Volver, de Almodóvar

Rosa
Esa peli tiene su morbo. Los pueblos viejos es que son así, como se ven en la peli, que entierran a los muertos en la tierra y luego lavan las lápidas de las tumbas bien lavadas, para controlar. Pero no es suficiente, porque los muertos andan siempre por ahí. Es lo que ocurre con la madre de las protas, la rusa, que tenía que estar en su tumba pero no lo está, y tenía que ser un espíritu pero no lo es, con los problemas que dan estas cosas. Y la adolescente de ojos alucinados se defiende del destino y lo derrota matando al símbolo, a Agamenón, sin más tragedias. Y la madre protege a su hija, desapareciendo el cadáver. El mayor morbo es que las dos sean hijas del mismo padre, la hija y la madre, la adolescente alucinada y la Penélope. Y junto al río, la chica sonríe porque el muerto está enterrado en su lugar preferido, una olmeda del Júcar.La rusa es que me hace mucha gracia, porque tenía que estar muerta y se pasa la peli ayudando a unas y a otras. La rusa tiene mucho que ver con todo lo que ocurre, y a la hija peluquera la tiene medio loca, porque ella cree en los fantasmas, pero la rusa no quiere ser fantasma. Y eso que la enterraron. Pero a Penélope no la engaña, tiene muchas cuentas pendientes con ella y se alegra de tener otra oportunidad para decirle cuatro cosas, sobre todo toda esa historia de los abusos de su padre. Que la rusa nunca se pudo imaginar eso de su marido y dejó indefensa a su hija. Les ocurre a muchas madres. Este mundo del Almodóvar de pueblo es que me gusta.

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