Sentada del 18 de julio de 2013


SUICIDA
Laura
Hace cincuenta años, más o menos, que vino a este mundo un chiquitín al que llamaron Mariano. Aquel día en el Hospital Clínico de Madrid su familia estalló de alegría porque vino bien y porque era un niño muy deseado.
Se crió en la zona de Estrecho con todo tipo de comodidades, a pesar de lo cual siempre estaba llorando. Su madre decía que lloraba hasta dormido. En la guarde escandalizaba a todos los niños y cuidadoras con sus llantos, que cuando un perro ladra a un fantasma, diez mil perros lo hacen real.
Más tarde, en la etapa del colegio, dejó de llorar, pero siempre estaba triste, no se centraba en los estudios y sacaba malas notas. El deporte se le daba bien, le valía para comunicarse con sus compañeros de juego, aunque seguía siendo un tipo raro, pues no se alegraba cuando metía un gol y todos le aplaudían, ni celebraba los triunfos de su equipo cuando ganaba. Se quedaba triste como si hubiera perdido.
En el bachillerato abandonó sus estudios sin razones claras y se puso a trabajar de peón de albañil, así aprendió el oficio. Su triste vida no se motivaba por nada.
Jamás valoraba las cosas que hacía. Y menos, a las personas que vivían a su alrededor. Terminó siendo soltero toda la vida, pues ninguna mujer se fijó en él. Despreciaba todo lo bueno que la vida te ofrece, desde el agua o el aire hasta las mujeres o la luz.
Nada más despertarse por la mañana, si el día estaba despejado, soltaba su comentario favorito: ¡Otro día para seguir sufriendo! Y si le aparecía nublado o lluvioso: ¡Vaya día más triste, me quedaría en la cama!
Lleva dos años sin trabajar porque le tocó en la Bonoloto un gran premio, que apenas pudo celebrar por no tener amigos. Y está más triste que nunca porque no tiene nada que hacer. Al pobrecito no se le ocurre cómo gastar su fortuna y ya piensa en suicidarse.

ENVIDIA
MaryMar y adredista 7
Conozco a una persona que tiene envidia de todo el mundo. Se llama Rosario. No es ni guapa ni fea, ni gorda ni flaca. Regular. Es casi de mi misma edad y está casada. Su marido se dedica a diseñar piezas de aviones en el complejo CASA de Getafe. Es muy trabajador.
Suelen salir juntos de paseo y de bares. Se llevan bien entre ellos y se quieren bastante, pero Rosario tiene envidia de una compañera de su marido, también ingeniera, que se tira a toda la base, incluido el personal militar. Está segura de que su marido también se la ha tirado.
–¿Qué? ¡No me digas que con esa tampoco me pusiste los cuernos! –pregunta Rosario un día en La Cruz Blanca ante un vaso de cerveza.
–Tú sabes que no –contesta él, un verdadero pánfilo, y Rosario le cree.
Lo que más desea Rosario es ser como la ingeniera y ligar con todo el mundo e ir picando de flor en flor. Pero su marido es pánfilo y muy celoso, claro está, y si ella se dedicase a ligar le montaría un pollo.
Prefiere seguir tranquilamente con su marido y dejarse de líos. Y morirse de envidia, por supuesto.

HACERNOS UNAS RISAS
Conchi
Mi tía es diabética y se pega unos porrazos la mayoría de las veces... Como no ve, se pega cada hostia en el suelo... Dice que cada vez ve menos y es verdad, porque ayer estuvimos comiendo en el Renato y casi se le cae la sobrina nieta de 10 meses de los brazos. Que, por cierto, es más mala... A mí me tiró 90 veces del pelo, ¡y tira fuerte la jodía!
Para mi gusto es demasiado tragona y está demasiado gorda. Espero que pronto empiece a andar, porque como siga así, sólo comiendo y durmiendo, se va a poner como un barril. Nada más que se la ven ojos. Pesa 12 kilos con 10 meses.
Su pasión son los yogures. Toda clase de yogures. Lo que no le gusta son los potitos, así que la tienen que engañar para que se los coma. Le gusta la comida hecha en casa, ¡va a ser más fina!
Y dicen que cuando se ponga de pie se va a pegar unas hostias… Porque es muy nerviosa y se va a hacer cada chichón que pa qué.
Le encantaba mi pelo y su padre me la tenía que quitar de encima porque me pegaba unos tirones…
Me perdió la llave de la puerta de mi habitación, ¿dónde la metería? A lo mejor con los juguetes que la regalé por Navidad.
Cuando vio el cuadro de Mickey que le había hecho no veas qué lametones pegaba. Casi lo rompe, si no se lo quita el padre. Es que lo chupa todo, hasta las botas que lleva puestas. Como no tengan cuidado se come cualquier cosa.
Luego la quise coger y no se dejaba, se escurría y protestaba. No se queda quieta, es hiperactiva. Sólo quería estar en brazos de sus abuelos o de sus padres, aunque se va con cualquiera.
Voy a ir en el metro a verla, porque la salida con ascensor está cerca de su casa. Y dice el abuelo de la niña que me la va a traer otra vez él, porque los padres se van de viaje a Sevilla y dejan la niña a los abuelos.
La niña se ríe mucho. Es una cachonda. Tiene unos pulmones que parece una soprano. Nació el 27 de abril y me gustaría que nos viéramos más para hacernos unas risas.

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