¿Y qué haces?


Conchi
Tengo una amiga que me sigue a todas partes, pero a mí me agobia mazo. Porque siempre está con la misma canción: “Vente aquí”. Digo yo: “Yo voy donde quiero”, y se enfada y se va a su habitación. “Pues ya se le pasará”, es lo que me digo ahora.
Se llama Alejandra y ella me quisiera mandonear, pero yo no me dejo. Quiere que salga a la calle a todas horas, como ella, pero yo tengo miedo porque los coches van a demasiada velocidad y ya no me manejo tan bien como antes en los pasos de cebra.
A veces me dan ganas de irme a Japón para que no me siga. Y no es broma, pero no quepo en los aviones porque son muy estrechos, y yo tengo las piernas rígidas.
Por no mandar a la mierda a Alejandra me muerdo la lengua, y cuando me apetece le digo que tengo que ir a mi cuarto a dormir y así me deja.
La verdad es que me quejo mucho de Alejandra pero a ella también le toca aguantarme a mí: escucha mis quejas, me hace reír cuando estoy triste y, sobre todo, me hace mucha compañía.
Y es por eso por lo que realmente todavía no la he mandado a la mierda... aunque no lo descarto.

No hay comentarios: