Cuarto y mitad

MaryMar y adredista 7
Me han hecho muchas crueldades en la vida, pero nunca había sido tan desgraciada como aquella tarde. Y, al siguiente día, tan feliz. Lo que tiene la gente. Os cuento: Estaba en el hospital de La Paz, pues iban a hacerme alguna prueba de la cabeza. Tenía un tumor y los médicos querían descubrir de qué tipo era. Estaba en una habitación con otras tres personas. Ellas eran unas viejas, y yo joven. De pronto, todas se estaban metiendo conmigo y me llamaban bicho. No lo entendía, pues yo no les hacía nada. Eso sí, yo estaba en la cama tranquilamente viendo la TV. Y alguna dijo en un momento que no le gustaba el programa que yo ponía. Así comenzó todo. Fue la causa de que todas terminasen gritándome y llamándome bicho. Había un aparato de TV para todas y yo tenía el mando porque había pagado la ficha, sólo eso. Al día siguiente me cambiaron a otra habitación con otras mujeres. Pues con la misma cara que tengo, allí estaba feliz. Todas las mujeres eran muy alegres y pasábamos el tiempo cantando canciones muy animadas, sobre todo flamencas. Las que se podían poner de pie, incluso bailaban. A alguna de ellas le gustaba bailar el tango y me lo quería enseñar. Yo llevaba un aparato ortopédico hasta media pierna, pero me dejaba llevar, la observaba y me fijaba bien. Aprendí los pasos en poco tiempo. Y qué placer, bailar.

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