HeavyMetal
Bienaventuradas
las personas que vienen aquí, a la residencia, a hacernos compañía
y a ayudarnos.
Y
mi amiga Isabel y mi amigo Nacho me emocionan, hacen una pareja
perfecta.
Y
bienaventuradas las personas que nos asisten aquí, gracias a todas
esas cuidadoras y camareras…
Para
cuatro euros que recibís, a cambio de tantas atenciones.
Es
una alegría estar con vosotros, gracias, y estar en vuestras manos.
Es
un placer ver a Isabel y a Nacho, los dos tan juntitos llenos de
amor, y respetados…
Cuando
Manuel cuidaba a mi amigo Alfonso Gálvez, eso sí que era hermoso.
Bienaventurado,
Manuel.
Me
tenéis que creer, no me gusta el mal ajeno.
Cuando
veía a Ramón y a Ali, juntos y atentos el uno de la otra, se me
ponía la carne de gallina…
Un
regocijo ver a estos dos compañeros, personajes de su historia en la
silla de ruedas.
Ponía
el vello de punta, era todo tan bonito.
Y
cuando Enricucho viene a comer con Carmen Soria, ¡qué pasada!
No
me alegro tanto de mi bien como del bien ajeno.
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