Contradicciones

Rafa
El abuelo de Manuel solía decirle a sus nietos cuando estaban todos reunidos junto al brasero: "Da más quien menos tiene".
Manuel no tardó mucho en entender esto que decía el abuelo, porque su padre le daba suficientes pistas, que lo había aprendido bien.
Aunque al principio no lo entendía, sobre todo cuando perdía otra vez y tenía que entregarle hasta la última canica a su vecino Juanito, el niño rico al que todos envidiaban y temían por su fortaleza física y económica y que no conocía la derrota cuando jugaba a los chinazos.
Cuando a la Josefina, la primera en desarrollar de toda la escuela, se le ocurrió suspirar: “Qué guapo se ha puesto Juanito, y qué alto es”, el abuelo replicó a Manuel: “Lo bonito entra por el pico, que me lo digan a mí, que he criado más de cinco mil ovejas”.
Esto tampoco lo entendía del todo Manuel, pues para él bonita era la Josefina, que se alimentaba como un pajarito, pero aprendió a ser cauto en sus opiniones.
Más tarde, cuando conoció a Jose Roldán en la residencia de Leganés, se acordó de estos dichos de su abuelo. Porque Jose, le contaron, más de una vez ha sido capaz —pese a sus problemas de movilidad y comunicación, y porque el compañero no podía hacer ni eso— de darse a entender con la trabajadora social y pedir un taxi para visitar en el hospital al pariente de uno de sus compañeros más dependientes de la residencia, y volver más tarde a darle noticias al compañero sobre la salud del familiar, que no siempre eran buenas.
Lo otro que decía el abuelo, eso de que lo bonito entra por el pico, queda en entredicho en el caso de Jose, no porque no sea guapo, que no seré yo quien lo diga, o porque no coma lo suficiente, que come y no se priva, sino porque los espasmos continuos lo mantienen en el hueso, cosa que muchos envidiamos.

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