Nuevas tecnologías

 
HeavyMetal
Qué manía le estoy cogiendo a las nuevas tecnologías.
Lo bonito que era recibir cartas.
Desde que llegaron los ordenadores no hay ilusión por ponerte a escribir una carta. Qué hermoso era.
Ahora con eso de apretar un botón no hay amor.
Esas máquinas y los teléfonos móviles han estropeado el mundo.
Escribías una carta y estabas esperando cinco o seis meses la contestación.
Esos aparatos han echado el mundo a perder.
Son buenos para los peces gordos, para darse recados, pero son malos para todo lo demás.
Para nosotros son lastimosos, no se hacen amigos con esto.
Te lo hacen todo ya, no hay alegría, una máquina te lo hace todo.
Aprietas un botón y te sale un montón de información que vale muy poco. Para mí no vale nada.
Es una pena, me pone nervioso.
Con lo bonito que era buscarlo todo en el diccionario y las enciclopedias.
Cuántos sentimientos cabían en una carta. Podías decir un sinfín de cosas y siempre quedaba algo en el tintero.
Ya nadie conoce los buzones de correos. A nadie se le ha ocurrido, sin embargo, hacerle un homenaje a las cartas.
Hay monumentos al palomar, a la noria, pero a nadie se le ocurre un monumento a la carta o al buzón de correos.
Qué bonito era recibir una carta, me ponía el vello de punta.
Yo sigo utilizando las cartas.
Las nuevas tecnologías me hacen sufrir.
Era un mundo que molaba, el de los carteros. Molaba y se pensaba, que ahora es una lástima tanto botón.
Qué bonito era poner una conferencia, o cuando la televisión tenía dos canales.
Este es un manuscrito muy serio para mí, para que luego venga el colega hablando de los americanos.
A mí qué me importa que fueran los americanos o su ejército quien inventara Internet.
Y eso que casi todas las semanas subo un escrito al blog de Escribiradrede, que sé de lo que hablo.
El día que se caiga Internet, que se caerá seguro algún día, ese día será la catástrofe. Pero yo sobreviviré.

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