Problemas de pareja

Rosa y adredista 0
En el parque, los adolescentes se desnudan con los primeros calores, pero es ahora cuando los olmos, los arces y los chopos comienzan a vestirse. Si no fuera por sus copas repletas de sombra, en verano el banco de madera sería inhabitable a estas horas. La primavera lo viste todo ahora mismo. Lo está pintando de verde ansioso. Las flores en la pradera son una retórica y un capricho, el talismán que hace guiños al niño. Los niños persiguen a las flores con furia Lo que con tanto respeto adoran las abejas, lo destroza la curiosidad infantil. En el banco se sienta mi asistente, con el cuaderno en las rodillas, copiando mi dictado. Yo he arrimado mi silla para que me oiga mejor. Llevo aquí parada más de una hora y todavía me dura la alegría que brota de mis pulmones cada vez que ruedo por el parque con mi silla de ruedas. El frescor de la primavera me vivifica y dibuja una sonrisa en mi rostro que no puedo evitar. Mi asistente se ha sentado entre sol y sombra, pero mi cabeza aguanta bien el sol. Ahora mismo he sorprendido a un jilguero colocando un pajita, que traía en el pico, sobre un nido a medio hacer. Lo está construyendo en lo más intricado de un pruno. Se va el jilguero de cabeza roja y alas amarillas y llega una pájara parda con otra ramita, que coloca con un cuidado infinito, rectificando incluso la que ha dejado su compañero. No han reparado ninguno de los dos en mí, que los observo fascinada. Es la pareja más enamorada el parque, su relación va en serio. Si los observas atentamente, descubres su prisa enorme por arreglar el pisito. Van a tener suerte, lo presiento, el pruno está creciendo y los ocultará muy pronto de miradas indiscretas. Van a ser felices, son el uno para el otro. Ahora estoy más contenta todavía que al principio, al sentir el frescor del aire del parque en mis pulmones. Es esta alegría lo que me inspira la pregunta, sinceramente, al asistente de escritura. ¿Cuáles pueden ser los problemas de la pareja?, le pregunto

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