146

Sueña

Soñaba todas las noches que sobrevolaba los tejados de la ciudad para ir a encontrarse con sus semejantes. Cuando despertaba empapado en sudor sentía que una parte de si mismo se había perdido en la profundidad de su conciencia. Se levantaba, se arrastraba hasta el baño y abría el grifo de la ducha para dejar que el agua helada le devolviese finalmente a la realidad.

Estaba encerrado en un cuerpo que no le permitía hablar ni caminar. Desde su nacimiento había sido así por una extraña confabulación de casualidades de la vida. Era prisionero de si mismo y lo único que le salvaba era su gran mundo interior. Había desarrollado una gran capacidad para abstraerse de la realidad en las situaciones que le suponían una presión mental a la que no estaba dispuesto a enfrentarse. Creaba mundos con su imaginación y estos eran a veces tan reales que le costaba distinguir la vida de la ensoñación.

Siempre pensó que aquella realidad virtual a la que se autotransportaba debería ocupar el lugar de su yo consciente y real.

Con el paso de los años desarrollo su capacidad hasta tal punto que lo consiguió: Su mundo onírico reemplazo a su vida real.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

la telepatia no esta trabajada ni la telekinepsia tampoco a mi tambien me gustaria soñar que corro o que soy millonaria pero no se cumple algo confuso pero me identfiico

Anónimo dijo...

yo ta mbien me siento aprisionada en mi silla
y ser diversa funcional me parece un gran coñazo aunque soy consciente que hace mas quien quiere que quien puede pero soy de los q ven lo que no tienen en lugar de lo que poseen