Un día,un peculiar libro llegó a la biblioteca del pueblo,y de momento un problema asaltó al hacendoso bibliotecario:
¿Dónde lo colocaría?Él ya tenía todos los libros separados por géneros, y éste era imposible de clasificar porque: no
se trataba de un libro de fantasía,ya que aunque había princesas,siempre había más dragones;tampoco era uno de
grandes aventuras en alta mar, porque aunque tenía barcos,no había piratas;ni siquiera se trataba de uno de
aventuras,porque aunque escondía grandes tesoros,nunca se encontraba el mapa,y tampoco acababa de ser uno de
misterio porque a pesar de tener perseguidos, nunca aparecían los detectives.Así que,después de mucho cavilar el
bibliotecario tomó una decisión:en lugar de separar el libro en un nuevo género, puso una copia de él en cada estante
para que todo el mundo se animara a leerlo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
final original y novedoso
Es muy original. Creo que has sabido reunir en tu microrrelato las características esenciales del género: brevedad, originalidad y un gran número de imágenes muy sugerentes.
La idea de ese hacendoso bibliotecario que resuelve magistralmente el dilema que le plantea "un libro diferente" es un gran logro.
Tu relato nos enseña que debemos sumar en vez de restar o dividir, que lo que nos resulta extraño o ajeno nos hace crecer y nos perfecciona y que, a pesar de todos los abismos que nos pueden separar, siempre habrá algún hilo conductor que nos une y nos asemeja, y por el que debemos luchar.
Gracias.
Hay soperpoderes que jode tener.
Muy bueno
Publicar un comentario