Carmen
–Buenas
noches, soy Lara ¿y las otras?
–Los
dos solos, ¡qué miedo!
–¿Me
das las llaves o quieres que me quede aquí pasmada, contemplándote?
–Cantas
tú muy bien, mientras friegas.
–Claro
que canto bien, ¡vaya descubrimiento!
–¡Ay,
qué sofoco! He venido corriendo y con el natural que yo tengo
enseguida me enciendo.
–Pues
yo vengo empapada.
–No
somos de piedra, señora.
–Todo
te lo imaginas tú.
–Yo
soy de esos que pim pam pum, en 2 segundos, listo.
–Bueno,
voy a ponerme la bata que no quiero hacerte sufrir.
–Tú
y yo tendríamos que ser más amigos.
–¡Ay,
que descarrilas!
–Con
el lío que ha organizado, Lara, si tú y yo estuviéramos a bien,
otra cosa sería.
–Bueno,
me voy a tomar el fresco.
–En
buena armonía el problema sería diferente. Con paciencia y sin
prisa.
–Uy,
uy, no se me acerque que las señoras somos de vidrio y el vidrio,
catacrac. ¡No se tocan las señoras!
–Si
no se dejan tocar.
–Chica,
¡qué silenciosa vienes! ¿Estabas de palique con el segurata u os
rascabais las pulgas?
–Ojo
con lo que dices.
–Que
yo no me meto.
–¡Buena
pájara estás tú hecha!
–Me
destetaron hace tiempo, sí. ¿Qué te ha dicho?
–Nada.
Que nos entiende y está con nosotras.
–¿Y
por qué nos vamos a dar la hostia?
–Me
imagino la cara de los oficinistas, mañana, cuando encuentren el
gallinero tan sucio como lo dejaron. Veréis como reniegan,
acostumbraditos a que unas burras de carga les limpien cada noche sus
meadas.
–De
momento sólo renegarán, pero que el patrón tarde mucho en avenirse
a razones, ¡que tarde!
–Mierda
amontonándose, que si polvo, que si colillas… aquí será el
llanto y el crujir de dientes cuando lo vean.
–Eso
si no se atasca algún lavabo y los váteres apestan. Empezarán
refunfuñando y acabarán llorando.
–Nosotras
tozudas, que lloren. El patrón acabará viniendo de rodillas,
arrastrándose.
–¡Y
sobre los meados!
–Lara,
rebajad la cosa a la mitad y os haréis con la situación. La empresa
no puede ceder en todo.
–¡Ya
salió la empresa!
–¡Si
te parece! Soy el segurata.
–Cuando
te despidan, claro que te echaremos de menos, rey mío.
–Yo
también mancho, claro.
–Si
sólo fuera por eso, mejor te pierdes ya.
–¿Has
visto qué luna hay?
–Buena
para encantamientos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario