MaryMar y adredista 7
Juli
es una chica moderna. Sus vestidos están siempre a la última moda.
Lleva muchos adornos, sobre todo en las muñecas, ya que le gustan
mucho las pulseras. Los colores de su ropa son siempre muy alegres.
Le gustaría comprarse toda la ropa que ve por los escaparates, pero
se da cuenta de que si la comprase, le faltaría dinero para cubrir
las necesidades más cotidianas, como comer. Se permite, de vez en
cuando algún extra, como por ejemplo comprarse alguna pulsera que no
sea muy cara y nada más.
Pero
un día a Juli le tocó un buen pellizco en la lotería. Lo primero
que pensó fue en darse la gran vida, viajar por todo el mundo y
comprar un coche nuevo. Pero se dio cuenta de que siguiendo ese tren
de vida se quedaría arruinada en un pispás. Y decidió meter el
dinero en un banco.
Pero
su amiga Pilar desconfiaba mucho de los bancos y le aconsejó que
guardase el dinero cerca de ella, en su propia casa.
Juli
buscó un lugar en el sótano y guardó allí el dinero, cubierto por
unas mantas.
Al
cabo de un tiempo, cuando gastó lo que había dejado en la caja de
la cocina, fue a buscar algo de dinero para hacer un buen regalo y
encontró los billetes agujereados por los ratones, que allí vivían
a sus anchas.
Aún
pudo salvar unos cuantos, que inmediatamente ingresó en un banco,
por fin.
–De
eso se aprovechan los bancos, de los ratones –le dijo su amiga
Pilar, al enterarse, muy enfadada.
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