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DE MAYOR QUIERO SER LUNA


Allá arriba en la oscuridad, todos los días te veo brillar
Cuarto creciente con tu cara sonriente
Cuarto menguante con el mejor talante
Si eres nueva, allí estás para que te vea
¡Ay, la llena, la llena! Redondita y completa.

-Mi niña, mi cielo, hay que dormir,
-si no hay luz en el cuarto,
-mira allá en lo alto,
-la luna guapa te hará reir.
-¿Qué ocurre mi amor?
-No veo la luna, creo que está jugando y se escondió.
-Pero nena, es que está nublado y no la ves.
-Pues sopla bien fuerte para que sea al revés.
-Eso no lo puedo hacer, pues el cielo en invierno negro ha de ser.

La niña soplando estuvo diez días, hasta que se quedó sin aire y vacía.
¡Qué tristeza!, ¡Qué desconsuelo durante los meses de invierno!.
En las noches tristonas, la niña preguntaba: - ¿acabará el invierno mañana?-

La respuesta durante tres meses siempre fue NO.
La madre siempre contestaba así, hasta que un día le dijo:-¡SÍ!.
Corriendo a la ventana las dos se asomaron y allá arribota, allá a lo lejos... la encontraron.

-¿ Qué ocurre ahora cariño?, ¿Por qué no duermes?
-¿ Y si el cielo la tapa y ella se pierde?
-No princesa, estará en lo alto durante meses.
-Mamá, he decidido que de mayor quiero ser LUNA, pero no como esa que un simple invierno la anula.Quiero ser grande, valiente y redonda,con tanta luz, que ni el viento más fuerte me esconda.
-¡Qué cosas tienes criatura!. ¿No ves que NADIE puede ser LUNA?
-No lo creo, como yo quiero ha de ser.

La niña con esa idea creció
y cuando fue grande lo consiguió.
Cuando se hizo mayor
una gran bola de luz inventó y en el cielo la colocó.
Esa luz era tan potente,
que ni el viento, ni la lluvia, ni las nubes crecientes pudieron ocultarla
y siguió brillando por siempre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo también quise ser luna de mayor, o sea, heroína, y me estrellé como Ícaro. Pero ahy qeu seguir intentándolo. Sobre todo, con ese humor y ese buen rrollo.