Sentada del 14 de noviembre de 2013


MINIATURAS / LIII
Iñaki
Sabes lo que sabes
y sabes lo que no sabes:
saber menos no saber
siempre da cero,
que es el conocimiento.

Cinco de la tarde,
Gabi se masturba
con un café con leche
servido por sus amigas:
¡el sexo que no cabrá en un café!

Una buena idea
es comer una buena idea,
comer la eyaculación
de una buena idea:
sentir, comer, seguir viviendo.

¿Cuál es la verdad
que yo te doy?
¿Cuál es la verdad
que yo te quito?
¡Comercio de la verdad!

Realidad, confusión,
puñetas y más puñetas:
impresionismo.

Una tormenta de cariño,
una tormenta de dolor,
una tormenta,
impresionismo.

Esta vida,
una puta escalera
sin barandilla.

Silencio en el camino,
silencio en la mente,
silencio en el tiempo,
¡que el ruido nos confunda
si no estamos unidos!

SERIES
Conchi
Yo me acuerdo, de pequeña, que me reía mucho con la serie de Benny Hill, porque hacía unas escenas que eran la rehostia. Era una tontería, pero la estaba esperando toda la semana. Me lo pasaba muy bien, mi madre me ponía la tele y aguantaba quietecita mientras duraba. No sé por qué no la vuelven a emitir.
También me gustaba “Falcon Crest”, donde había un chico que se llamaba Lorenzo Lamas, que le encantan las camas. Y Angela Channing era una artista de primera, excepcional, que tenía una bodega y viñedos y un halcón y muchos coches. Y luego estaba el chino haciendo artes marciales. Me gustaría que la pusieran otra vez, porque esas series son estupendas y es una pena que no las vuelvan a pasar. Tendré que piratearlas en Internet.
Ahora veo “Aquí no hay quien viva”, donde hay unas viejas cotillas y un casero. Siempre quieren casar al portero con una a la que llaman “la pija”. Y luego están la niña y el niño bonito, que no sé cómo se llaman. Y luego están los gays.
Cuando era pequeña, había otra serie, “Starsky y Hutch”, que también me gustaba mucho, sobre todo el moreno con el pelo rizado.
Ahora recuerdo otra serie, “Cristal”, (“mi vida eres tú y solamente tú.”) donde aparecía un macizo galaico: Luis Alfredo.
Por esa época me fui a veranear a no sé qué sitio de La Rioja, no muy lejos de Laredo, y allí conocí a José Luis y a Ventero, que se iban a meter a curas. Iban unos cuantos voluntarios: José, Peque...
Esos curas, sobre todo uno de ellos, yo creo que se enamoró de mí, porque tenía los ojos brillantes cuando me miraba.
Y luego se enamoró de una voluntaria que se llamaba Elsa, que le daba masajes en la espalda... o sea, como un Borgia. Y luego había cachondeo, porque nos bañábamos en una piscina y ya se sabe lo que son los cuerpos desnudos, lo mal que obedecen.
Nos íbamos a tomar algo por las noches, que yo, por cierto, estaba mala del estómago y mezclé bebidas y acabé fatal. Los últimos días devolvía todo, whisky y de todo.
Me salieron muchas úlceras sangrantes y me tuvieron que operar del estómago, una por cada copazo, ron, pacharán... Si no hubiera sido porque volví y mi madre me llevó al Clínico, a estas horas estoy criando malvas. Gracias a los cirujanos del Clínico, mis amigos, que a estas horas estoy viva.
Ahora me lo paso bien, pero no es como en aquella época. Para mí fueron los mejores años, todo era interesante, la tele y la realidad.

VOLAR
MaryMar
FOTO de D. Sharon Pruitt
Yo soy una chica de natural alegre. Aunque a veces me veáis un poco distraída, no vayáis a creer que estoy ausente.
Nada de eso. Estoy volando, que volar es de lo más sencillo, lo dijo alguien que inventó las alas. No tienes más que procurar que el suelo nunca roce tus pies.
Cuando estoy sola, no hago otra cosa: abro la ventana y a volar. Esto de volar es en realidad la alegría de vivir, por eso decía que yo estoy siempre contenta en el fondo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo, cuando era pequeña, como no podía andar soñaba que me salían alas y volaba.
Conchi.