Contragolpear


Fernando
La revolución no necesariamente tiene que ser tumultuosa. Puede ser como cada uno quiera planteársela, bien para conseguir los fines políticos deseados, bien para conseguir la evolución personal, lo que podría ser la revolución de la humanidad.
¿Y la revolución de los cuerpos, la revolución por conseguir un cuerpo mejor que el de los demás?
Yo tengo en la cabeza dos revoluciones ejemplares, la Revolución Francesa y la Revolución Cubana, una cambió Europa, o sea, sacudió Europa, y la otra sacudió América, está cambiando América. ¿No son cuatro los presidentes hoy que fueron guerrilleros en los años setenta, y otros tres más, si no indios, indigenistas? Aunque visto desde lo que cuentan los periódicos, la Revolución Cubana no ha servido para mucho: si en principio sirvió para derrocar a un dictador, con el tiempo ha instalado en el poder a otro dictador, como si las cosas continuasen en el mismo sitio y el esfuerzo empleado por mejorarlas no hubiese valido para nada. Cierto que no siempre los intentos por lograr cambiar las cosas dan el resultado esperado, pero en America las cosas se mueven, y Hugo Chávez no va a curarse el cáncer a Houston sino a La Habana.
Yo creo que en España estamos empezando a necesitar una revolución que cambie las cosas. Porque lo que estamos perdiendo es libertad, bienestar, autoestima. Estamos entrando en una dinámica que en muy poco tiempo nos cargan el Estado de derecho, o medio derecho, que tanto tiempo nos había costado conseguir. Nos están dando bien con las reformas. ¿Con qué tendremos que contragolpear?

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