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Racismo

El jueves pasado viví algo diferente de camino a la estación. Cogí el último autobús dispuesta a llegar a casa tras un largo día de estudio intensivo.

No sé si decir que me llevé una gran desilusión al darme cuenta de lo racista de ésta sociedad en la que vivimos, o decir que me llevé una gran alegría al darme cuenta de cómo soy yo realmente. Lo único que puedo deciros es que aquel señor (si es que puede llamársele así) no quiso sentarse al lado de otro hombre por el simple hecho de que tenía la piel de distinto color.

Avergonzada por ésta actitud le ofrecí mi asiento al señor de piel más oscura, suplicándole que no se sentara al lado de alguien que no merecía ni su presencia. El hombre estaba realmente indignado, se notaba nada más mirar sus rasgos, pero aún así yo le ofrecí mi asiento de nuevo y además le di un poco de conversación, al menos para evitar que tomara represalias contra él.

Nadie, absolutamente nadie fue capaz de abrir la boca y hacer callar a ese señor. Yo, avergonzada ante este panorama, decidí despedirme amablemente del chico en cuestión y bajarme en la próxima parada. ¿Cómo es posible que vivamos en mundo en la que la diversidad de culturas está cada día más presente y todavía haya personas que no sepan entender que no tiene nada de malo?

Nadie es superior a otro.Ya no es cuestión de razas, es cuestión de educación

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Algo realmente triste. Sin embargo, es la realidad de nuestros días.

Anónimo dijo...

Ojala que todos aquellos que lean este mensaje puedan hacer conciencia ante sus acciones! Gran articulo.

Anónimo dijo...

Ojalá esto llegue a los corazones de muchas personas.

Anónimo dijo...

yo lo hubiese hecho de otro modo..me hubiese sentado al lado de ese señor, y le hubiese preguntado amablemente el porqué de su rechazo a esa persona, tal vez me hubiese mandado a tomar por el culo, tal vez no,tal vez nadie le ha preguntado su opinión, tal vez la gente ignorante lo es porque también su ignorancia les aisla,les provoca miedo y eso les lleva a cometer actos a veces violentos,muchas veces deplorables, en cualquier caso, creo que son ellos los que más apoyo necesitan, porque hay un prejuicio escondido en cada pensamiento y no sería sabio no reconocerlo; si quiero ser profeta de la igualdad he de empezar dando ejemplo de ello...no les parece?

Anónimo dijo...

Muy buena tu actitud, pero eso que escribiste dista bastante de ser un microrrelato. Apenas es el relato de una anécdota. Debes esforzarte más.

Anónimo dijo...

Uy
creo que mas de la mitad de los textos expuestos no cumplen con el requisito del microrrelato
Pero que buena excusa para relacionarnos y compartir comentarios, en un ambienta tan acogedor y cariñoso