Sentada del 28 de octubre de 2010







MINIATURAS XII
Iñaki





Oscuros pensamientos
sobre una nube blanca,
negra nube envolviendo su cuerpo,
negra nube que no puedo despejar
o compartir,
estoy en el sur, no tengo norte,
la nube negra que no me deja
vivir es... ella.

El banco, la esquina,
palabras, sencillas palabras
para el que pasa,
para el que escucha,
escuchar palabras sencillas.

Preocupaciones
o buenasrazones.com
en todos los idiomas,
gritos y más gritos,
grito yo voces,
grito susurros,
pido simplemente
un poquito de humor,
un poco de simpatía,
¡y no estoy amargado!

Si el viento sigue
estoy enamorado
y el viento me dirá
dónde tengo que mirar,
Isabel.




CHANTAJE
Peva
Hay chantajes a gran escala, pero también los hay pequeñitos. Los chantajes que me hacen a mí pertenecen al género chico. Menos mal que no soy importante, ni siquiera pertenezco a la mafia siciliana.
Las cornadas que me tiran mis chantajistas son llevaderas y, como soy una buena torera, los capeo la mar de bien. Pero hay veces que la capa es poca defensa y es ahí cuando me pilla el toro. Procuro que las cornadas no me hagan mucho daño y uso la franela de paño de lágrimas. Mal que bien, consigo evitar que las heridas me toquen algún órgano vital.
Ocurre que yo, por mi carácter caribeño, suelo ser muy impetuosa. Me dejo llevar por las pasiones más desenfrenadas y los hombres malos se dan cuenta.
Y claro, pasa lo que pasa: que el chantaje les viene a huevo, lo tienen fácil conmigo, colocándome/se entre la espa/l/da y la pared.
Menos mal, también, que he encontrado personas buenas que no me han chantajeado y pude disfrutar del momento sin más distracciones.
Pero incluso del chantaje se aprende. Yo suelo hacerme cargo del chantaje y tengo la suficiente inteligencia como para evadir la discusión con el chantajista, Y hasta consigo salir airosa, aunque estas personas, las que más te chantajean, son muy listas y, sobre todo, son esas a las que tú quieres un huevo.
Porque a mí, lo que más me hacen mis amigos es el llamado chantaje emocional.



MAL CARÁCTER
Laura y adredista 1
Elías es un empleado ejemplar que obedece siempre. Pero no sólo a sus jefes, también a sus propios compañeros. Trabaja en la comisaría Nº 7 de la Policía Municipal con tal servilismo que se diría que está deseoso de recibir órdenes para ser feliz.
Suena el timbre que anuncia la hora de la comida. Todos en la comisaría se disponen rápidamente a bajar al comedor. Elías tiene hambre pero sigue trabajando. Como siempre, llega el último a la mesa, y eso hace que muchas veces, por llegar tan tarde, no pueda elegir su plato favorito.
En el trabajo come bazofias que en su casa rechazaría con energía porque, dirá, están mal cocinadas o sencillamente no le gustan. Porque en su casa Elías es otra cosa. Ningún compañero le ha visto rebelarse por algo en el trabajo, aunque tenga razones para hacerlo. No quiere que nadie le coja ojeriza, por eso todo lo acepta calladamente. Pero en su casa... en su casa el jefe es él.
Sobre las ocho de la tarde llega Elías a su casa. Su mujer le recibe con cariño y le estampa un beso en la cara. Él recibe el saludo con la frialdad de una estatua, al tiempo que pregunta: “¿Qué hacen los niños?”
Pero los ha visto y, sin esperar respuesta, les manda apagar la tele y hacer los deberes. Ellos obedecen sin rechistar porque siempre les hace el mismo razonamiento: “Quiero que el día de mañana seáis más que yo”.
Su mujer también calla, pero interiormente piensa: “Si es capaz de joder tanto para hacer tantos niños, no me puedo explicar por qué los trata así”. Y el beso de bienvenida cada vez es más frío.
Meditando sobre el mal carácter de su marido, siempre llega a la misma conclusión: “Traer el dinero a casa no te da derecho a someter a la familia”. Pero ni se lo ha dicho nunca, sólo lo piensa.

2 comentarios:

Nubes-y-claros dijo...

El chantaje, esta escrito con mucha agilidad y frescura. Yo tambien soy victima de chantajes, como otras, soy yo la que ralizo el oficio.

Un saludo, una que os sigue la huella.

...ADREDISTAS dijo...

gracias Nubes y claros por tus comentarios y por seguirnos la huella.

Haremos a Peva (que baja muy poco a "enRedarse") víctima de algún chantaje para que se entere de tus palabras y de lo que bordas en tu blog. Saludos