Carmen
Soy una vaga empedernida que me han
dado las cosas muy hechas, y eso me ha impedido desarrollarme, tener
disciplina, experiencia de vida...
Quiero
dibujar como una pintora perfecta y me salen monigotes.
Quisiera
hacerme más rápida para todo. A veces pienso que si fuera rápida
no sería yo.
Quiero
enfadarme y me callo.
Me
gustaría ser más consecuente con lo que digo y hago, pero no me
esfuerzo en ello. Yo creo que la gente me ve menos inteligente de lo
que soy.
Me
gustaría nadar como un delfín, o como un cisne, majestuosa. Soy una
tortuga perezosa.
Yo
creo que tengo todas las aficiones de la gente guapa, burguesas,
lujosas incluso, aristocráticas. Ninguna de un currante, que a lo
mejor me eran más útiles, tal vez.
Me
gusta nadar, me gusta el mar, sobre todo nadar en todas las aguas.
Aunque la piscina haga honor a su ¿nombre? y soporte pis y eso, con
el flotador ¡qué sensación de libertad! No la cambio por nada, ir
de un lado a otro con el agua acariciando tu cuerpo, sentir que no
pesas, que te mueves bien, bucear... se me van todas las penas allí.
Amo
este
mundo, viajar, aunque como soy miedosa y lenta. siempre busco
personas que ayuden y eso encarece mis viajes, pero cuando viajo
vuelvo locos a los guías preguntando cosas. Recuerdo cosas tan
dispares como el Museo de los Ninots en Valencia o la belleza de las
islas Cíes, en Vigo, un parque muy verde. Aunque viajar también es
una forma de perderse y encontrarse...
Cosas
que no me gustan: ordenar papeles, media hora doblando camisas...
Una
pared son puertas, pero también cárcel y limitaciones, las barreras
de las escaleras, el no tener a gente que te ayude a bajar, estar
siempre en casa... Tengo algo de miedo a moverme en silla sola... Las
paredes te impiden ver mundo, a pesar de las ventanas.
También
recuerdo cuando vivía en un pueblo de Soria, QuintanaRedonda. Los
sorianos son rácanos y ahorrativos. Yo tenía que mezclar el agua y
el ocre de la pintura con un palo, en un cubo, para que después
pintaran mis padres.
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