Me tenéis que creer

Rosa
Me tenéis que creer,
ya no tengo miedo,
es la única cárcel de la que consiguió huir
la chica valiente y rubia que ahora soy,
ya no me gobierna la desidia de mis asistentes
ni me gobiernan los fantasmas
de mi razón dolorida
y ya nunca me asustará la soledad,
esa desesperación que empuja
a la mujer madura
a refugiarse en los brazos ociosos
de jóvenes amantes,
ni me gobierna dios,
aunque cumplo sus mandamientos
más obvios, y en los que peco
es de deseo,
ni me gobiernan los legisladores,
aunque me gobiernan,
pues poco puedo hacer para impedirlo
salvo no tener miedo,
y creo que la razón,
quizá la única,
de mi recién estrenada valentía
de chica libre y rubia
sea que ni a morirme tengo miedo,
aunque bien sé
que me muero un poco cada día y
si me paro a pensar
en ese día que por fin dejaré de morirme
empiezo a echar de menos a todos
y cada uno de vosotros
y se me saltan las lágrimas.


No hay comentarios: