Miniaturas XXXIV

Iñaki
Por cada palabra escrita,
una lágrima,
por cada causa perdida,
un llanto,
por un corazón,
la vida.


Suavidad que me enseña,
suavidad que me inquieta,
suavidad que me llama,
te soy leal por pura admiración.


Espero tu voz
y tu consejo y tu mirada,
espero
que un día me escuches.


Voz sensible,
perfecta, baja,
voz que siempre fue
mi profecía
y mi sorpresa,
su voz sincera, ella.


Sentir que el viento te abraza,
sentir que tu vida tiene sentido,
sentir la caricia que te resucita,
esto fueron sus manos.


¿Por qué es tan largo
el camino de la esperanza?
¿Por qué la paciencia
termina en el callejón del olvido?


Espero
y espero no llegar nunca
al callejón del olvido,
espero que nunca me falte tu cariño.


La lágrima que llora
mi ojo derecho
sufre igual que la lagrima
que llora mi ojo izquierdo:
¡somos tan libres al llorar!

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