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Eseretia Driselogaster

Hola. Es posible que no me conozcan. Soy la Eseretia Driselogaster, o al menos ese es mi nombre científico, ya que mi descubridor no tenía la más mínima idea de latín y se empeñó en ponerme un nombre que sonara así de académico y de elegante. Es curioso cómo nosotros los insectos nos sometemos al nombre que nos ponen los humanos… es nuestro nombre sólo para ellos, claro, pero son la raza dominante del planeta, y, ¿Por qué? ¿Porque son más, o porque son más felices? No, porque ocupan todo el planeta. Porque plantan en cualquier lado monstruosidades arquitectónicas gigantescas que nos indican a todos su presencia. En fin. Soy un insecto con grandes inquietudes filosóficas…
Soy un ejemplar de insecto muy raro. A medio camino entre la mosca y la abeja, y tengo ocho patas como la araña, que no es un insecto, lo sé. No se sabe muy bien lo que soy. Soy como el ornitorrinco en el mundo de los invertebrados. Y vivo en muy pocos sitios, porque soy muy selecto con eso del clima. Entre los seres humanos y el cambio climático me tienen harto. Como me entere yo de que los hombres tienen algo que ver con el cambio climático, entonces sí que me voy a enfurecer.
Soy uno de los últimos de mi especie. Hubo un incendio y yo escapé subiéndome al lomo de un pequeño pájaro. Me alimento de su sangre y me temo que le estoy haciendo daño. Por lo visto, soy un parásito. Creo que eso significa que estoy evolucionando para adaptarme. Ayer capturaron a mi pájaro, tan débil como estaba, y nos metieron en un zoológico. Pienso cambiar de hospedador en cuanto pueda y lanzarme al primer ser humano que pase por delante. Y entonces… entonces os arrepentiréis de habernos enfadado tanto.