Sentada del 9 de diciembre de 2010

AMANECE
Laura y adredista 1
Son las ocho de la mañana y amanece un día tranquilo. El sol naciente añade un color especial a los tejados y fachadas de los edificios. La ciudad está despertando con monotonía. Camino del Hospital de Cruz Roja y muy cerca ya de su destino, la enfermera observa a un grupo de personas, la mayoría desconocidas. Según se acerca va notando el nerviosismo y sospecha que algo grave está pasando.
No necesita preguntar. Enfrente, por una ventana del tercer piso se escapa una bocanada de humo negro. Se oyen lejanas las sirenas de bomberos y ambulancias, esto pone a todos más nerviosos todavía a los espectadores.
Una mujer grita desde el balcón cercano al humo: ¡Mis hijos! ¡Socorro! ¡Mis hijos! ¡Socorro!... Ella misma está en serio peligro. Los bomberos están llegando y ella grita cada vez con más fuerza, la voz rota: ¡Mis hijos! ¡Mis hijos! ¡Socorro!
Mientras los bomberos extienden la escalera, la mujer desaparece entre el humo, pretende alcanzar a sus hijos pequeños, pero no ve nada con tanto humo negro, busca con dificultad las cunas palpando los muebles y paredes ya calientes. El hijo mayor tiene nueve años, es su mejor ayuda para sacar de allí a los dos pequeños. Los minutos se hacen interminables, pero entre los dos logran sacarlos a la habitación de al lado, donde ha llegado el humo pero no las llamas. Entre toses y sin fuerzas caen rendidos al suelo. Se asfixian. Afortunadamente en ese instante llega el primer bombero. En menos de un minuto, toda la familia llora, agradecida, a salvo, feliz. Y todos aplauden, la enfermera con especial entusiasmo.








MINIATURAS XIV

Iñaki


No estamos solos,
nos acompañan sus mentiras.

¿Por qué el horizonte nunca se acaba?
¿por qué el horizonte está tan cerca?
¿por qué el horizonte es tan amargo?

El horizonte no se alcanza
porque infunde pavor.

Vergüenzas ocultas,
tapadas vergüenzas,
en nuestras manos
están nuestras vergüenzas.

Si algún día me miras,
si algún día me odias,
olvídate de ese día.

Tus ojos son
como mi boli,
escriben en mi piel
con un trazo indeleble.

Regalo mis versos al mundo,
suyos son,
el mundo me enseñó a hacer versos.

Mirada profunda, blanca mirada,
sus ojos que algún día descifrarán
esta puta realidad, esta mentira,
miran y miran y yo lloro,
lloro porque esos ojos
tienen
nombre, Mariví.

Nunca me hagas caso,
no me des calor,
nunca digas nada
que trastorne mi corazón.





UNA RECLAMACIÓN
HeavyMetal
----- Original Message ----- From: HeavyMetal To: XXXX Sent: Monday, November 29, 2010 5:02 PM Subject: Hola
No voy al taller a escucharte a ti, voy ha escribir, me estas haciendo mucho daño, colega, nunca me haces caso.
Me lo paso de putamadre escribiendo.
Me parece que últimamente me estas faltando el respeto, amigo, te lo digo con buen rollito.
Te respeto todo lo que quieras, pero hablas demasiado, te enrolas mucho. Y luego te pilla el toro. Somos amigos para todo, también para hablar claro.
Si te tengo que mandar a la mierda, te mando y me quedo tan ancho, lo que he hecho con Ana hoy, que tú tienes la culpa.
Me parece de putamadre todo lo que cuentas, ¿ pero para qué? A mí no me interesa.
Somos escritores, no oyentes.
----- La respuesta ----- From: XXXX To: HeavyMetal Sent: Monday, November 29, 2010 5:31 PM Subject: Hola
Eres un jodido electrón libre, pero tú no haces corriente, lo que haces es contracorriente.
Vamos a ver, somos un grupo de quince personas en el taller y nos tenemos que poner de acuerdo sobre qué escribir, y algo también sobre cómo hacerlo.
Yo me tomo el trabajo de pensar una propuesta para cada día.
Ya sé que tú no la necesitas, siempre has escrito lo que te ha dado la gana y nunca te lo critiqué, pero no te vendría mal escribir también lo que viene de fuera, lo que en cada momento hay que escribir, por mil razones, por pura necesidad, por encargo, porque es actualidad.
Tú sólo escribes porque te sale de las tripas, y esa es una de las mil razones para escribir. Hay más.
Tienes que descubrir otras y puedes hacerlo.
Y el que no escuches no es un problema que tengas conmigo, lo tienes en general y te lo he dicho muchas veces, sólo escuchas lo que te interesa.
Y sin embargo se aprende mucho escuchando, no a mí, que ya me tienes muy visto, sino a todo el mundo.
Escuchar es una buena cosa, nos enseña a respetar más al otro, al que tenemos al lado, al colega.
Lo que dice el colega siempre ayuda a conocerse uno, ahí estas tú y tus broncas, sin ir más lejos, para demostrarlo.
En todo lo demás tienes razón, últimamente ando demasiado preocupado con demasiadas cosas y tengo poco tiempo para escuchar lo que tú dices y haces.
Pero no es que no te haga caso, es que estoy pringao de mierda hasta los ojos y no veo, tú no tienes la culpa.
Sólo te pido que un poco de paciencia, la misma al menos que me pides tú a mí.
Un abrazo, colega, ¿cómo va la camiseta de Barricada?
----- La respuesta ----- From: HeavyMetal To: XXXX Sent: Monday, November 29, 2010 6:34 PM Subject: Hola
Necesitaba tu abrazo, colega, sólo era eso.
Yo me pongo de pie para darte mi abrazo.

No hay comentarios: