Peva
Podía
haber sido una gran amistad, lo mismo pensé yo aquel día que, como
casi todos, me escapaba al Jamaica.
Este
paseo al Jamaica es uno de mis mejores momentos del día. Ya cuando
salgo de la puta residencia es como entrar a otro mundo, el mundo de
la alegría, aunque esté mal decirlo con la que nos está cayendo
con la puta crisis, pero dejo atrás los agobios de un pueblo en el
que habito, llamado CAMF, y me adentro en otro mundo, al que
pertenezco también, un mundo más animado en el cual puede pasar de
todo.
Jamaica
es una cafetería que está en ParqueSur. Yo me metí como siempre
por la puerta principal para ver los modelitos en los escaparates,
pero iba rápido y pasé de tiendas esta vez, yendo directamente
hasta el Jamaica, como si presintiese algo.
Al
llegar a la mesa elegida por mí, y como siempre, hago intentos de
quitar la silla del cacho de mesa que voy a ocupar, que me estorba,
pues como es bien sabido yo tengo esa ventaja, que soy autónoma en
el tema de las sillas, nunca me quedo sin ella, pues siempre la llevo
pegada a mi precioso culete, ¡no es un defecto de fábrica!, es que
soy así.
Al
hacer intención de quitar la silla que me estorbaba con las
dificultades propias del caso, vi por el rabillo del ojo a un tío
que educadamente se abalanzaba sobre ella y me la quitaba de en medio
para que yo cómodamente me metiera en el hueco que ahora estaba
libre.
Como
todavía soy bien educada, pues le di las gracias, creyendo que ahí
acabaría todo, pero cuál no sería mi sorpresa cuando el tío, uno
de estos hombres maduritos con todo su pelo y con sus típicas
canitas a los lados de las sienes, vamos, ¡todo un bombón!, va y me
dice:
–¿Puedo
hablar un rato contigo?
Yo,
sorprendidísima de que un tío sea así de educado, y antes de que
cambiara de idea, respondo.
–Claro
que puedes. Total, yo también vengo sola.
Además,
ahora que me fijo más, el tío no está pero que nada mal tampoco.
La
pena fue que el encuentro no dio más de sí, la pura sorpresa, por
más imaginación que he querido echarle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario