Sentada del 10 de enero de 2013

(Continuamos con la publicación de los textos escritos en el Taller de Escritura Creativa realizado en el Matadero de Legazpi, con motivo de la invitación de MedialabPrado a los adredistas, dentro de su taller experimental Funcionamientos: Diseños abiertos y remezcla social. Nos ayudaron muchos de los allí presentes como espectadores a escribir, desde Alba –gracias, Alba– hasta GabrielLucas, y otros mil más, o por lo menos diez. Estuvimos escribiendo muchos de los habituales, y algunos compañeros que jamás habían pisado el taller, como Rafita, Gero, Ramón y JoseFelipe –sus textos los publicamos en la sentada del día 3 de enero–, o JoseÁngel y Rosalía, que les cuesta asistir con asiduidad.
La condición era arrancar nuestros textos a partir de revolución, una palabra que, curiosamente, remite en su etimología a la escritura y a la lectura, a los pergaminos que se revolvebat, o sea, se desenrollaban para poder escribirse o leerse. Curiosamente, es el mismo origen etimológico que desarrollo, <de rota=rueda, des-a-rodare=des-arrollar, desenrollar> un concepto igualmente ligado a la Historia humana, no ya por remitir a la escritura en su origen, sino también por dar contenido ideológico a esta locura del crecimiento sin medida, puesto que ya nos ha arrollado el desarrollo.
¿Por qué será que revolución, en el imaginario cultural dominante es un concepto peligroso, y con desarrollo ocurre lo contrario, que se considera algo deseable? O sea, lo que nos puede salvar del desastre, la revolución, es rechazado, y lo que nos ha traído al borde del precipicio, el desarrollo, es bueno. Es lo que tienen las palabras, como hemos dicho tantas veces en el taller, que se llenan de mierda en su uso por las sociedades que ponen en comunicación, o mejor, por los dueños de las palabras, que son los dueños de todo.
Pues de esto escribimos en el Matadero de Legazpi, un lugar al que , en fin, nos llevó la constancia, el entusiasmo y la inteligencia de Montse, nuestra asistente de escritura y de casi todo ya)

LA PEONZA
Estrella
Revolución, esa palabra me trae a la mente la imagen de una peonza. Puede ser que me haya venido esa imagen a la cabeza porque nosotros giramos sin parar sobre este planeta Tierra.
La peonza da vueltas y vueltas, y cuanto más rápido gira más invisible y transparente se vuelve ante nuestra mirada. De la misma manera, nosotros, los Diversos Funcionales nos volvemos transparentes e invisibles ante la mirada ausente de la sociedad.
Sobre todo, ahora mismo nos están afectando más que nunca los problemas causados por la crisis y la crisis. Por ejemplo, a mí me trasladaban todos los días en ambulancia al CAMF de Leganés y, sin embargo, ahora me toca ir en mi silla ayudada por mis padres, lo cual nos resta autonomía.
El propio CAMF de Leganés sufre cada día más recortes. Hace un año disfruté de un programa, que se llama Temporal, por el que pude estar dos meses residiendo en el CAMF de lunes a viernes. De esta forma, mis padres y yo podíamos estar más descansados durante ese periodo y tomarnos un respiro, "un kit kat". Este año ya no hay disponibilidad para ese programa, porque por lo visto están haciendo obras de reforma. Lo peor es que el año que viene tampoco estará disponible este programa.
Normal que me venga a la cabeza una peonza, tanto dar vueltas y vueltas ¿dónde acabará esa peonza?
No sé qué es peor, si volverse invisible de tanto dar vueltas o, por el contrario, ser el centro de las miradas y sentirte examinado microscópicamente como si fuéramos bichos raros o seres mutantes.
Hoy me siento revolucionaria. Mi padre me ha preguntado: “¿Por qué vas hoy al Medialab Prado? ¿Para qué? ¡Esta chica no da más que problemas!” ¡Cómo no voy a ser revolucionaria escuchando comentarios de este tipo! Encima, de mi familia. Me gustaría que se respetasen mis gustos y mis decisiones. No me siento respetada.
¿Dónde acabará esa peonza? ¿ Para qué vas hoy al Medialab Prado?
¿Cómo no voy a ser revolucionaria, escuchando comentarios despectivos? ¿Por qué no hacen más centros como el Matadero? ¿Por qué no hay más residencias como el CAMF, si cada día hay más personas que las necesitan? ¿Por qué no me dejan querer a quien yo quiera? ¿Por qué no se respetan mis opiniones y mis sentimientos? ¿Se te ocurre alguna pregunta?

CONTRAGOLPEAR
Fernando
La revolución no necesariamente tiene que ser tumultuosa. Puede ser como cada uno quiera planteársela, bien para conseguir los fines políticos deseados, bien para conseguir la evolución personal, lo que podría ser la revolución de la humanidad.
¿Y la revolución de los cuerpos, la revolución por conseguir un cuerpo mejor que el de los demás?
Yo tengo en la cabeza dos revoluciones ejemplares, la Revolución Francesa y la Revolución Cubana, una cambió Europa, o sea, sacudió Europa, y la otra sacudió América, está cambiando América. ¿No son cuatro los presidentes hoy que fueron guerrilleros en los años setenta, y otros tres más, si no indios, indigenistas? Aunque visto desde lo que cuentan los periódicos, la Revolución Cubana no ha servido para mucho: si en principio sirvió para derrocar a un dictador, con el tiempo ha instalado en el poder a otro dictador, como si las cosas continuasen en el mismo sitio y el esfuerzo empleado por mejorarlas no hubiese valido para nada. Cierto que no siempre los intentos por lograr cambiar las cosas dan el resultado esperado, pero en America las cosas se mueven, y Hugo Chávez no va a curarse el cáncer a Houston sino a La Habana.
Yo creo que en España estamos empezando a necesitar una revolución que cambie las cosas. Porque lo que estamos perdiendo es libertad, bienestar, autoestima. Estamos entrando en una dinámica que en muy poco tiempo nos cargan el Estado de derecho, o medio derecho, que tanto tiempo nos había costado conseguir. Nos están dando bien con las reformas. ¿Con qué tendremos que contragolpear?

NACHO
Isabel
Para mí que la palabra revolución ahora mismo tiene un significado raro, porque mi persona está alterada de forma importante. Por lo menos, a mi parecer. Algunos cambios físicos y otros no tan físicos han aparecido sin más. Gran parte del fenómeno tiene mucho que ver con una persona que se llama Nacho. Y dentro de un par de meses habrá cambios aún mas importantes en mí. Espero que sea la última revolución que se realice en mi cuerpo, pero no la última en mi vida, porque Nacho es importante, pero yo soy más, y soy de mí misma, no de nadie.
Nacho, eres mi revolución del momento, que no es poco.

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