Me emocioné

HeavyMetal
Me emocioné el lunes leyendo mi diario.
Era la primera vez que Rafa, mi hermano, me acompañaba a un concierto.
Todavía no me lo creo, joder, que mi hermano viniera conmigo.
El 10 de diciembre Rafa me acompañó a ver a Barricada.
Ya era hora que no vayas solo a los conciertos y a tomar por saco.
Y me encuentro aquí, enfrente de tu tumba, amigo Alfonso.
Estoy en el taller de escritura, recordando los buenos cuentos que hacías con Manuel.
A lo primero, hace un montón de años, salíamos mucho juntos Alfonso y yo.
Durante un verano íbamos a la última sesión del cine. ¡Qué tiempos aquellos, amigo Alfonso!
Cuando suba mi amigo Andrés a verte, que te lleve esta carta.
Estoy enfrente de tu tumba, recordando los huevos que tenías.
Espero que allí arriba te trate bien San Pedro, estará asustado ya.
Cuado te enfadabas, las cuidadoras se acojonaban.
A todos los colegas, cuando ahora leas este relato, al final del taller, se les va a caer el moquillo.
Te queremos, Alfonso, allá donde estés, cabrón, sobre todo Manuel,
tú asistente de escritura, y Andrés, que menudas broncas que tenías con él.
Aquí en el taller de escritura dejaste un vacío absoluto.
Menudo coñazo es Casto, se empeña en que maneje la silla con la mano izquierda.
Ayer le tuve que decir que el brazo izquierdo lo tengo para hacerme pajas.
No me lo volvió a decir, es un pesao de tres pares de cojones.
Y joder, las madres, a las madres de algunas compañeras las tenemos aquí como la madre superiora.
Alfonso, prefiero que Andrés te suba estas noticias, que a mí me da mal rollo subir al cielo, tú perdona.

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