Carmen

Quizá mis lágrimas con Platero y yo fueran mis lágrimas más tristes. Eso sí, después de las derramadas leyendo las vidas de los mártires en el Año Santo. Y mis primeras risas quizá con Julio Verne y su La vuelta al mundo en ochenta días, o con las peleas a palos que describe Armando Palacio Valdés en La aldea perdida. Un libro muy fuerte, que me gustó, pero triste como la pobreza, que me descubrió la dureza de la vida y la miseria, fue Las ratas, de Delibes: qué impresionantes escenas, qué terrible. Pero el libro que nunca me cansaría de leer es El lazarillo de Tormes, porque siempre me sorprenden las maldades de los curas y de los ciegos.
“Carmelines, deja de cortar flores que vamos a comer”. Esta era mi madre llamándome a voces en la era de Quintana Redonda. Yo no le hacía caso, entretenida como estaba cogiendo margaritas gigantescas cerca de tres cruces de granito, a las que llamaban el Calvario. Las niñas de la escuela iban con su carretilla a coger sacos de piñas o arrastraban támaras para la lumbre.
No sé, quizá me hayan educado con mucha lástima, siempre me protegieron demasiado. Recuerdo que mi madre me decía: “Ponte en una barra y haz ejercicio”, pero jamás le hacía caso y no pasaba nada. Y mi hermano, mientras, se llevaba todas las broncas.
Imposible entenderse esos dos: “‘Problemas’, qué querrá decir cuando dice ‘problemas’, nunca dice nada por más que quiero hablarle”, piensa el chico. Y la chica piensa: “En mala hora se me ocurrió pronunciar esa palabra”, y continúa callada para no volver a equivocarse. “¿Por qué?, ¿qué he hecho yo?, nunca dices más que ‘problemas’” protesta el chico, y piensa para sí: “Será por el rechazo de su minusvalía, de los padres, o porque no tiene confianza con su madre y padre y eso la corta en nuestra relación”. ¿Qué le ocurrirá a esta chica? Cómo la comprendo.
Sueño con bailar y no me muevo apenas.
Sueño con reírme y estoy llorando.
Sueño con ser prima donna, Salomé con sus velos, y de repente me despierto en una silla de ruedas.
Se tienen sueños y a veces no se ponen los medios para hacerlos posibles.
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