La peonza


Estrella
Revolución, esa palabra me trae a la mente la imagen de una peonza. Puede ser que me haya venido esa imagen a la cabeza porque nosotros giramos sin parar sobre este planeta Tierra.
La peonza da vueltas y vueltas, y cuanto más rápido gira más invisible y transparente se vuelve ante nuestra mirada. De la misma manera, nosotros, los Diversos Funcionales nos volvemos transparentes e invisibles ante la mirada ausente de la sociedad.
Sobre todo, ahora mismo nos están afectando más que nunca los problemas causados por la crisis y la crisis. Por ejemplo, a mí me trasladaban todos los días en ambulancia al CAMF de Leganés y, sin embargo, ahora me toca ir en mi silla ayudada por mis padres, lo cual nos resta autonomía.
El propio CAMF de Leganés sufre cada día más recortes. Hace un año disfruté de un programa, que se llama Temporal, por el que pude estar dos meses residiendo en el CAMF de lunes a viernes. De esta forma, mis padres y yo podíamos estar más descansados durante ese periodo y tomarnos un respiro, "un kit kat". Este año ya no hay disponibilidad para ese programa, porque por lo visto están haciendo obras de reforma. Lo peor es que el año que viene tampoco estará disponible este programa.
Normal que me venga a la cabeza una peonza, tanto dar vueltas y vueltas ¿dónde acabará esa peonza?
No sé qué es peor, si volverse invisible de tanto dar vueltas o, por el contrario, ser el centro de las miradas y sentirte examinado microscópicamente como si fuéramos bichos raros o seres mutantes.
Hoy me siento revolucionaria. Mi padre me ha preguntado: “¿Por qué vas hoy al Medialab Prado? ¿Para qué? ¡Esta chica no da más que problemas!” ¡Cómo no voy a ser revolucionaria escuchando comentarios de este tipo! Encima, de mi familia. Me gustaría que se respetasen mis gustos y mis decisiones. No me siento respetada.
¿Dónde acabará esa peonza? ¿ Para qué vas hoy al Medialab Prado?
¿Cómo no voy a ser revolucionaria, escuchando comentarios despectivos? ¿Por qué no hacen más centros como el Matadero? ¿Por qué no hay más residencias como el CAMF, si cada día hay más personas que las necesitan? ¿Por qué no me dejan querer a quien yo quiera? ¿Por qué no se respetan mis opiniones y mis sentimientos? ¿Se te ocurre alguna pregunta?

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