Miniaturas / XXXVII


    Iñaki

Tierra de nadie,
tierra de caminos,
tierra fértil.

Caras nuevas, voces nuevas,
comida novedosa y abundante,
la misma hipocresía.

Despido el año
con el corazón renovado,
despido el año
con un abrazo al mundo:
abrazo al Nuevo Año.

Amanece
el más bello crepúsculo,
atardece
entre hojas secas
y en el anochecer,
un frío cariñoso.

Andando estoy
el camino que me queda,
¿pero dónde me encuentro?

Un grito de libertad,
un grito de vida,
un grito de felicidad,
gritar...
merece la pena gritar
la propia felicidad
y gritar
¡somos felices!

Porque te quiero tanto,
porque pienso que te quiero tanto,
porque ni te vería si no te quisiera.

Ellos no ven
lo que hay que ver,
pero yo no estoy ciego
y veo.

No hay comentarios: