Otras historias de la puta mili-I

Lillo
Yo era del remplazo del 59, pero me tocó hacer la mili una quinta atrasada. Por eso me llamaron a filas en el año 1961.
Como sufrí una enfermedad renal, tuve que pasar por el Hospital Gómez Hulla para que me viera un urólogo, que era de lo mejor de España. Se llamaba Enrique Acero, y tenía una consulta privada en la calle Ayala. Aquel médico me miró tan de arriba a abajo que yo me tranquilicé mucho con su reconocimiento. Aunque me dijo que me daba de alta para el servicio militar, me aconsejó que no hiciera muchos esfuerzos.
Pues ya ves, la mili, el mejor lugar para no hacer esfuerzos inútiles. Así fue que me incorporé a mi Regimiento, Argel 27, en Cáceres. Allí me dieron el uniforme, dos. Tenía que coserles los botones. Se los cosí de tal forma que, cuando los entregué, los botones seguían en su sitio, intactos.
Nos mandaron, a los últimos que llegamos, al campamento de Santa Ana. La llegada al campamento fue de risa, pero para los veteranos. Siempre era igual, los veteranos se meaba con los nuevos, encima de ellos, de risa. Y así estuvimos un tiempo. Nos habían puesto en las tiendas mezclados con los veteranos.
El primer día que nos sacaron al campo a hacer instrucción, nos mandaban unos cabos primera que eran unos desgraciados. Nos hicieron andar como si fuéramos animales. Para haber reventado mi riñón.
Un día, dando una clase de teórica, uno de estos cabos me llamó la atención porque no atendía a su explicación de montar el fusil. Yo le contesté que su lección ya la tenía olvidada, lo cual fue mi perdición. El muy cabrón me tuvo un mes haciendo la tercera guardia.
Hasta que nos trasladamos a Wad-Ras, en Campamento, Madrid, y allí empecé el servicio militar propiamente. Con la suerte de que venía con nosotros el mismo cabo primera desgraciado, al que había recomendado en su momento que se cambiase de acera si me veía por la calle cuando me licenciase, por lo de las guardias, o de lo contrario, que nos íbamos a ver más que las caras. Porque es lo que tiene la puta mili, que eres nuevo hasta que dejas de serlo.

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