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Diatriba

­Un cuerpo sano es aquel que equilibra sus nutrientes. Si no logra hacerlo no sólo enferma y muere sino que tampoco podrá perpetuarse en vástagos y su linaje desaparecerá para siempre por no adaptarse. Hay que complementar las cosas encajándolas como un puzzle para formar un Gran Todo.

Por ejemplo, el simio ha podido adaptarse y sobrevivir gracias a que es omnívoro y toda aportación es útil para su salud. En caso contrario, sería fatal ¿conocen ustedes las terribles secuelas que tiene la hipervitaminosis, esa sobrecarga de una cosa única, por poner un ejemplo?

Las alteraciones genéticas, lo que la Alemania nazi llamó “degeneración” se producen por una uniformidad de carga en los genes, sin variantes que permitan nuevas y maravillosas combinaciones de supervivencia. Se equivocaban al pensar que podía evitarse mezclando sólo las calidades superiores de una sola familia de genes.

Estas cosas son entendidas naturalmente por los niños pequeños. Fíjense que, vencida la extrañeza inicial, olvidan sus diferencias de talla, sexo, raza, culturales… Ellos no le tienen miedo a las cosas nuevas, diferentes, complementarias, que les permitan descubrir la variedad del mundo tan rico en el que vivimos.

Personalmente, me parece un error reprochable desperdiciar tantas posibilidades. La opción múltiple, aparte de enriquecer de una forma divertida nuestro conocimiento y tener más cromatismos, nos hace libres de elegir, combinar e integrar. Eso es el regalo que nos dio la Naturaleza.