva. Ahora sería mi vecino. Quedó contento mi elefante con el cambio y yo también. Además, en la selva hay muchos leones y otros animales con púas que hacen los sueños muy incómodos.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y mi elefante, si echa de menos a los suyos, que yo sé lo que es eso, podrá visitarlos cuando quiera. No tiene más que coger el autobús.<o:p></o:p></span></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7664910606141027630.post-17605398400552816182014-03-20T00:04:00.000+01:002014-03-20T00:04:00.032+01:00Sentada del 20 de marzo de 2014<span style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"></span></o:p></span><br />
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">MIEDO<o:p></o:p></span></span></b><br />
<div style="text-align: right;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Peva<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWwkzulyliGS23yfA4AR4OQqpC1hBg0ibQzcZNFm2_xXnHaZoiHDTRiwoisCL6lgnOOf7jX7aUmohQ0jFJARjbUr3omSdHoBKDjhyphenhyphenCy4tW2MJWYlJ-y_yQF2ZMdwsO3LEpg1-wpcmjGDE/s1600/2014-03-20-01.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWwkzulyliGS23yfA4AR4OQqpC1hBg0ibQzcZNFm2_xXnHaZoiHDTRiwoisCL6lgnOOf7jX7aUmohQ0jFJARjbUr3omSdHoBKDjhyphenhyphenCy4tW2MJWYlJ-y_yQF2ZMdwsO3LEpg1-wpcmjGDE/s1600/2014-03-20-01.jpg" height="153" width="200" /></a><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Las personas vivimos llenas de insatisfacciones. Durante toda la vida nos acompaña esa sensación tan familiar de carecer de algo, y más desde que nos bombardean con publicidad como si nuestra casa fuese una aldea afgana. Sentimos que algo nos falta, o alguien, y así nos joden hasta los mejores momentos de la vida. Y terminaremos muriéndonos sin encontrarlo.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">O sea, que nos pasamos la vida con este desasosiego que te cagas, porque casi nunca se consigue nada de lo que se busca, no ya en las tiendas, tampoco en la vida diaria de las emociones. Nos prometen llegar a todas partes en vuelos a bajo coste o en cruceros de saldo, y así calmar esta especie de vacío que nos corroe las entrañas.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y el caso es que todo el mundo vuela o navega –los que pueden, claro– a los lugares más insospechados, pero vuelven igual de desasosegados de la pobreza de los demás, aquellos que visitan países exóticos desde su despilfarro.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Ya digo, no es mi caso, pero vivo igual de insatisfecha que los que viajan. El caso es que yo navego de otra manera, pero movida por la misma insatisfacción. No es la nuestra la época de Colón o Magallanes y tantos, pero lo que es navegar, ahora todo el mundo navegamos. No nos hace falta más que una pantallita para irnos a tomar por culo.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Eso sí, con la inestimable ayuda de un ratoncito, que yo llamo Mickey. Por cierto, mi ratoncito nunca fue un insatisfecho, se le ve feliz, aunque es un poco alocado. Es lo que tiene ser Mickey y ser mi fantasía, que yo no hago una fantasía de animal para ser una cosa amargada, perdería toda su magia y sería insoportable. Un animal de compañía amargado sería lo peor para personas como yo, no tan joven como mi Mickey y llena de miedos.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Porque en mi vida hubo siempre muchos miedos. Con el tiempo he aprendido a vivir con ellos. He conseguido identificar sus fuentes, disculpar su existencia, hacer que jueguen conmigo en terreno favorable y, cómo no, tomármelos como una broma de la vida.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">El síndrome del miedo me ha atacado durante todos los días de mi vida, vivo en un cuerpo que no se fabricó para hacer heroicidades. Pero el caso es que con el tiempo he ido perdiendo bastantes reflejos en lo que es mi quehacer cotidiano y ya no soy esa chica de ayer.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">No es que antes me comiera el mundo –si sé tanto de insatisfacciones es porque nunca conseguía todo lo que me proponía–, pero ahora nunca paso ya de comerme ni la mitad, y gracias. Y no tardará en llegar el día en que el mundo me devore a mí, ¡cosas de la vida!<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Pero a eso no le tengo miedo, al final del camino. Lo que me da pavor son estos últimos tramos, en los que no hago más que tropezar y romperme los huesos.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Eso sí, lo del miedo al ridículo me acompaña desde mi más remota infancia. Recuerdo que por entonces ya miraba a los otros niños correr y veía en ellos algo que, por más que me miraba y remiraba, yo no tenía. No tenía sus piernas entonces y no las tengo ahora.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Mi miedo al ridículo ahora ha cambiado un poco y se concreta más en no dejar traslucir mis insatisfacciones, en que no se note mucho todo lo que echo de menos. Por eso que navego tanto y leo tanto, para vivir en las vidas de otros lo que yo no tengo. <o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span><br />
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">EL CAMINO<o:p></o:p></span></span></b><br />
<div style="text-align: right;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Rosa<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghzYsJZo198_0xqPTMn5luMNvzK9yRdtvkjsMu8Gu127-mWOidQEmyehlt0WEg_QKoQXirn5L8IvZXVg5Go5573HHOR31eS0mCR1z3I0A5muKDJyR_rvOxGEFtEyxWp3b5LO9JiKewXcc/s1600/2014-03-20-02.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghzYsJZo198_0xqPTMn5luMNvzK9yRdtvkjsMu8Gu127-mWOidQEmyehlt0WEg_QKoQXirn5L8IvZXVg5Go5573HHOR31eS0mCR1z3I0A5muKDJyR_rvOxGEFtEyxWp3b5LO9JiKewXcc/s1600/2014-03-20-02.jpg" height="103" width="200" /></a><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Jorge es un caminante desde el vientre de su madre, que lo llevaba a las marchas antiOtan exhibiendo su barriga desnuda porque estaba muy orgullosa del niño que crecía dentro.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y cuando Jorge salió a este mundo ya sabía andar, como es lógico. Nunca se ha detenido, de momento, y duerme mientras camina. Es un vencejo sin alas, pero con mucho corazón.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">En la orilla del camino ha encontrado muchas necesidades, niños sin pan, ancianos o animales sin agua, hombres sin trabajo y sin esperanza, buitres sin carroña y creyentes sin dioses.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Pero el camino también ha enseñado a Jorge a remediarlos. El camino mismo, no los márgenes. Porque Jorge también ha encontrado en los márgenes muchos paraísos, montañas de nieve, lagos de plata, playas en calma, ciudades con palmeras y centros acogedores para los más necesitados.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Los paraísos ocupan los márgenes, como la miseria, pero en el camino no hay miseria ni utopías. Acaso tampoco hay esperanza, pero cada niño que se pone de pie y, desde su hambre, se incorpora a la corriente del camino, cada animal que bebe agua y continúa caminando, cada anciano que se levanta para caminar un tramo más, cada creyente que por fin encuentra a su dios en el camino y no es el trabajo o el dinero y comparte su esperanza con los buitres que planean siguiendo la corriente, cada mujer que se atreve a concebir, cada uno de estos milagros de los caminantes dibuja otra sonrisa en el rostro de Jorge, que continúa caminando feliz.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Porque Jorge es un caminante feliz.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span><br />
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">OJOS FIJOS<o:p></o:p></span></span></b><br />
<div style="text-align: right;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Garamond;">MaryMar<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSqvBlM9Z5bSD00RJKkAN34hhS272J7gB7AoAwHswPQsokoiKL8BW4wAgBxhyvITXKFVkGHx6C7wTtxybv8vTh-oYl432YCFOrhC1ilA75NtiJmAwOaA7X2iu7zduEsOm3qx7gNMgbb6E/s1600/2014-03-20-03.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSqvBlM9Z5bSD00RJKkAN34hhS272J7gB7AoAwHswPQsokoiKL8BW4wAgBxhyvITXKFVkGHx6C7wTtxybv8vTh-oYl432YCFOrhC1ilA75NtiJmAwOaA7X2iu7zduEsOm3qx7gNMgbb6E/s1600/2014-03-20-03.jpg" height="145" width="200" /></a><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">MaryMar tiene fijos en ella cuatro ojos que han sufrido mucho, pero que afirman a la par, y sin dudarlo, que nadie les ha hecho daño. <o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Son los ojos de Ramón y de Nacho, ninguno de los dos quiere echarle la culpa a nadie de sus sufrimientos.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">A las preguntas de MaryMar, ellos siempre responden que nadie les hizo sufrir jamás por crueldad.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Admirable –concluye al fin MaryMar–, cada cual somos responsables también de nuestras desgracias. A nadie podemos hacer responsables de nuestro dolor o de nuestras tristezas, salvo si no nos divertimos.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Ahí te veo bien, MaryMar, –contesta Ramón– porque la diversión y la fiesta hacen que en nuestra vida se haga justicia, que el reparto de la felicidad sea efectivo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y que crezca la solidaridad.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Vaya galimatías –exclama MaryMar, pues no sabe lo que ha podido decir para que el otro saque semejante conclusión.<o:p></o:p></span></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7664910606141027630.post-19739205348385469352014-03-20T00:03:00.000+01:002014-03-20T00:03:00.062+01:00Miedo<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
<div style="text-align: right;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Peva<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWwkzulyliGS23yfA4AR4OQqpC1hBg0ibQzcZNFm2_xXnHaZoiHDTRiwoisCL6lgnOOf7jX7aUmohQ0jFJARjbUr3omSdHoBKDjhyphenhyphenCy4tW2MJWYlJ-y_yQF2ZMdwsO3LEpg1-wpcmjGDE/s1600/2014-03-20-01.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWwkzulyliGS23yfA4AR4OQqpC1hBg0ibQzcZNFm2_xXnHaZoiHDTRiwoisCL6lgnOOf7jX7aUmohQ0jFJARjbUr3omSdHoBKDjhyphenhyphenCy4tW2MJWYlJ-y_yQF2ZMdwsO3LEpg1-wpcmjGDE/s1600/2014-03-20-01.jpg" height="153" width="200" /></a><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Las personas vivimos llenas de insatisfacciones. Durante toda la vida nos acompaña esa sensación tan familiar de carecer de algo, y más desde que nos bombardean con publicidad como si nuestra casa fuese una aldea afgana. Sentimos que algo nos falta, o alguien, y así nos joden hasta los mejores momentos de la vida. Y terminaremos muriéndonos sin encontrarlo.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">O sea, que nos pasamos la vida con este desasosiego que te cagas, porque casi nunca se consigue nada de lo que se busca, no ya en las tiendas, tampoco en la vida diaria de las emociones. Nos prometen llegar a todas partes en vuelos a bajo coste o en cruceros de saldo, y así calmar esta especie de vacío que nos corroe las entrañas.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y el caso es que todo el mundo vuela o navega –los que pueden, claro– a los lugares más insospechados, pero vuelven igual de desasosegados de la pobreza de los demás, aquellos que visitan países exóticos desde su despilfarro.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Ya digo, no es mi caso, pero vivo igual de insatisfecha que los que viajan. El caso es que yo navego de otra manera, pero movida por la misma insatisfacción. No es la nuestra la época de Colón o Magallanes y tantos, pero lo que es navegar, ahora todo el mundo navegamos. No nos hace falta más que una pantallita para irnos a tomar por culo.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Eso sí, con la inestimable ayuda de un ratoncito, que yo llamo Mickey. Por cierto, mi ratoncito nunca fue un insatisfecho, se le ve feliz, aunque es un poco alocado. Es lo que tiene ser Mickey y ser mi fantasía, que yo no hago una fantasía de animal para ser una cosa amargada, perdería toda su magia y sería insoportable. Un animal de compañía amargado sería lo peor para personas como yo, no tan joven como mi Mickey y llena de miedos.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Porque en mi vida hubo siempre muchos miedos. Con el tiempo he aprendido a vivir con ellos. He conseguido identificar sus fuentes, disculpar su existencia, hacer que jueguen conmigo en terreno favorable y, cómo no, tomármelos como una broma de la vida.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">El síndrome del miedo me ha atacado durante todos los días de mi vida, vivo en un cuerpo que no se fabricó para hacer heroicidades. Pero el caso es que con el tiempo he ido perdiendo bastantes reflejos en lo que es mi quehacer cotidiano y ya no soy esa chica de ayer.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">No es que antes me comiera el mundo –si sé tanto de insatisfacciones es porque nunca conseguía todo lo que me proponía–, pero ahora nunca paso ya de comerme ni la mitad, y gracias. Y no tardará en llegar el día en que el mundo me devore a mí, ¡cosas de la vida!<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Pero a eso no le tengo miedo, al final del camino. Lo que me da pavor son estos últimos tramos, en los que no hago más que tropezar y romperme los huesos.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Eso sí, lo del miedo al ridículo me acompaña desde mi más remota infancia. Recuerdo que por entonces ya miraba a los otros niños correr y veía en ellos algo que, por más que me miraba y remiraba, yo no tenía. No tenía sus piernas entonces y no las tengo ahora.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Mi miedo al ridículo ahora ha cambiado un poco y se concreta más en no dejar traslucir mis insatisfacciones, en que no se note mucho todo lo que echo de menos. Por eso que navego tanto y leo tanto, para vivir en las vidas de otros lo que yo no tengo.</span></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7664910606141027630.post-69878402362111651122014-03-20T00:02:00.000+01:002014-03-20T00:02:00.588+01:00El camino<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
<div style="text-align: right;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Rosa<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghzYsJZo198_0xqPTMn5luMNvzK9yRdtvkjsMu8Gu127-mWOidQEmyehlt0WEg_QKoQXirn5L8IvZXVg5Go5573HHOR31eS0mCR1z3I0A5muKDJyR_rvOxGEFtEyxWp3b5LO9JiKewXcc/s1600/2014-03-20-02.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghzYsJZo198_0xqPTMn5luMNvzK9yRdtvkjsMu8Gu127-mWOidQEmyehlt0WEg_QKoQXirn5L8IvZXVg5Go5573HHOR31eS0mCR1z3I0A5muKDJyR_rvOxGEFtEyxWp3b5LO9JiKewXcc/s1600/2014-03-20-02.jpg" height="103" width="200" /></a><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Jorge es un caminante desde el vientre de su madre, que lo llevaba a las marchas antiOtan exhibiendo su barriga desnuda porque estaba muy orgullosa del niño que crecía dentro.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y cuando Jorge salió a este mundo ya sabía andar, como es lógico. Nunca se ha detenido, de momento, y duerme mientras camina. Es un vencejo sin alas, pero con mucho corazón.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">En la orilla del camino ha encontrado muchas necesidades, niños sin pan, ancianos o animales sin agua, hombres sin trabajo y sin esperanza, buitres sin carroña y creyentes sin dioses.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Pero el camino también ha enseñado a Jorge a remediarlos. El camino mismo, no los márgenes. Porque Jorge también ha encontrado en los márgenes muchos paraísos, montañas de nieve, lagos de plata, playas en calma, ciudades con palmeras y centros acogedores para los más necesitados.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Los paraísos ocupan los márgenes, como la miseria, pero en el camino no hay miseria ni utopías. Acaso tampoco hay esperanza, pero cada niño que se pone de pie y, desde su hambre, se incorpora a la corriente del camino, cada animal que bebe agua y continúa caminando, cada anciano que se levanta para caminar un tramo más, cada creyente que por fin encuentra a su dios en el camino y no es el trabajo o el dinero y comparte su esperanza con los buitres que planean siguiendo la corriente, cada mujer que se atreve a concebir, cada uno de estos milagros de los caminantes dibuja otra sonrisa en el rostro de Jorge, que continúa caminando feliz.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Porque Jorge es un caminante feliz.</span></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7664910606141027630.post-42365279005799150002014-03-20T00:01:00.000+01:002014-03-20T00:01:06.449+01:00Ojos fijos<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
<div style="text-align: right;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Garamond;">MaryMar<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSqvBlM9Z5bSD00RJKkAN34hhS272J7gB7AoAwHswPQsokoiKL8BW4wAgBxhyvITXKFVkGHx6C7wTtxybv8vTh-oYl432YCFOrhC1ilA75NtiJmAwOaA7X2iu7zduEsOm3qx7gNMgbb6E/s1600/2014-03-20-03.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSqvBlM9Z5bSD00RJKkAN34hhS272J7gB7AoAwHswPQsokoiKL8BW4wAgBxhyvITXKFVkGHx6C7wTtxybv8vTh-oYl432YCFOrhC1ilA75NtiJmAwOaA7X2iu7zduEsOm3qx7gNMgbb6E/s1600/2014-03-20-03.jpg" height="145" width="200" /></a><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">MaryMar tiene fijos en ella cuatro ojos que han sufrido mucho, pero que afirman a la par, y sin dudarlo, que nadie les ha hecho daño. <o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Son los ojos de Ramón y de Nacho, ninguno de los dos quiere echarle la culpa a nadie de sus sufrimientos.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">A las preguntas de MaryMar, ellos siempre responden que nadie les hizo sufrir jamás por crueldad.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Admirable –concluye al fin MaryMar–, cada cual somos responsables también de nuestras desgracias. A nadie podemos hacer responsables de nuestro dolor o de nuestras tristezas, salvo si no nos divertimos.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Ahí te veo bien, MaryMar, –contesta Ramón– porque la diversión y la fiesta hacen que en nuestra vida se haga justicia, que el reparto de la felicidad sea efectivo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y que crezca la solidaridad.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Vaya galimatías –exclama MaryMar, pues no sabe lo que ha podido decir para que el otro saque semejante conclusión.<o:p></o:p></span></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7664910606141027630.post-18206611155418361472014-03-13T00:04:00.000+01:002014-03-13T00:04:00.815+01:00Sentada del 13 de marzo de 2014<span style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"></span></o:p></span><br />
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">CUADERNO AZUL / 18<o:p></o:p></span></span></b><br />
<div style="text-align: right;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Carmen</span></i></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"><o:p></o:p></span></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTY2pORMHLuUYnSw0gyRSOM_VVJC2l2HtuGDnVOZKoZVrB1sBfun2cMTJdIhutRMYaVZoaXM1xCRsf1o_otIntBUqZicWeTmm48FBKwJTjgDT4hD5CSqLKf3oNB1a2xh5dNsQPb5yBS44/s1600/2014-03-13-01.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTY2pORMHLuUYnSw0gyRSOM_VVJC2l2HtuGDnVOZKoZVrB1sBfun2cMTJdIhutRMYaVZoaXM1xCRsf1o_otIntBUqZicWeTmm48FBKwJTjgDT4hD5CSqLKf3oNB1a2xh5dNsQPb5yBS44/s1600/2014-03-13-01.jpg" height="200" width="135" /></a><span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Recuerdo</span></b><span style="font-family: Garamond;"> el dulce sabor del chocolate que preparaba mi madre en las mañanas de fiesta, repleto el plato de picatostes para mojar. Estábamos en familia, todos juntos. Y recuerdo aquellos días que terminaban a su lado, aprendiendo mis primeras letras con la libreta Palau. Nunca olvidaré aquel sabor tan intenso del chocolate ni las noches de letras. Estábamos en familia todos juntos y yo me sentía más segura. Y después del chocolate, íbamos a misa.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span><br />
<span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Todo</span></b><span style="font-family: Garamond;"> ocurrió en un suspiro, durante una noche… Recuerdo que estaba bailando en el Folies Bergère, la gente aplaudía con entusiasmo. Alguien del público se me declaró y yo le dije que nones. Él sin embargo me regaló un anillo de esmeraldas que, pasando muchos años, yo me hacía vieja y me veía en la necesidad de venderlo para seguir adelante… Y entonces fue cuando desperté.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span><br />
<span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Tengo</span></b><span style="font-family: Garamond;"> un amigo que es carpintero, con barba rubia, aspecto de pintor bohemio y acento entre extremeño y andaluz, que tiene la virtud de quitarme las penas. Cierta noche se empeñó –es muy polemista– en convencer a la concurrencia que el sol salía antes en Alemania que en España –<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Que por eso trabajan más los alemanes que nosotros</i>, insistía. En realidad, quería ligar con mi asistente personal, una chica muy guapa que había estado en Munich. Y no dudó en coger el Espasa para demostrarlo y quedar como un señor.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span><br />
<span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Me</span></b><span style="font-family: Garamond;"> gusta Rosa F porque nunca tuvo casa ni el cariño de sus padres, que tanto aprecio yo. Y sin embargo, siempre cuida su aspecto y lleva arreglado su pelo rubio, tiene una gran autoestima. Y me gusta Pilar B por su facilidad para escribir poesía, que a mí me falta. Viajamos junta por Europa durante un verano y nos conocimos mejor. Me admira su vida de continuo esfuerzo y su afición al deporte, una voluntad de hierro que a mí me falta.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span><br />
<span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Me</span></b><span style="font-family: Garamond;"> gusta, sobre todo, indagar en la vida de la gente.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span><br />
<span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Odio</span></b><span style="font-family: Garamond;"> a N por robarme y por insultarme. Y quizá ella me odie a mí porque la ignoro. Su pelo ralo y un gesto algo torcido en su cara me producen temor. Y al mismo tiempo pienso que es una persona digna de lástima, porque nadie la quiso jamás cuando se necesita de verdad, en la cuna.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span><br />
<span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Y</span></b><span style="font-family: Garamond;"> odio levantarme de la mullida cama. Qué calentita se está ahí dentro, sin temor al frío invierno. Y odio perder el tiempo ordenando cosas porque yo amo el desorden. Pero odio sobre todas las cosas a N, aunque nunca me atreveré a enfrentarme a ella.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span><br />
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">ROSA<o:p></o:p></span></span></b><br />
<div style="text-align: right;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Isabel<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwO6cHfURqIH7Or7zn2XZ90zy-BIaEzvS-0EFWNIGt43BXXiOU4zG1O5c1JsMvwVSfT3kwOSLWnhGk1ZbQoHxoAGazSi5EDUj9NtfH-Q41Ogp1THKRRR6hYKzQ7e_gyLzxKB66UFIyIUA/s1600/2014-03-13-02.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwO6cHfURqIH7Or7zn2XZ90zy-BIaEzvS-0EFWNIGt43BXXiOU4zG1O5c1JsMvwVSfT3kwOSLWnhGk1ZbQoHxoAGazSi5EDUj9NtfH-Q41Ogp1THKRRR6hYKzQ7e_gyLzxKB66UFIyIUA/s1600/2014-03-13-02.jpg" height="131" width="200" /></a><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Hola, Rosa, soy Isa. Estoy enfadada contigo por haberte ido así, sin más, y después de unos meses tan malos. <o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Me hubiera gustado mucho volver a verte feliz, pero no ha sido posible. Siento mucho tu marcha, estabas muy malita.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Cuando iba a tu cuarto siempre estabas leyendo, no te cansabas nunca de leer. Tenías una biblioteca llena de libros, algunos muy gordos, la biografía de Gandhi… O el CD del Quijote, que lo escuchabas con los cascos en la sala de ordenadores. <o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Yo leo, pero no como tú, me canso de leer y enseguida me lloran los ojos. Como ahora, que lloro por ti.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Me he quedado muy triste, he sentido mucho tu fallecimiento.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Me acuerdo que cuando estabas malita, abrías los ojos, y algunas veces decías: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¡Ay, madre mía!</i> Te preguntaba: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Rosa ¿que te pasa?</i> Y tú volvías a cerrar los ojos y no querías hablar, como si no quisieras saber nada ya de este mundo. <o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">También recuerdo que antes de estar enferma hablabas con todos, te reías y eras muy graciosa, hará de esto ya más de un año.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Cuando murió tu madre tenías obsesión por ella y siempre la estabas recordando. Y así, poco a poco, fuiste enfermando.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Rosa, por una parte me alegro de que te hayas ido, para que así tengas todo el tiempo del mundo para leer allí arriba en el cielo, pero por otra lo siento mucho, por no poder volver a verte.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">¡Un beso! ¡Te quiero!<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span><br />
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">VIOLENCIA<o:p></o:p></span></span></b><br />
<div style="text-align: right;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Rosa<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQKNyaFGGUAADFfHIbXLffSL4ncsUzBwMbT8iQJ12E6s3Yp3RqzQRY07QQHvYuaoQSY5BLvJYPdx3WoptzrK5T6SawVGl5BVdSGRar9MPuV5QqOi6WjLF3Uv34gM0htFgiARuSee7DUHI/s1600/2014-03-13-03.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQKNyaFGGUAADFfHIbXLffSL4ncsUzBwMbT8iQJ12E6s3Yp3RqzQRY07QQHvYuaoQSY5BLvJYPdx3WoptzrK5T6SawVGl5BVdSGRar9MPuV5QqOi6WjLF3Uv34gM0htFgiARuSee7DUHI/s1600/2014-03-13-03.jpg" height="133" width="200" /></a><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Benito ha vuelto del trabajo y, como todas las tardes, se ha encerrado en la buhardilla sin saludar. Allí se entretiene con cacharros de electrónica, el único misterio que le conmueve. A María le han vuelto a asustar los portazos que ha dado su marido al entrar y salir, como todas las tardes. Y Ester se ha largado a la calle apenas ha oído que llegaba su padre.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">La cena, por fin, reúne a la familia en la cocina.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Otro día sin verte el careto, papá, ya no te reconozco en la mesa –reprocha Ester.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Ester, calla y come –ordena María.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Nuestras cenas son cada vez más divertidas –insiste Ester–. Menos mal que duran poco.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Benito no ha abierto la boca, como siempre. Sabe que las dos están más que incómodas, que están asustadas, pero le importa tres rábanos. Además, ni sabe como ha podido llegar a ocurrir, nunca las ha pegado. Su trato es tan distante, sin embargo, que siente que las dos le molestan.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–He olvidado hasta la manera de joderos –afirma como sin querer Benito–. Viviría mejor solo con mi perro, los perros no hacen reproches.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–¿Y por qué le pegas? A lo mejor termina mordiéndote –su hija no se calla.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">María ya estaba muy asustada cuando su marido estalla por fin esta noche.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Sois las dos unas mierdas y tenéis la mierda que os merecéis –y Benito se levanta de la mesa y se vuelve a la buhardilla.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">En ese momento María toma la decisión de su vida.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Vámonos –le ordena a su hija.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–¿Pero dónde? –pregunta Ester, que ha comprendido.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–¿Qué te produce más miedo, tu padre o la calle?<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Mi padre.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Pues vámonos.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Garamond;">María sabe que las tarjetas siempre las controló su marido y que las llevará encima, en la cartera. Pero no importa. Fuera de esta casa no tendrá más miedo que dentro.</span><span style="font-family: Garamond; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><o:p></o:p></span></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7664910606141027630.post-82863006856403725882014-03-13T00:03:00.000+01:002014-03-13T00:03:00.088+01:00Cuaderno azul / 18<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
<div style="text-align: right;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Carmen</span></i></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"><o:p></o:p></span></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTY2pORMHLuUYnSw0gyRSOM_VVJC2l2HtuGDnVOZKoZVrB1sBfun2cMTJdIhutRMYaVZoaXM1xCRsf1o_otIntBUqZicWeTmm48FBKwJTjgDT4hD5CSqLKf3oNB1a2xh5dNsQPb5yBS44/s1600/2014-03-13-01.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTY2pORMHLuUYnSw0gyRSOM_VVJC2l2HtuGDnVOZKoZVrB1sBfun2cMTJdIhutRMYaVZoaXM1xCRsf1o_otIntBUqZicWeTmm48FBKwJTjgDT4hD5CSqLKf3oNB1a2xh5dNsQPb5yBS44/s1600/2014-03-13-01.jpg" height="200" width="135" /></a><span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Recuerdo</span></b><span style="font-family: Garamond;"> el dulce sabor del chocolate que preparaba mi madre en las mañanas de fiesta, repleto el plato de picatostes para mojar. Estábamos en familia, todos juntos. Y recuerdo aquellos días que terminaban a su lado, aprendiendo mis primeras letras con la libreta Palau. Nunca olvidaré aquel sabor tan intenso del chocolate ni las noches de letras. Estábamos en familia todos juntos y yo me sentía más segura. Y después del chocolate, íbamos a misa.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span><br />
<span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Todo</span></b><span style="font-family: Garamond;"> ocurrió en un suspiro, durante una noche… Recuerdo que estaba bailando en el Folies Bergère, la gente aplaudía con entusiasmo. Alguien del público se me declaró y yo le dije que nones. Él sin embargo me regaló un anillo de esmeraldas que, pasando muchos años, yo me hacía vieja y me veía en la necesidad de venderlo para seguir adelante… Y entonces fue cuando desperté.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span><br />
<span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Tengo</span></b><span style="font-family: Garamond;"> un amigo que es carpintero, con barba rubia, aspecto de pintor bohemio y acento entre extremeño y andaluz, que tiene la virtud de quitarme las penas. Cierta noche se empeñó –es muy polemista– en convencer a la concurrencia que el sol salía antes en Alemania que en España –<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Que por eso trabajan más los alemanes que nosotros</i>, insistía. En realidad, quería ligar con mi asistente personal, una chica muy guapa que había estado en Munich. Y no dudó en coger el Espasa para demostrarlo y quedar como un señor.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span><br />
<span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Me</span></b><span style="font-family: Garamond;"> gusta Rosa F porque nunca tuvo casa ni el cariño de sus padres, que tanto aprecio yo. Y sin embargo, siempre cuida su aspecto y lleva arreglado su pelo rubio, tiene una gran autoestima. Y me gusta Pilar B por su facilidad para escribir poesía, que a mí me falta. Viajamos junta por Europa durante un verano y nos conocimos mejor. Me admira su vida de continuo esfuerzo y su afición al deporte, una voluntad de hierro que a mí me falta.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span><br />
<span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Me</span></b><span style="font-family: Garamond;"> gusta, sobre todo, indagar en la vida de la gente.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span><br />
<span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Odio</span></b><span style="font-family: Garamond;"> a N por robarme y por insultarme. Y quizá ella me odie a mí porque la ignoro. Su pelo ralo y un gesto algo torcido en su cara me producen temor. Y al mismo tiempo pienso que es una persona digna de lástima, porque nadie la quiso jamás cuando se necesita de verdad, en la cuna.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span><br />
<span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Y</span></b><span style="font-family: Garamond;"> odio levantarme de la mullida cama. Qué calentita se está ahí dentro, sin temor al frío invierno. Y odio perder el tiempo ordenando cosas porque yo amo el desorden. Pero odio sobre todas las cosas a N, aunque nunca me atreveré a enfrentarme a ella.</span></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7664910606141027630.post-91582183472998420342014-03-13T00:02:00.000+01:002014-03-13T00:02:00.416+01:00Rosa<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
<div style="text-align: right;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Isabel<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwO6cHfURqIH7Or7zn2XZ90zy-BIaEzvS-0EFWNIGt43BXXiOU4zG1O5c1JsMvwVSfT3kwOSLWnhGk1ZbQoHxoAGazSi5EDUj9NtfH-Q41Ogp1THKRRR6hYKzQ7e_gyLzxKB66UFIyIUA/s1600/2014-03-13-02.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwO6cHfURqIH7Or7zn2XZ90zy-BIaEzvS-0EFWNIGt43BXXiOU4zG1O5c1JsMvwVSfT3kwOSLWnhGk1ZbQoHxoAGazSi5EDUj9NtfH-Q41Ogp1THKRRR6hYKzQ7e_gyLzxKB66UFIyIUA/s1600/2014-03-13-02.jpg" height="131" width="200" /></a><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Hola, Rosa, soy Isa. Estoy enfadada contigo por haberte ido así, sin más, y después de unos meses tan malos. <o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Me hubiera gustado mucho volver a verte feliz, pero no ha sido posible. Siento mucho tu marcha, estabas muy malita.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Cuando iba a tu cuarto siempre estabas leyendo, no te cansabas nunca de leer. Tenías una biblioteca llena de libros, algunos muy gordos, la biografía de Gandhi… O el CD del Quijote, que lo escuchabas con los cascos en la sala de ordenadores. <o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Yo leo, pero no como tú, me canso de leer y enseguida me lloran los ojos. Como ahora, que lloro por ti.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Me he quedado muy triste, he sentido mucho tu fallecimiento.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Me acuerdo que cuando estabas malita, abrías los ojos, y algunas veces decías: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¡Ay, madre mía!</i> Te preguntaba: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Rosa ¿que te pasa?</i> Y tú volvías a cerrar los ojos y no querías hablar, como si no quisieras saber nada ya de este mundo. <o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">También recuerdo que antes de estar enferma hablabas con todos, te reías y eras muy graciosa, hará de esto ya más de un año.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Cuando murió tu madre tenías obsesión por ella y siempre la estabas recordando. Y así, poco a poco, fuiste enfermando.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Rosa, por una parte me alegro de que te hayas ido, para que así tengas todo el tiempo del mundo para leer allí arriba en el cielo, pero por otra lo siento mucho, por no poder volver a verte.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">¡Un beso! ¡Te quiero!</span></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7664910606141027630.post-1619633030130150512014-03-13T00:01:00.000+01:002014-03-13T00:01:00.058+01:00Violencia<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
<div style="text-align: right;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Rosa<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQKNyaFGGUAADFfHIbXLffSL4ncsUzBwMbT8iQJ12E6s3Yp3RqzQRY07QQHvYuaoQSY5BLvJYPdx3WoptzrK5T6SawVGl5BVdSGRar9MPuV5QqOi6WjLF3Uv34gM0htFgiARuSee7DUHI/s1600/2014-03-13-03.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQKNyaFGGUAADFfHIbXLffSL4ncsUzBwMbT8iQJ12E6s3Yp3RqzQRY07QQHvYuaoQSY5BLvJYPdx3WoptzrK5T6SawVGl5BVdSGRar9MPuV5QqOi6WjLF3Uv34gM0htFgiARuSee7DUHI/s1600/2014-03-13-03.jpg" height="133" width="200" /></a><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Benito ha vuelto del trabajo y, como todas las tardes, se ha encerrado en la buhardilla sin saludar. Allí se entretiene con cacharros de electrónica, el único misterio que le conmueve. A María le han vuelto a asustar los portazos que ha dado su marido al entrar y salir, como todas las tardes. Y Ester se ha largado a la calle apenas ha oído que llegaba su padre.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">La cena, por fin, reúne a la familia en la cocina.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Otro día sin verte el careto, papá, ya no te reconozco en la mesa –reprocha Ester.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Ester, calla y come –ordena María.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Nuestras cenas son cada vez más divertidas –insiste Ester–. Menos mal que duran poco.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Benito no ha abierto la boca, como siempre. Sabe que las dos están más que incómodas, que están asustadas, pero le importa tres rábanos. Además, ni sabe como ha podido llegar a ocurrir, nunca las ha pegado. Su trato es tan distante, sin embargo, que siente que las dos le molestan.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–He olvidado hasta la manera de joderos –afirma como sin querer Benito–. Viviría mejor solo con mi perro, los perros no hacen reproches.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–¿Y por qué le pegas? A lo mejor termina mordiéndote –su hija no se calla.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">María ya estaba muy asustada cuando su marido estalla por fin esta noche.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Sois las dos unas mierdas y tenéis la mierda que os merecéis –y Benito se levanta de la mesa y se vuelve a la buhardilla.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">En ese momento María toma la decisión de su vida.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Vámonos –le ordena a su hija.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–¿Pero dónde? –pregunta Ester, que ha comprendido.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–¿Qué te produce más miedo, tu padre o la calle?<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Mi padre.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Pues vámonos.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Garamond;">María sabe que las tarjetas siempre las controló su marido y que las llevará encima, en la cartera. Pero no importa. Fuera de esta casa no tendrá más miedo que dentro.</span><span style="font-family: Garamond; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><o:p></o:p></span></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7664910606141027630.post-8962521229423688802014-03-06T00:03:00.000+01:002014-03-06T00:03:00.165+01:00Sentada del 6 de marzo de 2014<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"></span></b><span style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"></span></o:p></span><br />
<a href="https://www.blogger.com/null" name="4228772412066616488"></a><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">YO, GABRIEL<o:p></o:p></span></span></b><br />
<div style="text-align: right;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Garamond;">HeavyMetal<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQXEHzroBPtHZO70w8tffEgqVHEb2kBPHEnevKj773cdjz-E_giLVu1z43UbHzAZYYRblJ7HVV71hqTR7dr_sHnkrJjG8CnJzibLpxWP5t1QcVOxT0kZe6yOSVSTpbNeilI-ZILle7JOE/s1600/2014-03-06-01.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQXEHzroBPtHZO70w8tffEgqVHEb2kBPHEnevKj773cdjz-E_giLVu1z43UbHzAZYYRblJ7HVV71hqTR7dr_sHnkrJjG8CnJzibLpxWP5t1QcVOxT0kZe6yOSVSTpbNeilI-ZILle7JOE/s1600/2014-03-06-01.jpg" height="200" width="200" /></a><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Para el próximo libro de Patrañas, le he propuesto a mi colega contar mi vida.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Llevo sentado en una silla de ruedas por lo menos treinta años. Muchas personas, entre los que me rodean, piensan que mi minusvalía es de nacimiento.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y no, señores: lo mío fue consecuencia de un accidente de coche que tuve de pequeño con mis padres.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Cuando tuvimos el accidente yo tenía seis años y mi hermano, tres y medio.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">De seis personas que viajábamos en el coche sólo quedamos con vida dos, mi hermano y yo.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Mis padres y mis otros hermanos, Antonio y Juanjo, se mataron en la carretera. Todo esto lo he tenido que aprender, porque no me acuerdo de nada.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">El único que se salvó del accidente fue mi hermano Rafael, que me lo dejó dios para cuidarme, o eso creía yo.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">El caso es que salió del coche por sus propios medios.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Yo estuve muchísimo tiempo en coma. Por lo menos, seis años. Nadie me lo ha sabido concretar, o lo he olvidado.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Cuando tuve el accidente fue en el año 1972, y ahora tengo treinta y cinco años.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Mi abuelo me trasladó en una ambulancia a La Paz, de Madrid, desde Jaén.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Llegué muy malito a La Paz, los médicos me daban por muerto.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Ahora me he decidido a contar mi vida, ¡y cómo mola!<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Me encantaría publicar este manuscrito en la próxima edición de Patrañas.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">En La Paz estuve muchísimo tiempo reponiéndome, allí me trató una fisio que se llama Luisa Funes.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Hace mucho, mucho que no sé nada de esa buena señora.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Cómo mola que todo el pueblo de Leganés, cuando compre el libro, lea tu vida.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Como ya dije antes, a mis treinta y cinco años me he decidido a contar mi vida, que más vale tarde que nunca.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Recuerdo que cuando salí del hospital estuve en un colegio que se llamaba San Juan de <st1:personname productid="la Cruz. All■" w:st="on">la Cruz. Allí</st1:personname> estuve poco tiempo, me parece que no llegó a un año.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y pobre San Juan de <st1:personname productid="la Cruz" w:st="on">la Cruz</st1:personname>, que toman su nombre en vano.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Qué bonito, contar tu vida. Me estoy emocionando de pies a cabeza, y con muchísimo orgullo.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Un escritor necesita contar su vida para que sus lectores le conozcan más a fondo. Todo lo que cuento en este manuscrito es una historia real.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Un periodista escritor, o a la inversa, no se tiene que andar con tabúes.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Por eso algunos de mis manuscritos ya publicados duelen. Y me critican cuando los leo en público, en algún foro.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Las críticas, en vez de achicarme, me fortalecen para poder seguir escribiendo lo que me da la gana.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Hice una pausa en la historia de mi vida, yo qué sé, lo vería oportuno.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">En el año 80 ingresé en otro colegio, en este sí que pasé una buena temporada.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Se llamaba PACYS, Santos Niños Justo y Pastor. Allí pasé buenos y malos ratos, ya que, entre disgustos y alegrías, he pasado media vida en ese colegio.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Me estoy emocionando de pies a cabeza con lo que estoy escribiendo.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">El colegio ha cambiado de nombre, ahora es una residencia de ANDE.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Allí tienes el gallinero revuelto y todas las gallinas te miran volviendo la cabeza con disimulo por encima del hombro.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Del tiempo que llevas viviendo aquí, en Leganés, no tienes un grupo de amigos estable.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Sigo yendo a Usera, donde está mi viejo colegio, aunque ya sólo a pasar un buen rato y recordar viejos tiempos.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Hay muy buena gente en mi residencia de ahora, pero cada uno por su lado del pasillo.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Esta frase que acabo de escribir no es de mi agrado y por eso la tacho.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Porque en un centro de minusválidos físicos vive mucha chusma.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">¡Qué demasié, macho!, que de un montón de años que llevas aquí no hayas encontrado un grupo de colegas.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">En el colegio del que hablaba, ahora convertido en residencia, estuve desde <st1:metricconverter productid="1980 a" w:st="on">1980 a</st1:metricconverter> 1992. No recuerdo muy bien los años, lo que sí puedo decir es que fueron doce años.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">El otro día me dijeron en ANDE que iba allí a recoger información. Efectivamente, allí me informaron de que había ingresado en el colegio en 1978, cuando yo tenía doce años. Y cuando me marché de allí, ya tenía veintidós o veinticuatro años.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">¡Qué suerte, macho, que después de la hostia en la carretera estés aquí para contarlo!<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Ayer, 11 de septiembre de 2001, la ciudad más orgullosa de la tierra ha inclinado la cabeza.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Mola un mazo, macho, cómo cuentas tu propia vida. Cuando vas a la residencia de ANDE te emocionas como un gato mimoso.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Has conseguido esta mañana emocionar al colega. Qué bien escritos están estos tres folios.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Mi tía Mª Luisa se preocupó mucho de que yo saliese del coma.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Qué demasiado, tener recuerdos.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Por lo que me ha contado mi tía, mi madre, antes de dormir, me daba gotas.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Ella empezaba a mecer la cuna, pero yo ponía el culo en pompas y sacaba la cabeza.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Qué pena, no tenía ni un mes de vida y ya tomaba gotas para dormir.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">¡Qué viejo estás, Joaquín Sabina! Mola mazo toda tu discografía, siempre tarareo tus canciones mientras el disco suena.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Me encanta que me exijan. Luego hago lo que me sale de las pelotas. Pero así te va, que nadie te hace caso, y esto es una verdad como un castillo.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y no sales de una cuando te metes en otra falda.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Temo más a la soledad que a la muerte, aunque la humanidad tema a la muerte.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span><br />
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">LOS POLLOS<o:p></o:p></span></span></b><br />
<div style="text-align: right;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Rosa<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkXeuXeIeMLdKCXyquewyy0xYWF8gI5ihAy83h9wrrtDaHqd7w02DPv9hQwoB1R5SOiAw7sw8dDk1Dfs2dr_QwgbS06oJYZF3aBacE76QQAISxUQvp_eQkFsjnPGmpeWf997ba72B0-XI/s1600/2014-03-06-02.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkXeuXeIeMLdKCXyquewyy0xYWF8gI5ihAy83h9wrrtDaHqd7w02DPv9hQwoB1R5SOiAw7sw8dDk1Dfs2dr_QwgbS06oJYZF3aBacE76QQAISxUQvp_eQkFsjnPGmpeWf997ba72B0-XI/s1600/2014-03-06-02.jpg" height="200" width="164" /></a><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Lo tenían todo para terminar bien y ser felices, pero su indiscreción lo estropeó, que por la boca muere el pollo. Ella tenía el mejor puesto del mercado cuando él instaló el suyo. Ella se llamaba Claudia y él Vicente. Claudia ya no cumplía treinta años ni treinta y cinco, estaba en la flor de su cuerpo de vendedora de pollos. Su rival había comprado el puesto a la entrada del mercado con la mala intención de quitarle las clientas.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y la competencia entre los dos puestos de pollos se desató con tal virulencia que no podía durar mucho aquella guerra sin arruinarse ambos o firmar la paz. Las dificultades del comercio minorista los condenaba a entenderse y a unirse, por más que su rivalidad los enfrentara, abocándolos al desastre.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Agotaron su imaginación para inventar ofertas ocurrentes y tentadoras, dos por uno, tres por uno, tres por dos, cuatro por media, y, cuando ambos negocios transitaban en el límite de las pérdidas, los dos comenzaron a admirar su mutua sangre fría. Y ella, Claudia, comenzó a ver reflejos alegres y excitantes en la calva del rival, y él, Vicente, ya no miraba su lengua de víbora sino sus labios, carnosos como el muslo de los pollos y tan bien perfilados como el filo de su machete, sobre todo al comenzar la mañana.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">¿Por qué no prosperó este romance tan esperanzador? ¿Por qué no se firmó el pacto de familias, un merecido tratado de paz y reposo después de guerra tan prolongada? No fue la calva de él. No fue la edad y la sazón de ella. Fue el miedo de los dos, su mala cabeza.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">De pronto, cuando todo estaba acordado y se abandonaban las trincheras, a los dos les atacó el pánico que produce el éxito y la felicidad de la riqueza. Ninguno de los dos se podía creer, después de tantos años de feroz competencia de mercado, que el precio del pollo fuera a depender de su exclusiva voluntad, y que los beneficios podrían alcanzar cifras astronómicas.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Ocurrió que, en la intimidad, uno al otro se confesaron sus miedos y comprendieron espantados que estaban al borde del abismo: su plan de monopolio del pollo era satánico, excedía sus voluntades de tenderos.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y no hubo matrimonio ni alianza. Y la guerra continúa, aunque menos virulenta: para que luego digan que hablando se entiende la gente. Si se hubiesen callado...<o:p></o:p></span></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7664910606141027630.post-86239145048880191032014-03-06T00:02:00.000+01:002014-03-06T00:02:00.043+01:00Yo, Gabriel<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
<div style="text-align: right;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Garamond;">HeavyMetal<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQXEHzroBPtHZO70w8tffEgqVHEb2kBPHEnevKj773cdjz-E_giLVu1z43UbHzAZYYRblJ7HVV71hqTR7dr_sHnkrJjG8CnJzibLpxWP5t1QcVOxT0kZe6yOSVSTpbNeilI-ZILle7JOE/s1600/2014-03-06-01.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQXEHzroBPtHZO70w8tffEgqVHEb2kBPHEnevKj773cdjz-E_giLVu1z43UbHzAZYYRblJ7HVV71hqTR7dr_sHnkrJjG8CnJzibLpxWP5t1QcVOxT0kZe6yOSVSTpbNeilI-ZILle7JOE/s1600/2014-03-06-01.jpg" height="200" width="200" /></a><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Para el próximo libro de Patrañas, le he propuesto a mi colega contar mi vida.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Llevo sentado en una silla de ruedas por lo menos treinta años. Muchas personas, entre los que me rodean, piensan que mi minusvalía es de nacimiento.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y no, señores: lo mío fue consecuencia de un accidente de coche que tuve de pequeño con mis padres.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Cuando tuvimos el accidente yo tenía seis años y mi hermano, tres y medio.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">De seis personas que viajábamos en el coche sólo quedamos con vida dos, mi hermano y yo.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Mis padres y mis otros hermanos, Antonio y Juanjo, se mataron en la carretera. Todo esto lo he tenido que aprender, porque no me acuerdo de nada.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">El único que se salvó del accidente fue mi hermano Rafael, que me lo dejó dios para cuidarme, o eso creía yo.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">El caso es que salió del coche por sus propios medios.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Yo estuve muchísimo tiempo en coma. Por lo menos, seis años. Nadie me lo ha sabido concretar, o lo he olvidado.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Cuando tuve el accidente fue en el año 1972, y ahora tengo treinta y cinco años.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Mi abuelo me trasladó en una ambulancia a La Paz, de Madrid, desde Jaén.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Llegué muy malito a La Paz, los médicos me daban por muerto.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Ahora me he decidido a contar mi vida, ¡y cómo mola!<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Me encantaría publicar este manuscrito en la próxima edición de Patrañas.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">En La Paz estuve muchísimo tiempo reponiéndome, allí me trató una fisio que se llama Luisa Funes.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Hace mucho, mucho que no sé nada de esa buena señora.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Cómo mola que todo el pueblo de Leganés, cuando compre el libro, lea tu vida.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Como ya dije antes, a mis treinta y cinco años me he decidido a contar mi vida, que más vale tarde que nunca.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Recuerdo que cuando salí del hospital estuve en un colegio que se llamaba San Juan de <st1:personname productid="la Cruz. All■" w:st="on">la Cruz. Allí</st1:personname> estuve poco tiempo, me parece que no llegó a un año.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y pobre San Juan de <st1:personname productid="la Cruz" w:st="on">la Cruz</st1:personname>, que toman su nombre en vano.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Qué bonito, contar tu vida. Me estoy emocionando de pies a cabeza, y con muchísimo orgullo.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Un escritor necesita contar su vida para que sus lectores le conozcan más a fondo. Todo lo que cuento en este manuscrito es una historia real.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Un periodista escritor, o a la inversa, no se tiene que andar con tabúes.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Por eso algunos de mis manuscritos ya publicados duelen. Y me critican cuando los leo en público, en algún foro.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Las críticas, en vez de achicarme, me fortalecen para poder seguir escribiendo lo que me da la gana.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Hice una pausa en la historia de mi vida, yo qué sé, lo vería oportuno.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">En el año 80 ingresé en otro colegio, en este sí que pasé una buena temporada.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Se llamaba PACYS, Santos Niños Justo y Pastor. Allí pasé buenos y malos ratos, ya que, entre disgustos y alegrías, he pasado media vida en ese colegio.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Me estoy emocionando de pies a cabeza con lo que estoy escribiendo.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">El colegio ha cambiado de nombre, ahora es una residencia de ANDE.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Allí tienes el gallinero revuelto y todas las gallinas te miran volviendo la cabeza con disimulo por encima del hombro.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Del tiempo que llevas viviendo aquí, en Leganés, no tienes un grupo de amigos estable.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Sigo yendo a Usera, donde está mi viejo colegio, aunque ya sólo a pasar un buen rato y recordar viejos tiempos.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Hay muy buena gente en mi residencia de ahora, pero cada uno por su lado del pasillo.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Esta frase que acabo de escribir no es de mi agrado y por eso la tacho.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Porque en un centro de minusválidos físicos vive mucha chusma.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">¡Qué demasié, macho!, que de un montón de años que llevas aquí no hayas encontrado un grupo de colegas.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">En el colegio del que hablaba, ahora convertido en residencia, estuve desde <st1:metricconverter productid="1980 a" w:st="on">1980 a</st1:metricconverter> 1992. No recuerdo muy bien los años, lo que sí puedo decir es que fueron doce años.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">El otro día me dijeron en ANDE que iba allí a recoger información. Efectivamente, allí me informaron de que había ingresado en el colegio en 1978, cuando yo tenía doce años. Y cuando me marché de allí, ya tenía veintidós o veinticuatro años.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">¡Qué suerte, macho, que después de la hostia en la carretera estés aquí para contarlo!<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Ayer, 11 de septiembre de 2001, la ciudad más orgullosa de la tierra ha inclinado la cabeza.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Mola un mazo, macho, cómo cuentas tu propia vida. Cuando vas a la residencia de ANDE te emocionas como un gato mimoso.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Has conseguido esta mañana emocionar al colega. Qué bien escritos están estos tres folios.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Mi tía Mª Luisa se preocupó mucho de que yo saliese del coma.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Qué demasiado, tener recuerdos.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Por lo que me ha contado mi tía, mi madre, antes de dormir, me daba gotas.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Ella empezaba a mecer la cuna, pero yo ponía el culo en pompas y sacaba la cabeza.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Qué pena, no tenía ni un mes de vida y ya tomaba gotas para dormir.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">¡Qué viejo estás, Joaquín Sabina! Mola mazo toda tu discografía, siempre tarareo tus canciones mientras el disco suena.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Me encanta que me exijan. Luego hago lo que me sale de las pelotas. Pero así te va, que nadie te hace caso, y esto es una verdad como un castillo.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y no sales de una cuando te metes en otra falda.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Temo más a la soledad que a la muerte, aunque la humanidad tema a la muerte.</span></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7664910606141027630.post-50963670579525679582014-03-06T00:01:00.000+01:002014-03-06T00:01:00.841+01:00Los pollos<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
<div style="text-align: right;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Rosa<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkXeuXeIeMLdKCXyquewyy0xYWF8gI5ihAy83h9wrrtDaHqd7w02DPv9hQwoB1R5SOiAw7sw8dDk1Dfs2dr_QwgbS06oJYZF3aBacE76QQAISxUQvp_eQkFsjnPGmpeWf997ba72B0-XI/s1600/2014-03-06-02.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkXeuXeIeMLdKCXyquewyy0xYWF8gI5ihAy83h9wrrtDaHqd7w02DPv9hQwoB1R5SOiAw7sw8dDk1Dfs2dr_QwgbS06oJYZF3aBacE76QQAISxUQvp_eQkFsjnPGmpeWf997ba72B0-XI/s1600/2014-03-06-02.jpg" height="200" width="164" /></a><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Lo tenían todo para terminar bien y ser felices, pero su indiscreción lo estropeó, que por la boca muere el pollo. Ella tenía el mejor puesto del mercado cuando él instaló el suyo. Ella se llamaba Claudia y él Vicente. Claudia ya no cumplía treinta años ni treinta y cinco, estaba en la flor de su cuerpo de vendedora de pollos. Su rival había comprado el puesto a la entrada del mercado con la mala intención de quitarle las clientas.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y la competencia entre los dos puestos de pollos se desató con tal virulencia que no podía durar mucho aquella guerra sin arruinarse ambos o firmar la paz. Las dificultades del comercio minorista los condenaba a entenderse y a unirse, por más que su rivalidad los enfrentara, abocándolos al desastre.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Agotaron su imaginación para inventar ofertas ocurrentes y tentadoras, dos por uno, tres por uno, tres por dos, cuatro por media, y, cuando ambos negocios transitaban en el límite de las pérdidas, los dos comenzaron a admirar su mutua sangre fría. Y ella, Claudia, comenzó a ver reflejos alegres y excitantes en la calva del rival, y él, Vicente, ya no miraba su lengua de víbora sino sus labios, carnosos como el muslo de los pollos y tan bien perfilados como el filo de su machete, sobre todo al comenzar la mañana.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">¿Por qué no prosperó este romance tan esperanzador? ¿Por qué no se firmó el pacto de familias, un merecido tratado de paz y reposo después de guerra tan prolongada? No fue la calva de él. No fue la edad y la sazón de ella. Fue el miedo de los dos, su mala cabeza.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">De pronto, cuando todo estaba acordado y se abandonaban las trincheras, a los dos les atacó el pánico que produce el éxito y la felicidad de la riqueza. Ninguno de los dos se podía creer, después de tantos años de feroz competencia de mercado, que el precio del pollo fuera a depender de su exclusiva voluntad, y que los beneficios podrían alcanzar cifras astronómicas.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Ocurrió que, en la intimidad, uno al otro se confesaron sus miedos y comprendieron espantados que estaban al borde del abismo: su plan de monopolio del pollo era satánico, excedía sus voluntades de tenderos.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y no hubo matrimonio ni alianza. Y la guerra continúa, aunque menos virulenta: para que luego digan que hablando se entiende la gente. Si se hubiesen callado...<o:p></o:p></span></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7664910606141027630.post-75463939552926749082014-02-27T00:04:00.000+01:002014-02-27T00:04:00.774+01:00Sentada del 27 de febrero de 2014<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"></span></b><span style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"></span></o:p></span><br />
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">INSTRUCCIONES PARA CALMAR A UN CAPULLO<o:p></o:p></span></span></b><br />
<div style="text-align: right;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Mercedes<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiN3oHB6mMv7Ax36YIkSFuSI3ZQqD5jQm6ht2vbyiKLM4crsqlepqW0zYjgnSJWevXBQz1_KCk5nQrMo6hoIWnquvZs_wo0ZCXpGHMGuEJq7A0VEq2xqV0lOSConOIDCvJYdmIuz0wGhI/s1600/2014-02-27-01.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiN3oHB6mMv7Ax36YIkSFuSI3ZQqD5jQm6ht2vbyiKLM4crsqlepqW0zYjgnSJWevXBQz1_KCk5nQrMo6hoIWnquvZs_wo0ZCXpGHMGuEJq7A0VEq2xqV0lOSConOIDCvJYdmIuz0wGhI/s1600/2014-02-27-01.jpg" height="153" width="320" /></a></div>
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Estoy acostumbrada a vivir con capullos y conozco muchas de sus costumbres. En concreto, en mi familia tenemos uno al que cuidamos con esmero, por la cuenta que nos tiene.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Para que os hagáis una idea de lo que hablo, he de contar que, cuando vivía mi abuela, la madre de mi madre, y durante el mes que se pasaba con nosotros, el capullo le hacía todas las perrerías que se le ocurrían al muy caballero. Por ejemplo, cuando estaba tan tranquila pelando patatas en la cocina con mi madre, llegaba el capullo de visita y le metía la mano en el bolsillo de la bata y le quitaba el monedero.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Mira, Encarna, lo que he encontrado –decía muy serio.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y mi abuela, que no era tonta, se ponía de uñas, muy cabreaba.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Dámelo, que es mío y el monedero no se cae solo.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Las perrerías del capullo no terminaban aquí, pues una tarde de visita es muy larga. Cuando por fin mi abuela se sentaba en el salón a ver la tele, en lo más interesante de la película, le hacía cosquillas para que perdiese el hilo de la noticia o de la peli que estuviese viendo. Mi abuela, que ya conocía el paño, tenía un alfiler para estos casos y se lo clavaba en la mano si el caballero no andaba listo.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Pero tengo que advertir que la táctica del alfiler no es la mejor para calmar a un capullo, y mucho menos escupirle cuando te agarraba de las dos manos para defenderse del alfileretazo.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–¿Qué me vas a hacer ahora? –se reía con las manos de la abuela bien sujetas.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y era cuando ella le echaba el lapo a los ojos.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Semejantes reacciones no son la mejor arma para defenderse de los capullos, pues la resistencia alimenta sus más bajos instintos.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Lo mismo ocurría con la mujer de un primo de mi padre, una señora muy celosa, que se la llevaban los demonios cuando sorprendía al marido, un poco rijoso, guiñándole el ojo a cualquier mujer de mirada un poco descarada. El capullo, que conocía estas debilidades, informaba a la señora de mil patrañas que solo él podía imaginar.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–¿Sabes dónde estaba ayer tu marido? En el metro de Aluche lo vi, con una rubia despampanante en minifalda y en un plan muy comprometido, y dentro del coche.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y la señora le tiraba al marido lo primero que encontraba, que solía ser el cuchillo, y no volvía a dirigirle la palabra en un mes. Y, entretanto, el capullo frotándose las manos con la escena.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Pero no paraba aquí la cosa, como decía, pues terminaban poniéndose a ver la tele y, cada vez que salía una tía un poco maciza, le decía al marido:<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Mira, Bernabé, cómo está la tía, para darle un revolcón.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y la señora María volvía a tirar el cuchillo.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Este tampoco es el mejor método para que un capullo deje de molestar.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Para calmar al capullo hay que tenerle entretenido y, si es posible, darle todos los días de comer cosas afrodisíacas, para animar sus partes más íntimas, en vez de las maldades de su cerebro derecho.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y hay que tratarle con mucha delicadeza durante todo el día, para que no se cabree y viva relajado. Pero sobre todo, tener mucha paciencia con él cuando por fin se le ocurre hacerte alguna pirula. Ni te das por enterada, no pasa nada. De lo contrario, es que no se puede vivir con él.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y hay que tener un ojo bien abierto cuando duermes, para que no te eche agua a hurtadillas y te pegue un susto de muerte. Y paciencia, mucha paciencia para que no se dispare su cerebro derecho. Hay que aguantar todo lo que él te haga y nunca enfadarte. Si reaccionas, entonces estás perdida, porque el capullo te machacará sin piedad.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y ser tiernos, muy tiernos con él, es la única manera de librarte de sus putadas. Él nunca se cansará de hacerlas si observa que no te gustan.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y lo más importante, no casarte jamás con él, como hizo mi hermana, que es su víctima favorita. Y ya sin remedio.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span><br />
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">UN BOCAZAS<o:p></o:p></span></span></b><br />
<div style="text-align: right;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Víctor<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4d4RWIRRtViYXGB5h77-i_eRmquqXrTqedaY6kzqXEZtGl9UG7tA2559hpzlJ6aM_i4K79xx1yDSkRDfJ2OlbP34kqwswvNpWdW7a_p9S5yXH94vhY_t8PBa_5-ski8ocnA1WjHjnHTA/s1600/2014-02-27-02.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4d4RWIRRtViYXGB5h77-i_eRmquqXrTqedaY6kzqXEZtGl9UG7tA2559hpzlJ6aM_i4K79xx1yDSkRDfJ2OlbP34kqwswvNpWdW7a_p9S5yXH94vhY_t8PBa_5-ski8ocnA1WjHjnHTA/s1600/2014-02-27-02.jpg" height="200" width="120" /></a><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Conozco a un tipo que es un poco bocazas. Conduce su silla como si fuera el trono de España. Nadie es lo suficientemente relevante como para que el rey se digne escucharlo. A su lado, todos somos hormigas, seres pequeñitos y molestos.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–¡Ouuuu!... fuera... que paso yo... no estorbes.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Por supuesto, rey, a mandar.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">La mayoría le tenemos tanto miedo que ni se nos ocurre llevarle la contraria. No ya le cedemos el paso, alguno de nosotros le cede hasta la novia.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–¡Ouuuu!... me gusta tu chica... ouuuu.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–A mandar –y manda a su chica ser amable con el rey.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">A mí me pidió un día el lunar que tengo en la nariz, a la derecha.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–¡Ouuuu!... me gusta tu lunar... ouuuu.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Si quieres, te lo pinto.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–¡Ouuuu!... quiero el tuyo... ouuuu.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Pues muerde, rey –y le ofrecí mi nariz.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–¡Ouuuu!... te creerás muy listo... tú lo que quieres es que me coma tus mocos.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Perdona, rey, es por si te gustaba.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Pero rey no perdona y me dio un arreón. <o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">El rey sólo escucha a su estómago, cuando está vacío. Con el estómago lleno, el rey está sordo.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Pero no lo estorbes, porque peligra tu vida. Por ejemplo, en su mesa de cuatro, en el comedor, sólo come el rey. Los otros tres, yo soy uno de ellos, o comemos antes, que no se puede, o comemos después, que tampoco te sirven. No comemos porque molestamos al rey.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">En realidad, da la comida a todo el comedor. Si el menú le gusta, porque se lo come todo y de muy malas maneras. Si no le gusta, porque quién se atreve a contradecirle.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">O sea, el rey es un hinchapelotas. Lo único que se te ocurre, conociéndole, es hacerte republicano y tirarlo del trono. Hasta que nos pongamos de acuerdo unos pocos.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span><br />
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">ORACIÓN EN EL CAMF DE LEGANÉS<o:p></o:p></span></span></b><br />
<span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Garamond;">(En homenaje a José Hierro)</span></i></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"><o:p></o:p></span></b></span><br />
<div style="text-align: right;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Rosa</span></i></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"><o:p></o:p></span></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHcMEbp9OsDwV5qTjKMIq4yyP6eE0qTPYqHgFw7zuPpOtbU83CvDe2uOWkKc9k_oxwjzpgdFRDu4V5HVc0MyYjUuZb57SiYqy7C05lLN43Yr4gEP1-YKJcbTUsDuwIxCKf9uDJ31xd_Mc/s1600/2014-02-27-03.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHcMEbp9OsDwV5qTjKMIq4yyP6eE0qTPYqHgFw7zuPpOtbU83CvDe2uOWkKc9k_oxwjzpgdFRDu4V5HVc0MyYjUuZb57SiYqy7C05lLN43Yr4gEP1-YKJcbTUsDuwIxCKf9uDJ31xd_Mc/s1600/2014-02-27-03.jpg" height="200" width="196" /></a><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Agradezco a dios la primavera<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">y el mirlo que me despierta con su canto negro<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">en la noche del parque.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Hay más pájaros, también se lo agradezco,<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">y agradezco el bullicio y los árboles verdes,<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">el bullicio y el azul del cielo y los aviones<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">y los helicópteros y las estrellas y la luna<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">y el eclipse lunar,<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">el eclipse de sol es un espanto,<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">y agradezco a dios la música y la literatura<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">y la inteligencia que nos dio<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">para disfrutar de los viajes<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">que música y literatura nos proponen.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y agradezco a dios los barcos<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">porque me permitieron atravesar el mar:<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">cuando iba hacia Caracas,<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">corría por la cubierta con los demás niños,<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">cuando volvía, tomaba el sol en cubierta<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">junto a los ancianos, sentada en mi silla de ruedas.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Maldigo a dios por esta suerte de mi silla de ruedas<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">y agradezco a dios todo, sin embargo.<o:p></o:p></span></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7664910606141027630.post-44218025616321607292014-02-27T00:03:00.000+01:002014-02-27T00:03:00.208+01:00Instrucciones para calmar a un capullo<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
<div style="text-align: right;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Garamond;">Mercedes<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiN3oHB6mMv7Ax36YIkSFuSI3ZQqD5jQm6ht2vbyiKLM4crsqlepqW0zYjgnSJWevXBQz1_KCk5nQrMo6hoIWnquvZs_wo0ZCXpGHMGuEJq7A0VEq2xqV0lOSConOIDCvJYdmIuz0wGhI/s1600/2014-02-27-01.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiN3oHB6mMv7Ax36YIkSFuSI3ZQqD5jQm6ht2vbyiKLM4crsqlepqW0zYjgnSJWevXBQz1_KCk5nQrMo6hoIWnquvZs_wo0ZCXpGHMGuEJq7A0VEq2xqV0lOSConOIDCvJYdmIuz0wGhI/s1600/2014-02-27-01.jpg" height="153" width="320" /></a></div>
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Estoy acostumbrada a vivir con capullos y conozco muchas de sus costumbres. En concreto, en mi familia tenemos uno al que cuidamos con esmero, por la cuenta que nos tiene.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Para que os hagáis una idea de lo que hablo, he de contar que, cuando vivía mi abuela, la madre de mi madre, y durante el mes que se pasaba con nosotros, el capullo le hacía todas las perrerías que se le ocurrían al muy caballero. Por ejemplo, cuando estaba tan tranquila pelando patatas en la cocina con mi madre, llegaba el capullo de visita y le metía la mano en el bolsillo de la bata y le quitaba el monedero.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Mira, Encarna, lo que he encontrado –decía muy serio.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y mi abuela, que no era tonta, se ponía de uñas, muy cabreaba.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Dámelo, que es mío y el monedero no se cae solo.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Las perrerías del capullo no terminaban aquí, pues una tarde de visita es muy larga. Cuando por fin mi abuela se sentaba en el salón a ver la tele, en lo más interesante de la película, le hacía cosquillas para que perdiese el hilo de la noticia o de la peli que estuviese viendo. Mi abuela, que ya conocía el paño, tenía un alfiler para estos casos y se lo clavaba en la mano si el caballero no andaba listo.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Pero tengo que advertir que la táctica del alfiler no es la mejor para calmar a un capullo, y mucho menos escupirle cuando te agarraba de las dos manos para defenderse del alfileretazo.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–¿Qué me vas a hacer ahora? –se reía con las manos de la abuela bien sujetas.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y era cuando ella le echaba el lapo a los ojos.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Semejantes reacciones no son la mejor arma para defenderse de los capullos, pues la resistencia alimenta sus más bajos instintos.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Lo mismo ocurría con la mujer de un primo de mi padre, una señora muy celosa, que se la llevaban los demonios cuando sorprendía al marido, un poco rijoso, guiñándole el ojo a cualquier mujer de mirada un poco descarada. El capullo, que conocía estas debilidades, informaba a la señora de mil patrañas que solo él podía imaginar.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–¿Sabes dónde estaba ayer tu marido? En el metro de Aluche lo vi, con una rubia despampanante en minifalda y en un plan muy comprometido, y dentro del coche.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y la señora le tiraba al marido lo primero que encontraba, que solía ser el cuchillo, y no volvía a dirigirle la palabra en un mes. Y, entretanto, el capullo frotándose las manos con la escena.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Pero no paraba aquí la cosa, como decía, pues terminaban poniéndose a ver la tele y, cada vez que salía una tía un poco maciza, le decía al marido:<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">–Mira, Bernabé, cómo está la tía, para darle un revolcón.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y la señora María volvía a tirar el cuchillo.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Este tampoco es el mejor método para que un capullo deje de molestar.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Para calmar al capullo hay que tenerle entretenido y, si es posible, darle todos los días de comer cosas afrodisíacas, para animar sus partes más íntimas, en vez de las maldades de su cerebro derecho.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y hay que tratarle con mucha delicadeza durante todo el día, para que no se cabree y viva relajado. Pero sobre todo, tener mucha paciencia con él cuando por fin se le ocurre hacerte alguna pirula. Ni te das por enterada, no pasa nada. De lo contrario, es que no se puede vivir con él.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y hay que tener un ojo bien abierto cuando duermes, para que no te eche agua a hurtadillas y te pegue un susto de muerte. Y paciencia, mucha paciencia para que no se dispare su cerebro derecho. Hay que aguantar todo lo que él te haga y nunca enfadarte. Si reaccionas, entonces estás perdida, porque el capullo te machacará sin piedad.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y ser tiernos, muy tiernos con él, es la única manera de librarte de sus putadas. Él nunca se cansará de hacerlas si observa que no te gustan.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Y lo más importante, no casarte jamás con él, como hizo mi hermana, que es su víctima favorita. Y ya sin remedio.</span></span>Unknownnoreply@blogger.com0