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Pedro el Soñador.


Cuando Pedro volvía de sus sueños traía consigo olores, colores esquivos y recuerdos de alelí ¡Qué feliz era Pedro mientras estaba dormido! Navegando en sus temores se perdía en la oscuridad, en el infinito sueño y en las nobles redes de la soledad.

Tejiendo esperanzas en al aíre se hacía de la verdad, era un gran soñador, juguetón y siempre enamorado, además. En cualquier lugar se quedaba dormido, mientras viajaba y fantaseaba sin parar caminaba sobre los árboles y platicaba con las aves.

El dulce aroma de las flores lo hacía cabalgar sin temor en el ápice inerme de la razón, loco, pero libre de corazón. Dicen que cuando nació su madre estaba dormida, y sin darse cuenta Pedro se hizo a la vida.

En vez de llorar abrió la boca y bostezó, se sentía tan extraño afuera del útero que quiso regresar. Su madre despertó abismada de su sueño, pero fue en vano aquello porque pronto desmalló.

Mientras crecía y se hacía un hombre nunca dejó de soñar. Y aún estando despierto era capaz de volar. Esgrimía sus propias alas acariciadas por el viento, y llegaba a las alturas mientras estaba durmiendo

Estuvo soñando toda la vida, viajando y ensayando su gran obra y evadiendo una despedida. Permaneció siempre en silencio disfrutando de la brisa cuando acariciaba su rostro y le dibujaba una sonrisa.

Y así fue envejeciendo año tras año, día tras día. Nunca aprendió a caminar, algunos dicen que no podía. Tal vez por eso se hizo un soñador. Sus sueños lo llevaban donde sus pies no podían.

Dicen que estuvo dormido durante toda su vida, yo pienso que sólo vivió haciendo lo que podía. La vida le permitió vivirla estando siempre presente. Soñando en los laureles, viajando siempre que dormía.

Alguien dijo una vez que los ángeles bajan a la tierra y que son personas especiales, así como Pedro lo era.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola. Soy la autora del 223.Gracias por tu votación y por haberlo leído.
Un abrazo por creer que la poesía aún mueve algo en el mundo.