Violación


Isabel

Yo soy una persona muy tranquila que no me gusta hacerle daño a nadie, pero cuando alguien me hace daño a mí, ya sea físico o verbal, intento defenderme y me quedo tan a gusto, que como dice la Biblia “ojo por ojo y diente por diente”.
Hace años, viviendo yo en otra residencia, un conserje de mi misma edad, alrededor de los treinta años, andaba detrás de mí y yo no le hacía ni caso.
Este hombre me decía siempre: “Tú tienes ojos de gata”, y yo pensaba que estaba de broma conmigo.
Un día que iba yo al servicio de señoras, el conserje me chistó con mucha insistencia y me preguntó: “¿Dónde vas?”.
Y yo le contesté: “¿Es que no puedo ir al servicio cuando lo necesito? ¿Tendré que pedirte a ti permiso?”
“¡Ven! ¡Ven!”, me dijo él.
Y yo, como una tonta, me fui hasta él y le dije: “¿Pero qué quieres de mí?”
Él, por toda respuesta, me cogió de los hombros y se puso a darme muchos besos de lengua. Yo pensaba con asco qué pretendería este tío de mí, pero él continuaba.
Cuando terminó de besarme, me llevó al gimnasio y cerró las puertas por dentro. Y yo le dije: “¿Por qué cierras la puerta?”. Y él me mandó callar y me dijo: “Qué pechos más bonitos tienes, cabrona”. Y luego intentó bajarme el sujetador. Y él se bajó el pantalón y los calzoncillos.
Yo me puse a dar gritos como una loca, pidiendo auxilio, pero nadie me podía ayudar, porque sólo había allí dos hombres en sillas de ruedas que estaban como vegetales.
Menos mal que alguien de fuera escuchó mis gritos y empezó a dar golpes en la puerta. Por lo que el tipo cogió miedo, se vistió de prisa y fue a abrir.
Mi madre y yo fuimos a la policía a ponerle una denuncia y le echaron de la residencia y estuvo durante un día en la cárcel.
Este tipo tenía una hija de 13 años y mi madre le dijo: “¿Qué, te gustaría que hiciesen a su hija lo que tú has hecho con mi hija?”. Él contestó que no le gustaría para nada. Y mi madre le respondió: “Pues a mí tampoco me ha gustado lo que hiciste con la mía”.
Yo todavía no le he perdonado y lloro por las noches pensando en lo que me hizo. Por supuesto que no le perdono ni le perdonaré nunca. 

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