Rafa
Yo
siempre me he sentido un indefenso y un desamparado.
Me
desespera mi naturaleza, el no poder caminar, que nunca haya podido
hacerlo como lo hacéis la mayoría, pero sobre todo que cada vez
pudiera menos, pues cada vez iba a peor.
No
me acepto como soy, y bien que lo siento. No consigo aceptar esta
cruz de no poder andar, y por eso me siento tan indefenso. Es una
sensación que me ha acompañado toda la vida, incluso cuando
trabajaba y tenía responsabilidades y era el cabeza de familia que
tenía que sacar a todos adelante. Incluso entonces, especialmente
entonces, me sentía débil, indefenso.
Si
no me he derrotado, que he estado a punto, muchas veces, muy acabado
de ánimo, fue porque nunca me faltaron los apoyos familiares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario