Miniaturas VII







Iñaki



La nieve congela
mi lágrima caliente,
las huellas de mis pies se van marcando
en el sendero del bien y del mal
y la nieve cubre
mi torpe cabeza.

El frío detiene mi pensamiento
y el viento se lleva mi instante,
la nieve me desorienta
y cuando quiero volver
ella no está mirando.

El manto blanco
que descifran mis ojos
inunda mi alma
de ideas blancas
que deshace el sol.

Navegaré,
observaré
y haré lo que nadie hace,
y relájate, Iñaki.

Blancas mis emociones,
blancos mis sentidos,
blanca está mi guitarra
porque no tiene manos.

La comunicación
arrebata a la soledad
sueños, alegrías y amarguras,
la materia de una canción.

Vida inquietada por una ilusión,
vida entretenida por un amor,
susurros de esperanza
al probar la manzana,
una manzana envenenada
por esa ilusión que nunca se concreta.

Voy camino del día
y me espera al final
la luna nueva de las sonrisas
de todas las mujeres
a las que hice felices
en las horas oscuras.

No hay comentarios: