Seguir viviendo

Rosa II
Me siento muy orgullosa en esta vida que vivo, a pesar de haber tenido muchos palos, que los he tenido, como los demás aquí presentes. Yo estoy muy orgullosa, a pesar de que me tienen que asistir en todo día a día, pues soy dependiente. Se lo agradezco a los cuidadores que me asisten. Me siento muy orgullosa también de estos centros del IMSERSO. Me siento una privilegiada, pues no es tan fácil conseguir una plaza aquí, para gente como yo, que no podemos estar ni en la calle ni en sus casas, los que la tengan, que yo no la tenía. Y me siento muy orgullosa de mis compañeros, de mis amigos, y de la gente que trabaja aquí, buenos y malos. Se aprende un poco de todos, sustituyen a la familia y nos ayudan a llevar el día a día. A pesar que a veces nos quejamos, y es normal, pues en las mejores familias también hay ovejas negras y garbanzos negros y cabrones rubios. Yo estoy muy orgullosa de los sicólogos, pues si no fuera por ellos estaría hecha polvo. Ellos me dan cada poco un empujón para delante. Y estoy muy orgullosa de todo lo bueno que me da la vida, que si dios quiere que siga viviendo será porque no encuentra nada mejor para mí. Y estoy muy orgullosa de poder decir todo esto, que no sé quién leerá, todo lo que siento y me sale del corazón.

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