Sentada del 4 de diciembre de 2008

IDENTIDADES
MaryMar y adredista 0
Lo que más me gusta de la tele es un programa de Cuatro que se titula Vidas cutres. Hacen seguimiento de muchas cosas, pero lo que a mí más me gusta es una aldea de Etiopía donde han instalado por lo menos cien cámaras. Un generador de fuel da electricidad al gigantesco montaje. Es espectacular, transmiten a diario en directo, las veinticuatro horas. Yo veo el programa, sobre todo, a la hora de la cena y me conozco a todos. Hace más de un año que me enganché y todavía no me he cansado. He engordado unos kilos estos meses, que yo achaco a la ansiedad y a la emoción. Porque el programa es muy emocionante. En cada casa de la aldea hay algún miembro de la familia que se está muriendo de hambre. Sus allegados dicen siempre que está muy débil el pobre, lo mismo da que sea un anciano que un niño que una mujer que ha pasado las fiebres. Pero tú sabes que se muere de hambre porque te lo explica un médico de ONG sobre el terreno, que colabora en el programa, por supuesto. Tú sabes lo que ha comido toda la familia ese día y durante todo el año, ponen gráficos. Incluso puedes adivinar quien será el siguiente en morir. Hay apuestas. Es muy emocionante porque los ves morirse de verdad y los ves llorar a sus muertos cada vez. Es el programa que más me gusta. Me gusta más esto, cuando se mueren de hambre, que los nacimientos y todo eso, que también lo dan en directo, pero no es lo mismo. El programa hace el seguimiento de todas las familias de la aldea, más de cincuenta. Yo ya conozco a todos sus habitantes y sé lo que comen y me atrevería a decir que sé también cuando van a morirse de hambre cada uno de ellos. Los responsables del programa se pasean por la aldea comiendo sus hamburguesas y sus kikos y bebiendo latas de cerveza, normal, pero tienen prohibido por contrato dar de comer a los habitantes. Yo, de tanto verlos pasar hambre a los pobres, estoy cenando demasiado cada noche y me estoy poniendo un poco gorda, como todos los de la tele que trabajan en la aldea, que ya son unos obesos.









UN PROBLEMA
HeavyMetal




No me puedo enamorar de nadie, esa situación está acabando con mi salud.
Estoy llorando y llorando continuamente, quiero amar.
Tengo el corazón herido de muerte por amar y no ser amado.
Para no poder ser amado prefiero la muerte.
No vivo del todo a gusto en este lugar, me falta lo principal, el amor.
Cuando estoy cerca de una mujer y me hace un poco caso, sin poder evitarlo, ¿qué pasa, que parezco subnormal?, me enamoro de ella.
Me desespera estar viviendo en está situación.
Siempre, siempre viviendo igual, ¡qué desesperación!
No me puedo enamorar de Jara porque pierdo su amistad.
Me acuerdo mucho de África, que la conocí en Príncipe Pío. Yo estaba subiendo las escaleras, cuando su novio se preocupó de mí, pero yo me fijé en ella.
Luego, un día, Africa estaba en la estación conmigo cuando su novio la llamó al móvil. Íbamos al concierto de Tierra Santa. La llamó y ya no fue conmigo.
Mi alma sólo tiene sed de amar, está llena de llagas. Son como clavos, iguales como los que tenía Jesucristo en el madero






METRO DE LEGANÉS
Rosa y adredista 0



En el metro de Leganés viaja gente feliz,
gente sobresaltada ¡¡¡sus órdenes!!!
por los gritos del despertador,
y que comienza a correr,
se viste corriendo, mea corriendo,
desayuna corriendo
y no para de correr
hasta abandonar a su hijo
en la guardería, o sitios peores,
como los comedores infantiles,
y llegar al despacho donde el jefe
termina de arreglarle la mañana
con nuevas órdenes porque sí,
porque en el metro de Leganés
viaja gente feliz y muy apretada
que se huele, se roza, se agarra,
se abofetea, se insulta, se suicida
y llega tarde a todas partes
porque es mucha gente y es feliz
y el metro de Leganés vuela
en dirección contraria
y separa a su gente
de todo lo que aman, la cama,
su mujer o su hombre, los hijos,
la primavera, es tan bonita,
o los rincones, las plazas,
y la gente feliz se entristece
y se cansa
y, a veces, se enfurece.