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Muñeca de cuerda para ahorcar

Pero fue mi madre jugando con piezas de lego
del ego / quien ha urdido este laberinto.
Solo soy la muñeca que no transpone el primer corredor,
de aposentadas trenzas / y talante de princesa feliz,
sin golondrinas ni alas mínimas de cera / contra lo áptero...
que es lo fijo y lo recluido / hasta el grito monocorde.

La cuerda se me acaba en esta casa - dédalo de muñecas -
soy estatua revestida de gemas preciosas,
-falsos donativos de mi madre sibarita-
que no habrán de salvar /
a los que solo resucitan para más duro morir.

Mi madre perdió los brazos
jugando con el lego y los cuchillos,
bella como la venus de milo a perpetuidad.
(Ella no tiene brazos / yo no tengo alas,
seríamos / una criatura a cuatro patas en el légamo.)

Venus exclusiva en la red de los amores
marginados / el sol delata sus espléndidos confines,
mientras yo ansío el vuelo o el cieno o algo,
que sea arrebatador / que valga la vida puesta en llamas.

Solo tengo la cuerda,
quizás hilada desde el umbral del laberinto
y las cervices nuestras.

Ella no tiene muñecas / para asir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Uy... que fuerte, se me ha parado la respiración por un momento.