Un nervio muy nervioso

Isa
Un nervio nerviosísimo se le metió en el cuerpo a una mujer que estaba fumando en su habitación. Le entró tal baile de San Vito que se pasaba el día, con una varita de mimbre en la mano, saltito pa’lante y saltito pa’atrás, con las rodillas erguidas. Luego, unos como hilos se le fueron separando de los dedos y caían al suelo. Con los hilos rotos, se le partieron las piernas y cayó al suelo como una de esas marionetas que bailan. Toda ella cayó al suelo como una marioneta. Le cerraron los ojos y, con las manos cruzadas, la metieron en un féretro. Y taparon el ataúd. Todo, menos la cabeza, que la cubría un cristal, viéndose a través de él su rostro sonriente, que parecía un ángel con el pelo tan rubio. Era tan largo su pelo que la cubría el culo, con perdón, siempre había usado un champú para pelos espectaculares como el suyo. Pero aquella alegría no era plan y le terminan poniendo un velo blanco que le tapará su rostro. La gente lloraba de pena y gemía de dolor, suspirando muy hondo. Ah, se me olvidaba, la difunta se llamaba Leo y cuando estaba sana fue muy libertina, le gustaban las fiestas salvajes. A Leo la llevaban seis vecinos a hombros, todos de luto riguroso y con pasos lentos. A Leo le gustaban mucho los perfumes, tanto, que por su cara caían rodando, a veces, lágrimas con olor a esencia de rosas cuando estaba más triste, como ahora, con este velo encima. Cambiemos de tema. Leo soñaba perfectamente que estaba viva y feliz, orgullosa de ser una mujer con mucho talento. Trabajó siempre en una tienda textil con retales de muchos colores, y ganaba mucho dinero, muchos dólares americanos. Y soñaba que corría como una descosida, como una leona feroz. Luego fue que, una como serpiente sigilosa asustó a los hombres que la llevaban, y todos sus porteadores salieron corriendo, cobardes como gallinas. La serpiente desapareció entre la hierba. No os extrañe, era precisamente el nervio nervioso que se había posesionado de Leo. Y Leo, por fin, se recupera ya de la epilepsia y de la catalepsia, una verdadera suerte.

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