210

Fuerza de voluntad elevada

El hombre “A” caminó lentamente por la calle, el bastón era su fiel compañero, ciego de nacimiento no era para él la vista algo de extrañarse, la gente pasaba, indiferente, almas que van almas que vienen, “A” se entretenía oliendo el paisaje y saboreando el viento de abril.
Al fin llegó con “B”, estaba sentado en una silla, hacía tiempo sus piernas habían renunciado a su cuerpo…los dos avanzaron…avanzaron…hasta desprenderse lentamente del piso, primero un poco, en suave levitación, luego escandalosamente alto, volaron hasta perderse en el horizonte primaveral; nadie sabía su secreto. Al caer la noche ya estaban de vuelta.

No hay comentarios: