¡Cambiemos la historia!

Adredista 7
El primer día del mes de marzo del 2008, el presidente de la Fundación síndrome de Down Arco Iris convocó en asamblea a todos sus miembros, para discutir un punto que interesaba a uno de los colaboradores de la Asociación. La propuesta necesitaba de bastante estudio y discusión.
–En el evangelio de S. Mateo leemos –explicaba el portavoz–: “Lo dicho por el Señor por medio del profeta: Ved que la Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrá por nombre Enmanuel, que traducido significa Dios con nosotros”. Bien, el hijo que nació del vientre de María era un niño sonrosado, que recogía todas las perfecciones acumuladas durante los siglos venideros y por todas las sociedades. Ahora tenemos la oportunidad de elegir las características del nuevo Emmanuel que nace en 2008. Como nosotros estamos conviviendo y luchando contra la discriminación del síndrome de down, yo propongo el nacimiento de un Jesús con un cromosoma de más, como nuestros niños.
El público, tras esta manifestación, quedó mudo, pero pasada esta primera sorpresa, respondió con una salva de aplausos. Y tras largas horas de discusión sobre la forma de llevar lo decidido a cabo, todos se comprometieron a colaborar en el nacimiento de este pequeño ser, que además era Dios, a pesar de las apariencias.
El equipo de trabajo de la Anunciación, buscó el e-mail
arcangelgabriel@hotmail.com y se puso en contacto. El arcángel Gabriel les hizo saber que trataría de tener una charla con María. Este fue el correo que recibieron al cabo de unos días: “María, durante unas horas angustiosas en las que pasaron por su cabeza las imágenes del estereotipo de estos niños, cogidos siempre de la mano, babeantes, que arrastran los pies, etc., se sobrepuso repasando otro tipo de imágenes, también muy reales, un niño con rasgos transparentes, mirada limpia e inocente, corazón grande y cálido, con tesón en el aprendizaje, una carga enorme de lealtad afectiva, un niño que suscita en los demás el crecimiento de las mejores cualidades de la naturaleza humana, aquellas que fomentan actos de justicia, amor, donación y acogida. Y supo, tras esta visualización, que sería capaz de llenar sus aspiraciones como madre, aunque de una forma distinta, y no por eso menos maravillosa.”
El equipo de Epifanía, para informar a los Reyes Magos, pasó de nuevas tecnologías y se decidió por abordar el universo de los astrólogos, con quienes se sentían más identificados. Cogieron tickets para un viaje en el tren del tiempo y se trasladaron al siglo XVI, para contactar con Nostradamus. Este, después de escuchar atentamente la exposición del equipo, decidió enviar a Oriente Acrux, la triple estrella más brillante de la Cruz del Sur, en busca de los tres Magos. El núcleo de esta estrella contenía el chip con la información del lugar de nacimiento del Rey de Reyes y la condición decidida para este Bebé-Dios del año 2008.
En un primer momento, los Reyes Magos se sintieron confundidos y desorientados. Buscaron en las tablas astrológicas, y allí encontraron la carta astral del Niño del 24 de Diciembre del 2008. En ella confluían todos los grandes planetas en el Ascendente, formando aspectos inarmónicos. Buscaron la forma de desactivar o reducir la actividad del gen, pero esto les parecía un programa a largo plazo, y decidieron organizar un programa de estimulación precoz. Para ello deberían buscar personas competentes, que actuaran al lado de María, y pensaron en la gente del taller de escritura creativa del CAMF Leganés. Les propusieron un año sabático a esas personas, con la sugerencia de comprarse un número completo de la lotería, con la certeza de que sería el premiado con el gordo, par cubrir gastos.
Y llegado el momento, María dio a luz a un precioso bebé. Los pastores de la zona acudieron gozosos, ofreciéndole sus más preciados presentes, y los Reyes Magos de Oriente se inclinaron a adorarle, obsequiándole con oro, incienso y mirra.
Había comenzado una nueva era.

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