Rafa
Como
hay placeres distinguidos y placeres más corrientitos, los peligros
también tienen pedigrí. Te puedes tirar en parapente, en ala delta
y romperte la columna, o rompértela haciendo puenting, haciendo
escalada libre, en fin, asumiendo riesgos bastante inútiles.
Pero
si trabajas en la construcción, estás levantando un edificio de
muchas plantas, eres el listero y te mueves por allí, entre tablas
con puntas, sacos y escombros, el peligro de caerte es constante, y
además inevitable. Y por supuesto, con el miedo consiguiente a
partirte la cabeza en cualquier momento si no apoyas los bastones en
el sitio adecuado.
En
fin, que hay peligros y peligros, como hay días y hay días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario