Sentada del 10 de julio de 2008

IR TIRANDO
Conchi
Ahora ya no es como antes, ahora Lourdes deja las cosas para luego. Si tiene que fregar la casa lo hace en dos veces. Antes le pedía a Andrés ayuda para que le quitase las ventanas del cuarto porque ella no se podía subir y ahora, desde que ha muerto Andrés, lo va haciendo poco a poco, porque dice que ella está sola y nadie lo ve, si está la casa guarra como si está limpia. Eso sí, va a la compra, se compra lo que quiere de comida (¡ah!, no le gusta el pollo ni el conejo, le gusta el cerdo) y viene a ver a su amiga Irene en el CAMF de Leganés casi todos los días. Su amiga Irene está en una silla de ruedas y no se puede mover. Lourdes hace voluntariado con la Cruz Roja y cada día la mandan una cosa distinta, que vaya a ver a abuelos a sus casas para entretenerles un poco, pero los lava, los saca, los llevar la comida hecha. Los martes por la tarde los acompaña al cine, porque sólo cuesta 1 euro. Luego meriendan en Rodilla, se comen un taco de verdura y cada uno se pide lo que quiere y se paga su café, que así no hay líos. Algunos sábados se queda con sus nietos mientras su hijo y su nuera van a comprar. Los saca a pasear al sol y les compra chuches. La niña, que tiene 3 ó 4 años, como no se entretiene con nada y quiere todo el día ver películas de vídeo infantiles, no hace más que tirar de su abuela para volver a casa y que le ponga la tele. El niño, que es más pequeño, tiene el pelo rubio y es más gordo que su hermana. Antes se pasaba el día llorando y su abuela no se podía mover de su lado, hasta que le salieron los dientes. Y ahora es hiperactivo y no deja parar a la hermana un momento. La tira de los pelos, siempre la está pegando o tirándole bocados. Lourdes acaba agotada después de estar con ellos y se tiene que sentar. Qué ganas tengo de que lleguen tus padres para que se encarguen de ti, que no eres más malo porque no puedes. A ver si tus padres te controlan un poco, porque yo ya me he hecho mayor y no tengo tantas fuerzas como cuando era joven, y que te busquen alguna distracción los sábados. O que te dejen con tus primos, que jugáis más tiempo y así te entretienen y no das tanto la lata. Los domingos Lourdes se queda en casa descansando tranquilamente, porque el lunes tiene que volver a cuidar a los abueletes. No tiene mucho tiempo para sí, ni se pintar ni se arreglar, y se pone cualquier cosa encima. Por la noche, cuando se mete en la cama, echa de menos a su marido. Con el paso del tiempo se va curando la herida y ya no llora cuando se acuerda de él, que es cada vez con más frecuencia.



PROBLEMAS DE PAREJA
Rosa y adredista 0
En el parque, los adolescentes se desnudan con los primeros calores, pero es ahora cuando los olmos, los arces y los chopos comienzan a vestirse. Si no fuera por sus copas repletas de sombra, en verano el banco de madera sería inhabitable a estas horas. La primavera lo viste todo ahora mismo. Lo está pintando de verde ansioso. Las flores en la pradera son una retórica y un capricho, el talismán que hace guiños al niño. Los niños persiguen a las flores con furia Lo que con tanto respeto adoran las abejas, lo destroza la curiosidad infantil. En el banco se sienta mi asistente, con el cuaderno en las rodillas, copiando mi dictado. Yo he arrimado mi silla para que me oiga mejor. Llevo aquí parada más de una hora y todavía me dura la alegría que brota de mis pulmones cada vez que ruedo por el parque con mi silla de ruedas. El frescor de la primavera me vivifica y dibuja una sonrisa en mi rostro que no puedo evitar. Mi asistente se ha sentado entre sol y sombra, pero mi cabeza aguanta bien el sol. Ahora mismo he sorprendido a un jilguero colocando un pajita, que traía en el pico, sobre un nido a medio hacer. Lo está construyendo en lo más intricado de un pruno. Se va el jilguero de cabeza roja y alas amarillas y llega una pájara parda con otra ramita, que coloca con un cuidado infinito, rectificando incluso la que ha dejado su compañero. No han reparado ninguno de los dos en mí, que los observo fascinada. Es la pareja más enamorada el parque, su relación va en serio. Si los observas atentamente, descubres su prisa enorme por arreglar el pisito. Van a tener suerte, lo presiento, el pruno está creciendo y los ocultará muy pronto de miradas indiscretas. Van a ser felices, son el uno para el otro. Ahora estoy más contenta todavía que al principio, al sentir el frescor del aire del parque en mis pulmones. Es esta alegría lo que me inspira la pregunta, sinceramente, al asistente de escritura. ¿Cuáles pueden ser los problemas de la pareja?, le pregunto



CASTILLOS EN EL AIRE
Juani
Estaba tumbada sobre el frescor de la hierba. El sol me daba fuerte y hacía calor. Era un día de estos de verano, así, bochornoso, y yo miraba al cielo y observaba las nubes, que corrían delante de mis ojos. Cada una tenía su forma: unas tenían forma de cordero, otras de oveja, otras de vaca… Y entonces yo me imaginaba cabalgando sobre cada animal y surcando toda la tierra. Iba viendo cada país, quien los habitaba y si las tierras eran de secano o de regadío. Las tierras de secano, yo las conozco muy bien, me preocupaban especialmente, pues observaba los campos empobrecidos, y entonces yo imaginaba que con mi mano simplemente decía "que todo este terreno se haga fértil". Luego lo pensaba mejor y me convencía de que eso no podía ser. Porque era todo tan hermoso. Así estaba bien hecho el mundo, tenía que haber de todo, parte seca, parte fértil… Y entonces, una llamada me devolvió a mi mundo, que es un poco enrevesado, la verdad.

No hay comentarios: