Guay Tope Guay


Mercedes
Una fiesta es siempre algo guay, pero es que los cumpleaños en mi familia son super guays. Nos reunimos todos: mi hermano, mi hermana y yo, sus respectivos, mis tres sobrinos (dos chicos de 20 años y una chica de 17 años), y “la Isidora”, mi madre.
Lo primero que preparamos es la mesa grande llena de comida: aperitivos, aceitunas, patatas fritas, canapés, gambas, langostinos, croquetas, callos, tortilla de patata, jamón serrano, y etcétera. Cuando es el cumpleaños de mi sobrino favorito, nos vamos a casa de mi hermana a celebrarlo, y nos acompaña el hermano de mi cuñado y su mujer, con otro hijo que también es un cachondo mental.
Son muy divertidas estas fiestas porque armamos unas guapas, de todo: contamos chistes verdes y nos reímos de toda la gente, comenzando por el Capullo. Hablamos de todo sin cortarnos y lo pasamos bien, todos juntos y revueltos.
Este verano también ha sido guay de la muerte. Me fui con un grupo de compañeros cojos como yo a Lanzarote, que no es la isla mejor adaptada, pero se puede mirar. Y mi madre también vino, el hotel era una pasada, había de todo: piscina, quiosco, jardines con flores y árboles, palmeras, cafetería, peluquería, fuentes....había de todo. Teníamos todo incluido: el desayuno, la comida y la cena, que eran buffet, y un cocinero preparaba la carne o el pescado a la brasa en el momento. Era como el paraíso aquello, yo no sueño otra cosa.
Fuimos a muchas excursiones juntas. Lo que más me gustó es que fuimos en un barco a Fuerteventura, qué paseo por mar, como Ulises me veía yo. La Fuerteventura también era bonita, una playa de arena blanca y agua azul turquesa muy preciosa. Pero el Timanfaya es lo más, me encantan los volcanes y su mala leche: echabas paja y se quemaba, echabas agua y salía vapor. Cogí un poco de arena en la mano y quemaba. Lo malo, que mi madre no me dejó montar en los camellos. Ese rato me lo pasé buscando olivinas, que está prohibido hacerlo en el parque.
Llevo veinte años en este centro y he estado en muchas fiestas. Mi favorita es el Aniversario de mediados de mayo, una fiesta de una semana entera. Hay de todo: baile, teatro, la semana cultural, muchos aperitivos, muchos banquetes de comida especial, etc. Estuvo muy bien este año. Y la exposición de trabajos de los talleres, genial. Yo presenté un cuadro de “petit point”, un reloj de cocina para mi madre.
Yo me lo paso muy bien en todas las fiestas, me gusta mucho la juerga. ¿Sabéis lo que más me gustaría? Ir a un “Boys”, para ver a tíos macizos en pelotas, como los parió su madre. Se lo tengo que pedir al Capullo. En los Carnavales yo me disfrazo de embarazada o de novia, y el andador es siempre mi marido. Me he llevado muchos premios de disfraces.
Y escribo porque me apetece y me sale de las narices, es para nuestro blog de EscribirAdrede. Lo que me gustaría ahora es escribir la historia de mi vida, que es una vida muy sencilla y muy normal, por eso, la gente encontraría su vida en mi vida, no sé si eso vendería mucho pero sería hermoso. Y estoy de puta madre con los adredistas. Me lo pasó genial con las historias que salen aquí, en el taller, no hay más que leer el blog para que veáis que no miento. Hay que darle mucho al coco. Me gusta que cada día se hable de un tema porque así nuestra realidad se ensancha. 

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