Se fue la luz

Alberto
Por la mañana no salí y estuve leyendo un rato. Y fui a ver a los hamsters a ver si les faltaba algo, pero ellos estaban durmiendo. Uno de ellos estaba comiendo y lo vi.
Por la tarde estuvimos en el patio merendando y oyendo música. Cuando terminamos, nos metimos para dentro ya ver la televisión y casi poner la mesa para cenar.
Luego, cuando terminamos, nos pusimos el pijama. Más tarde, nos mandaron a la cama.

Yo, cuando entro en un bar, procuro que el personal atienda en condiciones, y si me siento en la terraza, estoy deseando terminar para irme.
También tengo prisa por volver a casa y poder ayudar a mamá.

Cuando yo voy en el autobús, voy bastante seguro. Pero a veces no tengo la seguridad de que no pegue algún frenazo y nos vayamos al suelo por culpa de alguno que pasa, o de algún ciclista que se pasó por en medio, y es que no saben algunos ni ir derechos.

Cuando se va la luz, o bien se coge una linterna o bien una vela. Cuando yo vivía en Madrid, algunas veces se iba la luz y mamá llamaba a la compañía. Y algunas veces venían a arreglarla.
En la residencia no se va la luz, pues allí todo es nuevo. Y como siempre hay monitores, pues no hay miedo.

No hay comentarios: