Cómo escribirte...
Inocente arbitrio
en la oscuridad del terremoto
adonde vuelca la noche su terapia:
Te mando peces en sobres perfumados,
las últimas noticias que tengo de Petrarca,
alcobas que se inhiben
en su tertulia de cadáveres...
inicuos recorridos por tiendas de vestales
sobre una postal con matasellos de Italia...
Te giro unos ojos
para que venzas al relámpago...
(Las cartas para ciegos
deberían entregarlas otros ciegos;
pero ni yo sé escribir en Braille al poner las direcciones,
ni hay tantos funcionarios en plantilla
que lean con los dedos,
ni los buzones tienen
mecanismo de semáforos...)
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1 comentario:
Excelente
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