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Huellas


“Si encuentras un bambú solitario en el bosque de tu casa y luego de tres días nadie lo ha necesitado, permite que el viento lo tuerza, luego lo quiebre y déjalo morir”
Proverbio tibetano



Kamala se levantó junto con el sol como todos los días, salió de su casa lentamente, adormilada y fue internándose en el bosque nevado; una gruesa capa había caído aquella noche.
En la casa, su madre, a la hora de preparar el almuerzo, la reclamó en la cocina, pero la joven no acudió. Por la noche, su pequeña hermana Khaying, no queriendo dormir a solas la esperó acurrucada en el estrecho catre hasta quedarse dormido, porque Kamala no regresó. Al día siguiente, su padre, Doje, precisó ayuda en el jardín y buscó en vano a la joven por la casa y luego por el bosque nevado y no la encontró. Sus abuelos, necesitando que Kamala los ayudara a acarrear agua desde el arroyo, la llamaron una y otra vez desde la puerta de su casa, pero la joven se encontraba muy lejos.
Al décimo día, la familia de Kamala ya no la necesitó en la cocina, ni en el jardín, tampoco para acarrear el agua. Hasta su hermana Khaying dejó de esperarla. Doje, su padre, una vez más fue hasta el bosque, y cerca del arroyo descubrió unas pequeñas huellas congeladas. Entonces, con toda calma, elevó su mirada sorteando las altas arecas y le rogó al viento, que le pidiera al sol, que desaparezcan las huellas de Kamala para que jamás regresara a Lhatse.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Tremendo también...

Anónimo dijo...

Muy guapo...

Anónimo dijo...

Africa tiene salvacion de mujer y de microcreditos pero esta niña tal vez fue vendida como esclavo se la llevaron la minas anti personas muy hermoso

Anónimo dijo...

Bravo, bravo y bravo!